El delito no se toma vacaciones: de viaje, una familia recibió la peor noticia

Además de un incremento de las salidas a teatros, museos y cines y, de los viajes a distintos destinos turísticos, el receso invernal también supone un fuerte crecimiento de la actividad delictiva, especialmente la que llevan a cabo los delincuentes especializados en cometer atracos en viviendas empleando la modalidad conocida en la jerga urbana como escruche.

Así, mientras alguien disfruta el descanso, otros están haciendo “inteligencia” para detectar qué casas se encuentran solas y así poder adueñarse de los bienes sin ningún tipo de resistencia.

Es por ello que esta época del año representa, para quienes se desempeñan en este nicho delincuencial, el momento perfecto para ejecutar lo que mejor saben hacer.

Hace tan solo una semana, una familia de El Mondongo debió dejar a un lado su escapada de fin de semana cuando se enteró de que su casa había sido desvalijada casi por completo.

Se llevaron joyas, dinero y una serie de insumos odontológicos. El vecino de las víctimas fue quien les alertó sobre el hecho luego de hallar la puerta de la vivienda barreteada y abierta.

El hombre, luego, se tomó el trabajo de repasar las cámaras de seguridad y allí confirmó la presencia de extraños.

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En las últimas horas se conoció un hecho de similares características.

Con las ganas y el entusiasmo propios de una aventura, un matrimonio cuya residencia se encuentra en la zona del hospital San Martín, emprendió a mediados de mes sus tan esperadas vacaciones.

Sin embargo, se las arruinaron los delincuentes que aprovecharon que la casa estaba deshabitada para meterse a robar.

De este modo, esta familia pasó a engrosar la de por sí abultada lista de víctimas de hechos delictivos de este tipo en la Región.

El episodio no sólo se hilvana a la ola delictiva que viene afectando a gran parte de la Ciudad desde hace por lo menos 30 días, sino que además viene a confirmar la situación que vienen denunciando los vecinos, quienes sostienen que viven en una “zona liberada” para la delincuencia.

Fue un familiar de las víctimas quien se encargó de dar la amarga noticia a través de un llamado telefónico.

El robo bajo la conocida modalidad de “escruche” fue cometido en una vivienda emplazada en calle 3 entre 69 y 70.

Si bien la maniobra fue advertida el sábado 22 de julio, en horas de la mañana, se desconoce si efectivamente ese día sucedió el ilícito.

Según confiaron fuentes que investigan el caso a EL DIA, la víctima recibió una alerta de un familiar que se dirigió a la morada con dos misiones: dar arranque a los vehículos para mantener activos los circuitos y verificar que todo estuviera bien.

Solo pudo cumplir con el primer pedido -luego de varias horas-, ya que en el medio debió esperar que la Policía Científica se hiciera presente en el lugar. Es que cuando llegó a la casa, se encontró con que la puerta estaba abierta de par en par.

Cuando separó la hoja del dintel, un abrumador desorden le hizo comprender de forma inmediata que la casa había recibido una indeseable visita.

El pasado sábado, una semana después de que el hecho se descubriera, las víctimas retornaron de sus vacaciones y se encontraron con el mismo panorama que el familiar le había relatado por teléfono.

Entre los objetos sustraídos pudo contabilizar que dos notebook, una consola de videojuegos PlayStation 3, relojes de alta gama de marcas Citizen, Tisso, Viceroy, carteras de dama de marcas Jackie Smith y Victoria’s Secret y una “significativa” cantidad de alhajas de oro y con piedras de la marca Swarovski.

Siempre en base al informe policial, se llevaron, además, dos armas de fuego que se encuentran registradas.

Se informó que una de ellas de de calibre 22 largo y de marca Standard, mientras que la restante es un revólver de acción doble calibre 357 PLG de marca Rossi.

Después de la ampliación de la denuncia, se abrió una investigación en la UFI Nº 9 del Departamento Judicial de La Plata, caratulada como “robo”.

Para los investigadores, el inventario de los objetos robados sugiere que se trató de un robo al voleo y que los delincuentes debieron haber actuado con algún tipo de movilidad para poder trasladar tamaño botín.