También cayó presa la madre de joven asesinada a golpes

Los vecinos de Villa Elvira ya habían dado su veredicto. Tenían fundadas sospechas de su presunta participación en el crimen de Daiana Alfaro (16) y quisieron prenderle fuego la casa, con ella adentro. Pero la Policía, advertida de la tensa situación que se vivía en el lugar, armó un vallado y evitó que concretaran sus intenciones, más allá de algunos insultos, corridas, trompadas al aire y empujones.

Se trata de Paula Alfaro (36), la madre de la víctima, quien anoche -tal como esperaban los manifestantes- también quedó detenida en el marco de la investigación, que encabezan el fiscal Marcelo Martini y el juez de garantías Juan Pablo Masi.

La captura tuvo lugar en una finca de 7 y 83, alejada de cualquier posibilidad de agresión, como los sucesos registrados el sábado último, en la puerta de su domicilio, de la calle 84 entre 13 y 14.

Fuentes confiables indicaron que la mujer se quebró en llanto y habría reconocido su posible relación con el hecho, que provocó gran conmoción entre todos los platenses.

El juez Masi consideró, al extender la orden de detención, que Alfaro sería partícipe necesaria del delito de "homicidio", por el que ya se encontraba detenido su pareja, Diego Jorge Santucho (23), quien fue indagado por el fiscal Martini, aunque se negó a declarar, por consejo de un abogado defensor oficial.

PESIMA RELACION

Es, para los pesquisas, la principal hipótesis, que detonó en la muerte de Daiana, a quien le pegaron con una barreta en la cabeza hasta provocarle la muerte. Y tendría como principales protagonistas, tanto a la adolescente, como a su madre y a la pareja.

En ese sentido, según se sospecha, el día en que ocurrió el crimen se suscitó una brutal discusión en el seno del domicilio familiar, que terminó de la manera más trágica.

A la chica, una vez muerta, la bañaron, la cambiaron y la cargaron en algún rodado para arrojarla en un zanjón de 9 y 83.

Trascendió que "alguien con experiencia maquilló el cadáver", indicó un vocero de tribunales. Y no pasó desapercibido el dato de que un integrante del círculo íntimo de la acusada trabajó en el ámbito de la salud.

"Seguramente pudo aprender ciertas técnicas o, al menos, estaba habituada a verlas", indicó una persona con acceso al expediente.

RODEADA

Alfaro, como se dijo, cayó en una vivienda ubicada en cercanías de la propia comisaría octava.

Precisamente, hasta ese lugar fue a buscarla una comitiva integrada por personal de la DDI local, a cargo de Pedro Beltrame, por directivas del titular de esa dependencia, Juan Ibarra, junto al comisario José Luis Coria y personal del Gabinete de Prevención de Ilícitos de su seccional.

"Tras las actuaciones de rigor, se la notificó del delito que se le imputa y se la trasladó hasta el Gabinete de Homicidios, donde permanecerá alojada hasta que sea derivada a la fiscalía de Martini", señaló un informante.

Para hoy, por último, se espera el resultado de una prueba clave: el análisis de un cabello encontrado en las manos de la víctima, que podría servir para que los investigadores terminen de armar este rompecabezas y esclarezcan definitivamente el caso.