Cerro Colorado, paraíso del turismo arqueológico

A menos de dos horas de viaje de la ciudad de Córdoba se encuentra la espectacular Reserva Cultural Natural Cerro Colorado, considerada un verdadero paraíso del turismo arqueológico debido a que en sus tres mil hectáreas se localiza uno de los yacimientos pictográficos más importantes del continente con miles de pinturas rupestres de distintas características.

Esta zona protegida representa la posibilidad de realizar una muy interesante excursión cuando se está de visita en la provincia de Córdoba ya que su acceso es sumamente fácil.

Pese a que además de sus atractivos arqueológicos y culturales, la Reserva está ubicada en medio de un paisaje serrano de gran belleza, no es de los sitios turísticos cordobeses más promocionados.

Esta Reserva, formada por un conjunto de cerros, entre los que se destaca el Colorado, el Veladero y el Inti Huasi, está ubicada entre cursos de agua que forman balnearios naturales. Es el lugar ideal para disfrutar del silencio, el cual sólo es alterado por el silbar del viento y el canto de las aves que anidan en numerosos molles, espinillos, aromos, mistoles, matos y piquillines.

Las miles de representaciones rupestres transportan imaginariamente al visitante a un pasado remoto y permiten visualizar aspectos de la vida diaria de los aborígenes, dueños ancestrales de esas tierras.

UN LUGAR MAGICO

La tierra rojiza, el verdor brillante de la vegetación y el tintinar de los ríos lograron preservar la magia y el misterio indescifrable de los pintorescos senderos.

Los cerros de la Reserva atesoran las famosas cuevas donde los aborígenes plasmaron en pictografías escenas de su vida cotidiana y creencias religiosas. Esas pinturas rupestres están consideradas como las más bellas demostraciones artísticas del período precolombino, constituyendo uno de los yacimientos más importantes del continente americano.

Su testimonio, que no pudo ser borrado por los siglos, permanece intacto y abierto a los ojos de los visitantes.

La Reserva Cerro Colorado está situada en la intersección de los departamentos Río Seco, Sobremonte y Tulumba, y su relieve está dado por una formación geológica que, erosionada a fuerza de viento y agua, fue poblándose de aleros y cuevas que tiempo más tarde utilizarían los aborígenes para plasmar los testimonios de su arte y forma de vida, en pinturas rupestres.

La zona del Cerro Colorado estuvo ocupada por la cultura Ayampitín, aborígenes nómades especializados en la caza. A partir del año 500 llegaron del norte otros pueblos originarios, dos de los cuales habitaban el área a la llegada de la colonización española: los Sanavirones y los Comechingones.

LAS PINTURAS

En forma de dibujos realizados en tres colores, quedó plasmado, además, el inicio del fin de esas culturas. Los aleros guardan las imágenes de los primeros europeos en recorrer esas tierras. Los petroglifos fueron realizados en diferentes períodos, desde los siglos V al XVI. Los colores utilizados, al igual que otras culturas originarias de Latinoamérica, eran el blanco, negro y rojo, quedando pocas figuras realizadas con este último color.

La existencia y valor del área se comenzó a difundir a fines del siglo XIX, cuando el conocido escritor Leopoldo Lugones publicó un artículo sobre su importancia arqueológica. Tras profundos estudios realizados sobre el lugar, Cerro Colorado se declaró Monumento Histórico Nacional en el año 1961.

Estas pinturas rupestres se encuentran en más de un centenar de sitios distribuidos entre los Cerros Colorado, Veladero, Intihuasi y los parajes de La Quebrada, y El Desmonte.

Los motivos son geométricos, indeterminados, zoomorfos y figuras humanas de gran síntesis. Son también notables las representaciones de indígenas con elaborados atuendos portando arcos y flechas como así también la de los españoles hechos con gran realismo y detalles de vestiduras y cabalgaduras. Un excelente documento es, por ejemplo, el de la figura extinguida en la región de llamas, cóndores y jaguares.

MUSEO

El Museo Arqueológico Provincial funciona en la Reserva con servicios de guías y como una manera de preservar este incomparable patrimonio; el acceso a los sitios con pinturas rupestres sólo puede realizarse en el marco de las diarias visitas guiadas que se realizan en distintos horarios, según la época del año.

ATAHUALPA YUPANQUI

Cerro Colorado fue además el lugar que el prestigioso poeta y músico Atahualpa Yupanqui eligió para vivir en 1938. Allí, desde una casa que ahora alberga un museo en su homenaje, el cantautor escribió gran parte de su obra y fue recopilando los objetos que hoy forman parte de la muestra permanente.


Cómo llegar

La Reserva Cerro Colorado está a 160 kilómetros al norte de la ciudad de Córdoba, de la que se debe salir por la Ruta 9 pasando por Jesús María y San José de la Dormida. Al llegar a Santa Elena se toma, hacia el oeste, un camino de pavimento de 11 kilómetros que lleva hasta el ingreso del área protegida.

Alojamiento

La tarifa diaria de una habitación doble de hotel en la capital cordobesa parte desde los 175 pesos diarios, con desayuno incluido.