Pelusa sacudió el barrio

El arte popular apareció en su máxima expresión y en el medio de ésta “Maradona manía”, los distintos murales que pintaron de azul y blanco la ciudad pusieron en valor el más sincero y valedero amor. El incondicional, ese que no pide explicaciones y es pura pasión.

Edición Impresa

La llegada de Diego Armando Maradona a la dirección técnica de Gimnasia revolucionó la vida de la ciudad de La Plata. La alteró, le arrancó una sonrisa al triperío que no estaba viviendo, lo que se dice, el mejor de los torneos.

Como una secesión sin fin se terminaron yendo Mariano soso, Pedro Troglio, el Indio Ortiz y las derrotas empezaron a cortar las ilusiones azules y blancas como dagas a una frágil tela de lino.

Y cuando todo era oscuridad, apareció la luz. ¡¡¡Y que luz!!!

La luminosidad que solo puede el más grande de todos, el que no necesita explicación alguna, el que es tanto amado como odiado. Sólo él. el Diez.

Y las sonrisas brotaron como dulces semillas de las caras de todos los hinchas del Lobo. Lo que nació como una verdadera utopía. Ayer a las 14 hs, se hizo realidad.

Maradona DT del Lobo, oficialmente tocando el verde césped del Juan Carmelo Zerillo. y todo esto rebotó en cada punto cardinal de la ciudad de La Plata y sus alrededores.

“Pelusa sacude el barrio, se expone al animal. Este vacila buscando, pelusa es inocente y se divierte. Su magia vuela en el pasto, la gente se alegrara. Un artista con un lazo, de capitán que defiende”, cantaron Los Cafres desde su tema Capitán Pelusa, en una obvia alusión a Diego Armando Maradona. El fino límite donde lo popular, la alegría y la mística hacen fusión y se mezclan.

LOS HORNOS, AZUL Y BLANCO

Por eso en la confluencia de las calles 57 y 133; en esas cuatro esquinas (aunque, en verdad, es en los alrededores también) todo, pero todo, esta teñido de azul y blanco. Los cordones de las calles, los postes de luz, los canastos de la basura y hasta algún desprevenido podrá nota a un viejo perro mestizo con un ponchito azul y blanco.

El arte en esa zona hizo eclosión y con las típicas alegorías del club mensana, más algunas estrofas de las canciones más cantadas en el Bosque. El Barrio se sacude y con Diego en cancha, lo hace aún más.

Es que por donde uno mire hay símbolos inequívocos de pasión albiazul. Tan sencillo como eso y mucho más. Y como no podía ser de otra forma, inmediatamente a las pintadas bien triperas si las hay, se empezaron a sumar los símbolos referidos al Diez.

Porque si hay ahora una luz que brilla sobre el cielo tripero, esa es la luz de Diego. La misma luz que en esa zona, Gustavo Cufré (reconocido hincha de Gimnasia) usa para expresar su arte y su amor por los colores de Gimnasia.

Lo cierto es que Gustavo siempre pide permiso y utiliza las paredes que están “tristes” para ponerles su arte y “alegrarlas” con pasión tripera. Es cierto que esta historia se repite en distintos barrios de nuestra ciudad y cada esquina tiene algo para contar y expresar.

Como de seguro tendrán las más de 23.000 personas que reventaron el estadio del Bosque y le arrancaron más de una lágrima al mejor jugador de fútbol de todos los tiempos.

Porque si, no es una mentira ni siquiera utopía. Desde que el jueves en la reunión cumbre de Bella Vista, donde Gabriel Pellegrino, Matías Morla y Diego cerraron todo, el triperío esperó lo que sucedió ayer.

Porque realmente lo que pasó ayer en 60 y 118 fue único. Tan único como el arte callejero de esta ciudad, que está atravesada transversalmente por la cultura popular donde el arte muralista, la música o el deporte hacen carne en cada platense que se digne de ser tal.

Cómo ese fuego interno, que personificado en ese Gustavo de Los Hornos, prende todo y lo hace volar.

“Pelusa, no se lo que quieren de vos tus enemigos se muerden, tu gente no te cuestiona no se resiente, te espera, con un grito caliente. Con un grito caliente, con un grito caliente”...porque si lo dijeron Los Cafres, también lo dijeron los artistas callejeros de cada esquina de nuestra ciudad donde un corazón albiazul latió a más repeticiones que las de costumbre.

Porque pelusa sacudió al barrio, lo hizo llorar, bailar y porque no, volver a soñar que se puede volver a brillar.

 

Dato
Los murales de Gimnasia que ilustran esta nota se encuentran sitos en las calles 57 y 133 del populoso barrio de Los Hornos.Si bien su autor es un vecino llamado Gustavo Cufré, son varias persona las que participaron de la expresión artística.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE