A 10 años de un crimen que continúa impune

Por NESTOR LLIDO

Marisa Noelia Araujo, de 16 años, salió de su casa para ir a un cumpleaños y a las pocas horas, su cuerpo sin vida fue hallado en un descampado del barrio Parque San Martín del partido de Merlo. Hoy se cumplen diez años de ese homicidio que, tras un juicio en el que se acusó a dos hermanos que resultaron absueltos, continúa impune y el caso es apenas sostenido por la permanente demanda de los familiares de la chica para que el expediente no transite hacia la prescripción.

La adolescente fue asesinada en la noche del 29 de agosto de 1999 y luego de una criticada investigación policial y judicial, en la actualidad "está casi como al principio, con algunos sospechosos sobre los que no existen pruebas para imputarlos, de acuerdo a la opinión del fiscal", señaló Marcelina Barboza, la madre de la víctima, en diálogo con este diario.

Gestionan recompensa

No obstante, la posibilidad de conseguir que se ofrezca una recompensa pública, vía Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, para quien pueda aportar datos que permitan esclarecer el caso alimenta una nueva esperanza. "Hicimos una presentación y tenemos la promesa de que la van a sacar, difundiendo el caso", agregó.

Ante el décimo aniversario del hecho, la mamá de Marisa Araujo afirmó: "Cada vez que nos acercamos a la Unidad Funcional de Instrucción Nº 1 de Morón para saber si hubo novedades, el fiscal Ghezzi nos dice que una de las pistas está orientada a un grupo de tres o cuatro chicos que estudiaban con mi hija en la Escuela de Educación Media Nº 5 de Merlo, pero todavía no hay indicios concretos para acusarlos".

Sospechas y amenazas

"Nosotros seguimos sospechando de la participación de un remisero, que al poco tiempo se mudó a la provincia de Córdoba y luego nos enteramos que estuvo preso por abusar y matar a una piba, cumpliendo una condena de seis años de cárcel. Fue en episodio muy parecido al de Marisa, pero ninguno de los investigadores se interesó en saber que ocurrió con ese sujeto", puntualizó la mujer.

Sobre el proceso judicial, desarrollado en diciembre de 2001, en el que los detenidos Carlos y Dante Zalazar (dos hermanos, uno de ellos por entonces futbolista y el otro vinculado a la barrabrava del club Deportivo Merlo) fueron absueltos, la familia Araujo tiene el peor de los recuerdos. "En el juicio ni siquiera nos dejaron presenciar las audiencias y para nosotros, ellos tuvieron algo que ver, pero como la instrucción policial fue un desastre, no los condenaron, pues el fiscal ni los acusó".

Amenazas de muerte

"En ese tiempo, sufrimos amenazas de muerte y hasta nos tuvieron que poner una custodia. Fuimos víctimas por partida doble", manifestó Marcelina Barboza, quien reconoce que el paso de los años "te hace perder las esperanzas, ya que estamos solos en esta lucha. Sin embargo, la ilusión de que alguien se quiebre, rompa ese pacto de silencio y cuente que pasó, que le hicieron a Marisa, siempre está latente, como un deseo".

De aquel "quédense tranquilos que vamos a investigar hasta las últimas consecuencias" que los familiares de Marisa Araujo escucharon por parte de las autoridades de la comisaría 3ª de Merlo, cuando se halló el cadáver de la adolescente en inmediaciones de la Ruta 200 y la calle Matheu -detrás del predio militar- a este "caso a fojas cero" ha transcurrido un tiempo de impunidad.