Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
Séptimo Día |PERSPECTIVAS

La vida, una profesión de riesgo

5 de Noviembre de 2017 | 09:01
Edición impresa

Por SERGIO SINAY (*)
sergiosinay@gmail.com

¿Quién se atrevería a imaginar que el viaje junto a un grupo de amigos para celebrar los treinta años del egreso del colegio secundario terminaría con cinco de ellos asesinados por un terrorista desquiciado? Ni en la peor de las pesadillas. Pero ocurrió esta semana en Nueva York y las víctimas fueron cinco argentinos oriundos de Rosario. Además del estupor, el dolor y la imposibilidad de aceptar los motivos del asesino, la cercanía de este crimen pone en un primer y dramático plano una sensación larvada, silenciosa y omnipresente que es parte de los tiempos que vivimos. La incertidumbre.

Aunque casi nunca reflexionamos sobre ello, el simple hecho de que nos acostemos cada noche en la misma cama de la cual nos hemos levantado en la mañana, es un milagro cotidiano. En ningún lugar está escrito, ni hemos recibido una garantía por la cual se nos asegura que eso ocurrirá. Cada hora de nuestra vida es, en verdad, una hora incierta y aunque hoy existen seguros contra casi todo lo imaginable, nacidos todos ellos de la astuta y oportuna explotación de nuestros miedos, nada es seguro. La soberbia humana empuja a creer que está cercano el día en el que la ciencia y la técnica unidas lograrán que podamos prevenir todos los peligros, adelantarnos a ellos, prevenirlos. Pero, finalmente, en la vida se baila con la música del azar (este es el título de una de las mejores novelas del escritor estadounidense Paul Auster).

EL REINO DE LO INCONTROLABLE

El azar, lo aleatorio, lo imprevisto nos rodean durante todo el tiempo de nuestra existencia. Vivir es una profesión de riesgo. No hay forma de resguardarse de todo. El físico alemán Werner Heisenberg (1901-1976), premio Nobel de su especialidad en 1932, formuló el principio de indeterminación, conocido como principio de incertidumbre. De manera sencilla, el mismo muestra que es imposible saber al mismo tiempo, y con exactitud, la velocidad y la ubicación de un cuerpo en el espacio. Si nos enfocamos en una de las dos cosas, no podremos determinar la otra. Siguiendo esta idea podríamos decir que mientras nos concentramos en prevenir un riesgo hay otro que escapa a nuestro control.

Los riesgos a los que estamos sometidos, a veces de manera consciente y a veces sin saberlo, tienen infinidad de orígenes, aunque podríamos agruparlos en dos grandes categorías. Los que pertenecen a la naturaleza (enfermedades, fenómenos climáticos, mutaciones, acontecimientos derivados de leyes físicas o reacciones químicas, conductas de criaturas de otras especies, movimientos telúricos, erupciones volcánicas, etcétera) y los que son generados por la acción del ser humano (guerras, atentados, manipulación de la energía nuclear o eléctrica, fallas en vehículos y artefactos, errores que provocan catástrofes, manipulación genética y bacteriológica, conducción irresponsable de vehículos, etcétera). Que seamos víctimas de un acontecimiento de uno u otro tipo, será siempre algo en lo que rondará el azar.

“El azar, lo aleatorio, lo imprevisto nos rodean durante todo el tiempo de nuestra existencia. Vivir es una profesión de riesgo”

