Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
Toda la semana |PÉRDIDA DE ESTABILIDAD Y DE CONTROL

Crisis y oportunidad: la vida es un cambio constante

Cómo afrontar las distintas situaciones que se atraviesan en el camino sin apabullarnos ni escapar de los acontecimientos

Crisis y oportunidad: la vida es un cambio constante

Las crisis nos revolucionan pero pueden ser la fuente de nuevas oportunidades

20 de Diciembre de 2020 | 08:40
Edición impresa

Las crisis vitales implican una sensación de pérdida de estabilidad y control, ya que nos obligan a tomar decisiones, cambiar y adaptarnos de forma abrupta.

Cuando acontecen, implican un cambio para el cuál quizás no estábamos preparados, es normal que nuestro comportamiento automático incluya pensamientos de incompetencia como ser “no voy a poder con esto”, “no estoy listo para afrontarlo”, surjan emociones como miedo, angustia, ansiedad y nuestras acciones se vean bloqueadas por desconocer cómo podemos posicionarnos.

“Si pensamos en el ciclo vital completo de una persona, que se extiende desde el nacimiento hasta la vida adulta, podemos suponer claramente que la vida es evolución constante y que a cada instante estamos cambiando. Estos momentos de cambios que alteran el equilibrio, a nivel emocional y psicológico, los denominamos crisis vitales y repercuten en nuestra vida tanto de manera favorable como adversa”, explica la licenciada en psicología Melisa Mirabet, directora de SEPSIAT.

Los cambios implican una transformación, un pasaje de estado, acoplarnos y ajustarnos a algo nuevo que irrumpe. “Para algunos acontecimientos que implican el cambio estamos más listos que otros simplemente por el hecho de elegirlos o saber que vendrán, lo cual nos da la posibilidad de prepararnos. Por lo contrario, hay otros cambios que se presentan de forma súbita, que parecería que cuando surgen, nos quedamos sin estrategias y recursos para poder afrontarlos”, diferencia la especialista.

Las crisis vitales implican una sensación de pérdida de estabilidad y control

 

“Lo único permanente es el cambio”, expresó el filósofo Heráclito, sin embargo, quizás no todos conocemos cómo identificar los cambios, cómo posicionarnos frente a ellos y sobre cómo adaptarnos cuando estos se presentan.

CRISIS VITALES

Sise piensa en el ciclo vital completo de una persona, que se extiende desde el nacimiento hasta la vida adulta, se puede suponer claramente que la vida es evolución constante, crecimiento y, por lo tanto, a cada instante se está cambiando.

Si bien lógicamente se viven momentos o épocas en la vida que son relativamente más apacibles, siempre aparecerán periodos o circunstancias de transición y cambios, donde se tendrá que tomar conciencia de que hay que dar el paso a algo nuevo y será necesario adaptarse a las nuevas circunstancias que demandan nuevas exigencias.

Estos momentos de cambios que alteran el equilibrio, a nivel emocional y psicológico de una persona, se los denomina crisis vitales y son acontecimientos que repercuten en la vida tanto de manera favorable como adversa.

“Las crisis vitales implican una sensación de pérdida de estabilidad y control, ya que nos obligan a tomar decisiones y nos obligan a cambiar y adaptarnos de forma abrupta. Cuando hablamos de crisis vitales, debemos diferenciar las crisis vitales evolutivas, como puede ser ingresar a la adolescencia, cumplir cierta edad o jubilarse; de las crisis vitales accidentales o situacionales, como por ejemplo una desvinculación laboral, una ruptura amorosa que no esperábamos o el fallecimiento súbito de un ser querido. Las crisis vitales evolutivas, al ser acontecimientos que sabremos que no podemos evitar, nos brindan tiempo para pensar cómo atravesarlos, pero a diferencia de las crisis vitales accidentales o situacionales son acontecimientos que suceden de forma imprevista e implican nuestra vida cambie de manera repentina”, detalla Mirabet.

Para algunos cambios estamos más listos que para otros que se dan súbitamente

 

Cuando estas crisis abruptas acontecen, lo que implica un cambio para el cuál quizás no se estaba preparado, es normal que el comportamiento automático incluya pensamientos de incompetencia como ser “no voy a poder con esto”, “esto me supera”, “no estoy listo para afrontarlo”, surjan emociones como miedo, angustia, ansiedad y las acciones se vean bloqueadas por desconocer cómo posicionarse.

“Si esta actitud nos sucede frente al cambio, lo importante es reconocer que es completamente válida, porque estaríamos atravesando un estado temporal de incertidumbre, desorganización y desajuste. Pero deberemos tener presente también, que como es una situación que inevitablemente tendremos que transitar, será necesario revaluar alternativas y promover en nosotros estrategias para poder hacerle frente”, cuenta la licenciada.

“Adaptarse a una nueva situación nos permite ser flexibles y acompañar la evolución de la vida”

 

¿QUÉ TENEMOS QUE HACER FRENTE AL CAMBIO?

Aceptarlo: aceptar radicalmente que se debe cambiar o que algo cambió no es lo mismo que desearlo o valorarlo como bueno; pero si nos resistimos, negamos o lo continuamos rechazando, comenzamos una lucha interna que genera sufrimiento y que, además, no nos permitirá reorientar la mente a reflexionar y evaluar alternativas que puedan promover en nosotros estrategias de adaptación.

Explorarlo: es común que rechacemos lo desconocido, por eso frente al cambio es conveniente tomar una actitud de apertura y observación diferente (que no implica que sea necesariamente malo). Conocer a qué nos enfrentamos nos permitirá comenzar a buscar soluciones y desarrollar nuevas habilidades para poder abordarlo.

Transitarlo: una vez que aceptamos el cambio es inevitable, que desarrollemos alternativas y recursos para afrontarlo y el compromiso consiente de comenzar a vivenciarlo.

Este vivenciar de algo nuevo, puede ser difícil o incómodo en un primer momento, pero a medida que se va reconociendo que se es capaz de adaptarse, se podrá sentir más tranquilidad con algo nuevo e incluso se lo podrá reconocer como una oportunidad de aprendizaje de uno mismos.

“Es importante tener presente que lleva tiempo desarrollar estas estrategias de afrontamiento al cambio y que, aunque sea difícil desprenderse de una situación pasada, adaptarnos a una nueva nos permitirá no estancarnos, ser flexibles y acompañar la constante evolución de la vida, que, si nos ponemos a pensar, son pocos los momentos de relativa estabilidad y al fin y al cabo, siempre estamos en constante proceso de transformación”, finaliza Mirabet.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE a esta promo especial
Multimedia

Una mudanza es un cambio que genera muchos estrés

La llegada de un hijo es uno de los mayores cambios en la vida. a veces es planeado y otras no, pero su espera nos da algunos meses para adaptarnos

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Full Promocional mensual

$670/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $6280

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme

Básico Promocional mensual

$515/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $4065

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme
Ver todos los planes Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional mensual
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$515.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $4065.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla