Diez días a oscuras en un crucero de lujo por esquivar a los piratas

Pasajeros de un crucero de lujo que viajaba desde Sydney a Dubai pasaron diez días a oscuras mientras navegaban a través del océano Indico, ante la amenaza de ser atacados por piratas somalíes.

Los miembros de la tripulación calificaron a esa amenaza como “real” sobre todo en dos puntos considerados críticos para un posible ataque de piratas: el Golfo de Adén y el Canal de Suez.

En el crucero viajaban más de 1.900 personas que pagaron pasajes de más de 50.000 euros para un viaje de 104 días en alta mar.

El viaje había comenzado con normalidad y con todas las atracciones propias de un crucero de este tipo, hasta que la nave se adentró en el océano Índico en dirección al Mar Arábigo.

Fue entonces cuando la tripulación pidió a los pasajeros que apagaran todas las luces y la música sin dar mayores explicaciones a los turistas.

En esas condiciones y durante diez días los pasajeros viajaron en una suerte de barco fantasma, sin discotecas, bares o las características actividades de entretenimiento en la cubierta de un crucero como este.

Desde que caía la noche hasta el amanecer, el Sea Princess (tal el nombre de la nave, propiedad de la naviera Princess Cruises) navegaba en silencio y a oscuras.

Como consecuencia de la falta de información, la inquietud comenzó a crecer entre los turistas y los rumores sobre terrorismo no tardaron en difundirse.

Fue entonces cuando el capitán de la nave, Gennaro Arma, confirmó por el altavoz que las extrañas circunstancias se debían a “la amenaza real” de ser atacados por piratas.

Una vez terminada la travesía, los turistas contaron que incluso llegaron a realizar un simulacro de ataque pirata.

El capitán les aseguró que el barco podía escapar de cualquier ataque, pero que los oficiales estarían de guardia las 24 horas.

Los cruceros turísticos son uno más de los objetivos de los piratas somalíes, que han abordado cargueros, yates, petroleros y pesqueros que navegaban las aguas cercanas al país africano.