Ayacucho de pie para defender su protagonismo en el Martín Fierro

La ciudad bonaerense de Ayacucho se siente cada día más orgullosa y honrada por ser el único pago mencionado en el Martín Fierro. Hace doce años consecutivos que se realiza allí una “jornada de promoción, investigación y debate” impulsada por la Municipalidad, sobre el universo de esa obra, en las que invitan a personalidades académicas del país para exponer, siempre en fechas cercanas al Día de la Tradición.

Y ahora acaba de relanzarse la novela “Sin nido en este suelo” (Libros del Espinillo, 2021), escrita por el dos veces intendente de Ayacucho, Pablo Zubiaurre, que describe la amistad forjada entre don Zoilo Miguens y José Hernández, autor del inmortal Martín Fierro.

El entonces rico estanciero Miguens fundó el 22 de junio de 1866 la ciudad de Ayacucho, ubicada en el centro-este de la provincia, que es cabecera del partido homónimo. Fue el primer Juez de Paz y también el primer comisario, pero en realidad pasó a la historia por su apoyo económico e intelectual a su amigo José Hernández. No sólo financió la primera edición del libro en 1872, sino que según Zubiaurre y muchos críticos le transmitió buena parte de las costumbres criollas de la zona y, además, fue corrector de los originales que Hernández escribió a todo vapor en la clandestinidad de un hotel, lo que probablemente se tradujo en la aparición del nombre de la ciudad en el poema.

“Busqué ahondar en un tema recurrente de nuestra zona que es la relación del Martín Fierro con Ayacucho y analizar la amistad de Zoilo Miguens con Hernández. Miguens, de familia porteña muy adinerada, que sin embargo murió pobre, tendría después en la ciudad de Buenos Aires un rol destacado durante la fiebre amarilla y, ya en nuestro campo, conoció y denunció las desventuras que sufrieron los gauchos alcanzados por la leva del ejército y también la penuria de los reseros que trabajaban en los campos”, dice Zubiaurre, que fue intendente radical en 2011 y reelecto por otro período. Había también entre Miguens y Hernández afinidades con el pensamiento federal y con el alsisinismo, opuesto al liberalismo de esa época.

EL TEMA DEL PAISAJE

Varios críticos advirtieron que el paisaje aparece como sugerido, y pocas veces mencionado o descripto, en el Martín Fierro. Señalaron que Hernández es quien decidió poner sólo en el mapa de la obra a Ayacucho. Zubiaurre que, obviamente conoce ese tema alude a lo que dice la académica acaso más prestigiosa de la actualidad en la Argentina, Elida Lois, que explica esta característica.

Dice Lois que “Miguens, que según una tradición oral contribuyó a solventar la 1ª edición de El gaucho Martín Fierro y acompañó su escritura (se dice que Hernández, que componía sus versos en el Hotel Argentino a comienzos de 1872, todas las tardes lo visitaba para leerle lo que iba tomando forma poética), quedó en el umbral del texto. Aunque, quizá, el poeta haya querido halagarlo con un mensaje cifrado...”. Y ese mensaje cifrado, concluye, fue “citar en el texto la ciudad que su amigo había fundado. En una estrofa expresa: “Yo llevé un moro de número./ sobresaliente el matucho!/ Con el gané en Ayacucho/ Más plata que agua bendita/ siempre un gaucho necesita/ Un pingo pa fiarle un pucho”.

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Zubiaurre cuenta que hay pocos documentos objetivos sobre la amistad del dueño del campo “El Rosario” (la foto de cuyo casi humilde casco va en la tapa del libro), con Hernández aún cuando la tradición oral ha sido una de sus fuentes y que por ello prefirió elegir el género de la novela: “Busqué indagar en el carácter humano de los dos protagonistas principales, Miguens y Hernandez. Es difícil entender lo que pasó si se desprende a los protagonistas de sus sentimientos”.

Zubiaurre es profesor de Historia, graduado en la Universidad Nacional de Mar del Plata y ha escrito varios libros sobre su materia. Dice la crítica Mónica Bueno que “el narrador nos muestra al amigo que espera y al amigo que llega, los deja que conversen y nos lleva de la escena en la estancia de Miguens hacia un tiempo anterior. De esta manera, el oficio de historiador de Zubiaurre le permite con eficacia el cruce de la historia local con la historia nacional”.

“Por otra parte- agrega Bueno- el encuentro de Zoilo Miguens y José Hernández en la estancia del primero no solo da cuenta de la amistad sino que instala el enigma que atraviesa el relato y se resuelve fuera de la narración”.

La relación Miguens-Hernández queda patentizada en la carta que forma parte de la Ida, que le escribe el autor a su amigo. En ese folleto inicial de 80 páginas, que Hernández quiso que tuviera un precio bajo para que se hiciera accesible al gauchaje le expresa: “Al fin me he decidido a que mi pobre “Martín Fierro”, que me ha ayudado algunos momentos a alejar al fastidio de la vida del hotel, salga a conocer el mundo, y allá va acogido al amparo de su nombre. No le niegue su protección, Vd. que conoce bien todos los abusos y todas las desgracias de que es víctima esa clase desheredada de nuestro país”.

Cómo se otorgaron los campos a sus primeros propietarios, a través de la ley de enfiteusis, el coraje de aquellos colonos en tierras deshabitadas e indefensas, la historia de batallas civiles y contra los malones, los tipos de carruajes, los fogones, las puestas de sol sobre las sierras cercanas, los sacrificados viajes de Hernández en diligencias colmadas de pasajeros, la amistad entre dos criollos, el lector podrá con este libro de Zubiaurre adentrarse en la historia grande y pequeña, tanto del país como de la elaboración del Martín Fierro.

Actualmente un grupo de vecinos se ocupa de preservar y poner en valor el rancho original de Zoilo Miguens.

Editado en 2021, no tuvo por múltiples razones una distribución regular, de modo que ahora se lo relanzó. Una librería de nuestra ciudad ubicada en plaza Italia tiene ejemplares y los lectores pueden también ubicarlo a través de las redes en www.librosdelespinillo.com.ar.