Para mirarte mejor...

Las patas de gallo, las bolsas, las ojeras, la escasez de pestañas y las cejas son algunos de los problemas estéticos vinculados a los ojos, ventanas que muestran al mundo el estado de ánimo, las emociones e incluso la salud.

La piel del contorno de los ojos, que cuenta con un espesor de 0,33 milímetros, escasas glándulas sebáceas y una delicada y extrafina película hidrolipídica, es sumamente frágil y vulnerable a los estragos del paso del tiempo y a las agresiones del sol, el frío, la contaminación, el aire acondicionado, el estrés, la falta de sueño y la horas extras frente a la computadora, además de la ingesta de tóxicos como el tabaco, el alcohol y la grasas saturadas.

A parte de su desnudez natural, el contorno de los ojos, con veintidós músculos, está sometido a trabajos forzosos. Son más de 10 mil parpadeos y guiños los que realiza a lo largo del día, trabajo que le castiga con la aparición de precoces arrugas, además de líneas de expresión, capaces de arruinar la mirada.

Aunque hay mujeres que son reacias a utilizar productos específicos para la zona ocular, los dermatólogos y esteticistas aseguran que “el contorno de ojos necesita productos específicos desde una edad temprana para prevenir las arruguitas”.

Si la intención es eliminarlas, “es preferible ponerse en manos profesionales y elegir fórmulas como la aplicación de botox, las infiltraciones de ácido hialurónico más vitaminas y oligoelementos y cremas que ayuden a descongestionar la zona”.

La genética, la retención de líquidos y los cambios hormonales son los culpables de la existencia de las bolsas en el párpado inferior. Las producidas por la acumulación de líquidos con un mini masaje, frío y geles antiinflamatorios suelen desaparecer a lo largo del día.

Sin embargo, las que tienen su origen en la genética su desaparición es más complicada. La cirugía es la alternativa más efectiva. “La blefaroplastia, que otorga un aspecto juvenil y saludable es una de las operaciones más sencillas y comunes”, dicen los expertos.

Cuando la circulación de retorno por vía linfática es deficiente o existe una hiperpigmentación en la piel, unos semicírculos oscuros aparecen permanentemente sobre el párpado inferior. La falta de sueño, el tabaco y el alcohol son los responsables de las ojeras ocasionales. Los correctores en tonos rosas y durazno son el método más eficaz para camuflarlas, además de productos que aportan iluminación instantánea.

LAS CEJAS

Las cejas, encargadas de enmarcar la mirada, juegan un papel importante a la hora de embellecer los ojos. “Un buen diseño de cejas puede cambiar totalmente la expresión del rostro. La altura, la longitud y el espesor son algunos de los aspectos que se pueden modificar”, asegura una esteticista local.

Aunque el diseño debe ser personalizado, las tendencias dictan que las cejas se llevan con un grosor medio, ni finas ni demasiado gruesas, con un ángulo suave pero marcado. Se desestiman las cortas, ahora deben sobrepasar el extremo externo del ojo y con una separación entre ellas que armonice con el grosor de la nariz y la proximidad de los ojos.

Para realizar un diseño correcto, lo ideal es recurrir a un experto que estudie las facciones e indique lo que más le favorece. Importante es tener en cuenta la forma natural de la ceja, la edad de la persona, los rasgos del rostro, el óvalo facial, el tamaño y forma de los ojos y la imagen que se quiere proyectar.

Unos ojos demasiado juntos o pequeños necesitan unas cejas separadas. Si la nariz es ancha, las cejas deben estar más juntas. El rostro requiere unas cejas angulosas y si, por el contrario, es anguloso deben tener una suave onda.

De la misma forma, una cara muy ancha necesita unas cejas cortas y un rostro muy estrecho unas más alargadas. “Cuando el problema es un exceso de volumen en un rostro con ojos muy oscuros, pelo negro y rasgos muy raciales, lo ideal es despoblar las cejas para suavizar esos rasgos”, aconsejan.

Una vez decidido el diseño, hay que tomar las medidas de la ceja. “La ceja tiene tres puntos. El primero, desde la mitad de la aleta de la nariz en línea recta. El segundo, desde la punta de la nariz pasando por la pupila del ojo y el tercero desde el centro de la nariz pasando por el extremo del ojo. La mejor forma de conseguir precisión es hacerlo con pinzas y quitar los pelitos uno a uno”, advierten.

Con la edad, el crecimiento del pelo de las cejas se retarda y es muy frecuente las cejas despobladas. En ese caso, lo ideal es realizar micropigmentación, que consiste en introducir con una fina aguja un pigmento del color de la ceja bajo la piel de forma que parezca una ceja natural. Si lo realiza un buen profesional, el resultado es muy natural.

El tiempo también se encarga de debilitar las pestañas. Para fortalecerlas y ayudarlas a crecer existen tratamientos y productos que las alargan, les dan más volumen y las embellecen.