Sanadora propone "limpiar" la Bombonera

En 1997 fue convocada por Mauricio Macri (por entonces presidente de Boca) para realizar un trabajo de armonización en la Bombonera, en aquel año triste testigo de los reiterados fracasos deportivos del club xeneize. Los resultados fueron inmediatos: llegó la era de Carlos Bianchi al frente del equipo y una cascada de títulos nacionales e internacionales.
La responsable es Angeles Ezcurra, la mujer que venció a la muerte en varias oportunidades y que hace furor con sus cursos sobre autosanación.

"Basile no me llamó... pero si lo hiciera estoy dispuesta a limpiar nuevamente la cancha, así como cualquier otra para la que me convoquen", dice esta argentina que se define a sí misma como una "trabajadora de energías" y que llegó al país desde México -donde se encuentra radicada- para brindar conferencias en nuestro país sobre la manera de tomar conciencia de cómo las emociones llevan al desequilibrio y la enfermedad.

"No hago más que transmitir lo que aprendí a partir de mi propia experiencia", aclara. Y cuenta que por este camino pudo superar un cáncer de útero, una cirrosis hepática y una hepatitis B. "Me daban un año de vida -recuerda- Tenía 30 años y un hijo de uno y lo único que pedía era poder criarlo. Querían darme interferón, pero dije que no, que nadie muere en la víspera. Tomé las riendas de mi sanación, investigué sobre alimentación, terapias alternativas, imposición de manos y reiki. A los dos años había negativizado el virus, pasaron 22 y aquí estoy, bien y sana".

Dice haber aprendido dónde y cómo se origina la enfermedad, la que vincula a "los aspectos emocionales, que desordenan el campo energético".

"Dediqué dos años y medio a curarme. Nunca me di el interferón y me sometí a reiki y técnicas de imposición de manos", reflexiona, para remarcar que "uno mismo es responsable de su propia curación, pero ésta sólo es posible cuando se tiene voluntad".


Limpiezas energéticas

Antes de enfermarse, su vida estaba sometida a una vorágine de estrés y presiones. Después, se hizo vegetariana y empezó a practicar meditación. Angeles asegura que su trabajo apunta a "ayudar a otros con lo que yo misma aprendí, rezando y pidiendo la energía del Espíritu Santo".

También es terapeuta floral y se dedica a hacer "limpiezas energéticas" de casas, empresas y otros espacios físicos, como realizó en la Bombonera.

Según su filosofía de vida, "el enojo, la tristeza y el abandono crean el espacio propicio para que se instale la enfermedad. Lo peor es que uno no se da cuenta. En mi caso no sabía que estaba tan enojada, hasta que el cuerpo me avisó de la peor manera".

Su objetivo es que "la gente no llegue a instancias tan tremendas", ya que "se puede trabajar con las energías para estar mejor y evitarlas". "iento que esta es mi misión en la vida. Tenía que dedicarme a esto y aquí estoy", apunta.


Presenta su libro

También aprovechará su visita a la Argentina para presentar su libro "Un camino compartido", en el que relata su historia de vida: "Después de curarme el cáncer y la hepatitis B sufrí un accidente que estuvo a punto de dejarme paralítica. Pero también salí adelante", aclara. Para ello dice haber puesto en práctica sobre sí misma nuevamente lo que llevaba años investigando.

La agenda en Buenos Aires de Ezcurra incluye dos conferencias en el Bauen, el 18 y el 26 de este mes, donde tratará temas como limpieza energética, bases y utilización de la terapia floral, tips acerca de la alimentación y técnicas para meditación, entre otros.

Para Angeles, "la enfermedad puede dejar grandes lecciones para la vida cotidiana y para el alma, porque implicar la posibilidad de adquirir conocimiento y crecer", ya que "hay dos maneras de ver la vida... Una es pensar que los milagros no existen... la otra pensar que todo es un milagro y es a ésta que los invito".