El matemático francés Ivar Ekeland, de la universidad de París-Dauphine, dedicó un exhaustivo trabajo, titulado “Al azar”, al estudio de este fenómeno. El azar, afirma Ekeland, es el punto en el que se cruzan dos series de causas independientes entre sí. Si una persona camina por la calle rumbo a su trabajo y le cae una maceta en la cabeza y la mata, esa persona seguía su rutina cotidiana (su cadena de causas) mientras la maceta, que estaba siempre allí cuando ella pasaba, cayó esta vez debido al embate del viento (otra cadena de causas). Un cruce exacto e imprevisible por muchas vueltas que le dé la razón en el inútil intento de generar seguridad. En términos simples, es lo que suele describirse como estar en el peor momento en el peor lugar. Los amigos rosarinos y el terrorista uzbeko que los asesinó no se conocían y acaso jamás se hubieran rozado en sus vidas sino fuera por el cruce fatídico de dos series de causas independientes (una atizada por el fanatismo ciego y criminal, la otra por el deseo de celebrar y afianzar aún más una amistad). Jamás sabremos cuántas veces en nuestras vidas cada uno de nosotros pudo haber sido víctima de cruces causales que no se produjeron por razones igualmente desconocidas.

EL AVE MENOS PENSADA

Al referirse al principio de incertidumbre de Heinsenberg, el célebre físico y cosmólogo británico Stephen Hawking señaló que el mismo “define el caos subyacente a toda vida”, y que al mismo tiempo pone un límite a las posibilidades de la ciencia. Nunca se podrán manejar todas las variables, y toda verdad científica, como toda ilusión de seguridad absoluta, solo se sostendrá hasta que sea desmentida por una nueva demostración, hasta entonces desconocida. El gran filósofo austriaco Karl Popper (1902-1994), uno de los más profundos y originales pensadores del siglo veinte, llamó a esto “principio de falsación”. Solo una hipótesis que pueda ser desmentida por otra que la continua puede ser llamada científica, decía Popper.

Uno de sus admiradores más consecuentes, el libanés Nassim Nicholas Taleb, que se define a sí mismo como matemático empírico y se dedica al estudio de las probabilidades y la incertidumbre, estableció, a partir de las ideas de Popper, la categoría de “cisne negro” (como llamó al libro que lo hizo célebre). Tomando a los cisnes como metáfora, Taleb dice que pensamos y afirmamos que los cisnes son blancos. Y por lo tanto todos los estudios acerca de cisnes se enfocan en la confirmación de esta hipótesis (que suele estar avalada por el hecho de que sólo hemos visto cisnes blancos). Pero cuando aparece un cisne negro todas aquellas teorías, demostraciones, estudios y esfuerzos se derrumban. Porque los cisnes negros existen, no son tan abundantes y presentes como los blancos, y es imposible predecir cuándo y dónde aparecerá uno.

Un “cisne negro”, según la definición de Taleb, es un suceso trascendental altamente improbable. Nótese que dice improbable, y no imposible. No se trata de que no pueda ocurrir, lo que no se puede es probarlo de antemano y predecirlo. Aunque convirtamos nuestro hogar en una fortaleza y nos refugiemos en él, aunque nos rodeemos de alarmas y compremos todos los seguros, aunque nos saturemos de vacunas, aunque caminemos mirando al cielo para evitar una maceta (en cuyo caso podríamos caer en un pozo), aunque pidamos citas con todos los adivinos del universo, los cisnes negros existen y aparecen. Vivir seguirá siendo una profesión de riesgo. Profesión que todos ejercemos y a la que debemos encontrarle sentido y trascendencia. Carl Theodore Dreyer (1889-1968), uno de los grandes cineastas de todos los tiempos, decía: “Nadie sabe en qué consistirá mañana la vida. Esta incertidumbre perpetua agota los nervios, pero ante eso en su película “Tiempos modernos” Chaplin nos dice que no desesperemos, que, aunque haya que andar por esos caminos, vale la pena hacerlo si son dos los que andan”. Es decir, acompañarnos, respetarnos, tomarnos mutuamente en cuenta y ejercer juntos esta maravillosa y riesgosa profesión honrándola en lo que dependa de nosotros.

 

(*) El autor es escritor y periodista. Sus últimos libros son "Inteligencia y amor" y "Pensar"

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$120/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2250

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$160/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3450

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$120.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $2250.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla