Diego lo hizo

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Por EDUARDO TUCCI

deportes@eldia.com

Gimnasia no se salvó del descenso pero paró el descenso. Después de meses (¿o años?) de vivir tropezando, con los sobresaltos como compañero de ruta y penando, los triperos hace una semana que piensan para arriba. La llegada al Lobo de la figura más convocante del deporte argentino en toda la historia lo hizo. La pasión por Maradona pudo mucho más que cualquier tabla de promedios, aunque esto no quiere decir que la situación haya dejado de ser apremiante y que Gimnasia jugará una final en cada fecha.

Pero, es mucho mejor seguramente encarar este desafío con el actual estado de ánimo y no con el que se palpó en las tribunas la última cita de local con Defensa y Justicia. Esto seguramente también vale para los jugadores que no podrán quejarse de ausencia de incentivos ni de flaquezas anímicas porque al frente estará el número uno a la hora de infundir confianza.

El fenómeno que sacudió a todo Gimnasia tuvo una repercusión notable que excedió los límites del club mens sana: La Plata alteró su rutina habitual la última semana y ello resultó palpable en cualquier ámbito. El epicentro del impacto Maradona fue la calle 4 pero la onda expansiva abarcó todos los rincones de la Ciudad.

El golpe de escena no admite ningún tipo de reparos. Que esto es fútbol y todo pasará a depender de los resultados tampoco. Pero que el panorama será otro, cuando los 11 elegidos pisen la gramilla del Bosque el domingo 15, resulta innegable y allí radica entonces el primer resultado positivo de esta jugada.

Quienes peinan canas recordarán seguramente que ya Gimnasia, cuatro décadas atrás, cuando atravesaba una situación futbolística convocó en 1977 para director técnico a un “grande” de aquellos tiempos: Antonio Ubaldo Rattín, el histórico número cinco de Boca que desafiara a los ingleses jugando para la Selección en el Mundial 1966. Sin entrar en comparaciones ni en tratar de establecer paralelos, por aquellos tiempos el “Rata” era un referente notable del fútbol criollo.

Pero volvamos a la actualidad. El efecto sorpresa mezclado con la ansiedad por ver al Diez despertó las pasiones de una manera notable. La noticia que dio la vuelta al mundo impactó no sólo en Gimnasia sino en el país futbolero. Seguramente también en Estancia Chica el lugar donde espera también ansioso un plantel deseoso de cambiar la frustración de las primeras fechas por un futuro más venturoso.

La revolución maradoniana arrojó números positivos en estos días de euforia sin pausa. Contagiar todo ese empuje ganador al campo de juego es el próximo paso. La esperanza está viva.

 

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