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El factor sorpresa y los camuflajes más insólitos

21 de Mayo de 2017 | 02:52
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A la hora de sorprender a alguien que camina despreocupado -o también precavido- por la calle, los motochorros casi siempre actúan por la espalda o entrando por una calle de contramano.

El factor sorpresa es fundamental para que el asalto se concrete. Apurados ante la chance de que algún testigo avise a la policía, los ladrones son capaces de todo nivel de agresión.

Aunque también está la variante opuesta: “Tratan de ser lo menos violentos para que no los denuncien. La gente prefiere no perder ese tiempo en la comisaría y se resigna”, explicó Pablo Pérez, un referente vecinal de Tolosa, acerca de una espiral que convive con los casos más salvajes.

aquel motochorro de las dos camisetas

En Tolosa, uno de los barrios donde más se padece esta modalidad de robo, hay vecinos que todavía se acuerdan de un motochorro “hincha” de los dos clubes de la ciudad.

Su estrategia era insólita. “Primero llegaba a un lugar con la camiseta de Estudiantes. Robaba y se escapaba: a la vuelta se ponía arriba la de Gimnasia, para que no lo reconocieran”, rememoran aún pasados los años.

El artilugio de usar dos viseras de distinto color es también otra variante usada para despistar a testigos y policías.

“La moto generalmente no la exponen para usarla todos los días, sino solamente para salir a robar. En todo caso, la camuflan con calcos o con otras cosas. Muchas veces asaltan con armas viejas o que ni andan. El objetivo principal es quedarse con celulares y bolsos. Y en general eligen como víctimas a gente joven o a abuelos”, explicó Pérez, que a lo largo de los años dedicado a la prevención vecinal conoce las distintas alternativas de la modalidad.

Para el asambleísta, “rara vez se alejan más de 10 o 15 cuadras de donde viven, para así tener llegada rápida a los barrios complicados, donde viven o se esconden”. Un segundo de más o una marca en los plásticos de la moto pueden resultar decisivos para un ladrón al que le siguen la pisada. Ellos lo saben y optimizan al máximo sus métodos de camuflaje y escondite.

 

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