Villa Elisa: se cumplieron ocho meses de un triple crimen que sigue impune

Se cumplieron ayer ocho meses del brutal asesinato de los jóvenes Emilio Soria (22), Damián Diez (28) y Alejandra Soto (19). Los tres vivían en una casa de Villa Elisa y, pese a los reiterados reclamos de los familiares, el caso sigue sin resolverse.

El triple crimen de Villa Elisa generó gran conmoción en nuestra ciudad. En primer momento, la Justicia demoró a un ex policía, pero después lo liberó por falta de pruebas. Desde ese momento, la causa está virtualmente estancada.

RECLAMO DE JUSTICIA
"Ya pasaron ocho meses y no hay nada, no quiero que las muertes de los chicos queden impunes", dijo en diálogo con este diario la madre de Soria. Y agregó: "es increíble que no se sepa absolutamente nada, no me explico por qué no esclarecen el caso para que mi hijo y los otros chicos puedan descansar en paz".

El cadáver de Emilio Soria, quien recibió un balazo en la cabeza, fue encontrado el 6 de mayo pasado a metros de las vías del ferrocarril, en Villa Elisa. Horas después, los restos de Damián y Alejandra, que eran pareja, aparecieron en un campo de la localidad de Vieytes. Los tres vivían juntos en una casa ubicada en 9, entre 54 y diagonal 60.

Lo último que se supo de Damián y Alejandra fue que, horas antes del hallazgo del cadáver de Soria, habían salido en un Peugeot 504 hacia el Hospital "San Roque" de Gonnet porque la chica tenía algunos problemas con su embarazo de dos meses. Jamás llegaron al centro asistencial y lo que pasó de ahí en más es todo un misterio.

LOS MATARON A BALAZOS
Si bien Emilio fue asesinado en otro lugar, los tres fueron ultimados con la misma arma: una pistola calibre 9 milímetros. Esa arma fue encontrada horas después en el interior del Peugeot 504 de Diez, el que había sido abandonado en una esquina de La Loma.

Como se dijo, en primer momento fue demorado un ex policía que era amigo de los tres jóvenes. Pero después, y ante la falta de pruebas, fue liberado y desvinculado de la causa. De ahí en más, la impunidad se adueñó del caso.