Quedó detenido el primo de la joven asesinada en una calesita

La policía detuvo ayer en la provincia de Santiago del Estero al primo de la joven que fue encontrada descuartizada y enterrada bajo una calesita ubicada en el Paseo del Bosque.
Fuentes judiciales explicaron que el acusado, Miguel Torres Alonso (23), fue detenido en casa de sus familiares en el Departamento Loreto, a unos 70 kilómetros de la capital de esa provincia. Y fue de inmediato llevado a la alcaidía de Tribunales, en donde quedó alojado.
Los investigadores contarían con indicios suficientes para mantener la hipótesis de que el joven viajó a Santiago del Estero luego de, presuntamente, cometer el crimen. Por eso el fiscal de la causa, Daniel Urriza, pidió la detención del sospechoso ante el juzgado de garantías número 3 de La Plata, a cargo del doctor Néstor De Aspro.
El juez consintió el requerimiento de la fiscalía y una comisión policial de la comisaría 9º y de la Departamental de Investigaciones de La Plata viajó hacia el lugar para detenerlo.

ESTABA DURMIENDO
Las fuentes precisaron que Torres Alonso -que es hijo de un policía santiagueño- fue detenido cuando estaba durmiendo en una vivienda de sus familiares y hoy será trasladado a nuestra ciudad para prestar declaración ante el fiscal. La causa, por estas horas, es analizada por funcionarios policiales de la comisaría 9º, quienes trabajaron bajo las órdenes del subcomisario Hugo Fortunato.
El joven está acusado del asesinato de Magdalena Edith Torres (21), cuyo cuerpo fue encontrado anteayer descuartizado en la zona de los motores de una calesita del Paseo Bosque.
El fiscal confirmó que hay testigos que vieron al detenido con la muchacha en el lugar donde fue hallado el cuerpo. Y que ambos habrían mantenido una relación sentimental, según afirmaron algunos voceros judiciales.
El doctor Urriza reveló que según los primeros resultados de la autopsia realizada al cadáver "la muerte de la joven se produjo por tres traumatismos de cráneo, uno de ellos con un elemento que se secuestró en el lugar, una martillo con forma de pico".
Urriza explicó que, tras estos golpes, que habrían desmayado a la víctima "comenzó el seccionamiento del cuello, para luego seguir con extremidades, manos y pies".

LA ESCENA DEL CRIMEN
"Creemos que la descuartizó en el lugar, ya que de haberla descuartizado en otro sector hubiera requerido bolsas para su traslado y la habría enterrado con bolsas, pero el cadáver estaba expuesto", relató.
El fiscal informó que "la muerte se produjo 8 ó 9 días atrás". Y estimó que al momento de ser descuartizada, la joven "ya estaba muerta". Agregó que los peritos analizan las huellas dactilares encontradas en los elementos secuestrados en la causa para ser cotejadas con las del primo de la víctima.
La joven había desaparecido de su casa el 19 de enero último y fue encontrada descuartizada por el propietario de la calesita, quien regresaba tras unos días de vacaciones.
El hombre, que había dejado la calesita al cuidado de un empleado, que sería el detenido, sintió un olor nauseabundo y comenzó a revisar el lugar. Cuando abrió la parte que recubre el motor de la calesita, observó tierra removida y diversos elementos que llamaron su atención, entre ellos herramientas y una frazada ensangrentada, descubriendo una mano semienterrada.
Según las fuentes, el torso estaba separado de las extremidades, las cuales habían sido seccionadas a la altura de las rodillas, los codos y la cabeza.
En el mismo lugar la policía secuestró un cuchillo tramontina, una maza, una pala ancha, una en punta, un martillo, un colchón, una frazada con manchas, mechones de pelos rubios, un hacha, un balde con sangre y una botella que contenía orina.

POR AHORA ES HOMICIDIO SIMPLE
El juez De Aspro al consentir el pedido de detención no coincidió con el encuadre legal sostenido por la fiscalía, de homicidio calificado, que establece penas de prisión o reclusión perpetua.
El doctor Urriza había concluido que el caso debía ser encuadrado como homicidio calificado por alevosía, pero el juez consideró que para el supuesto de esa figura penal debe acreditarse "el estado de indefensión provocado por el acecho y el ocultamiento de la intención".
"Para ello es necesario subjetivamente que esa situación sea buscada o al menos aprovechada por el autor para evitar los peligros que puedan provocarle la víctima al defenderse o la intervención de un tercero, extremos estos no probados a esta altura de la investigación", explicó el juez.
Con esos argumentos el magistrado concluyó que por el momento el caso debe ser encuadrado como homicidio simple, que prevé una pena de 8 a 25 años de prisión.