¡Todo mal!: la primera audiencia entre Redrado y Salazar terminó en polémica

La audiencia virtual entre Luciana Salazar y Martín Redrado terminó con una nueva polémica.

En “Intrusos”, contaron con el testimonio de Elba Marcovecchio, integrante del equipo de Fernando Burlando y defensora del economista, quien fue agraviada por Mariano Cúneo Libarona, cuya representada es la “influencer política”.

“Tuvo que intervenir la mediadora por la violencia verbal del letrado de la señorita Salazar”, indicó muy indignada Marcovecchio, que sufrió el destrato de su colega.

“Las abogadas mujeres que están en audiencias saben lo que son estas situaciones, pero el estar curtidas no legitima ese accionar, y menos en un momento como el actual en el que la violencia de género a nivel laboral es un tema que debe tratarse. Increíble e inadmisible lo que sucedió”, sentenció la jurista, quien además reveló que “se fijó una segunda audiencia” a la que “obviamente” concurrirán las dos partes, fechada para el próximo jueves 22 de abril.

Según precisó Marina Calabró en “Lanata sin filtro” (Radio Mitre), el ciclo que conduce Jorge Lanata, pareja de Marcovecchio, las palabras de Cúneo Libarona le dijo a Elba fueron que “es una delirante y que no tiene futuro en esta causa”.

En este punto, el periodista se manifestó diciendo: “Esto no se hace, no se trata así a un colega. ¿Cómo la va a agredir? Se nota que no tiene argumentos” y, luego de defender a su novia, vaticinó que “se van a ir a juicio” Redrado y Salazar.

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En “Intrusos” continuaron abordando algunas cuestiones del caso y la panelista Evelyn Von Brocke precisó que el economista presentó “daño moral y quiere ir a juicio porque considera que ya el daño está hecho, ya lo lastimaron cuando ella dijo ‘lacra’. Desde el punto de vista de la imagen, ya lo dañó. A cambio, el grupo de Redrado quiere dinero para levantar el juicio”. Mientras que por el lado de Luli “van por daños y perjuicios”.

En el programa chimentero también señalaron que horas después de la accidentada mediación, Mariano Cúneo Libarona pidió disculpas por su exabrupto pero no a la destinataria de su agravio, Elba, sino que llamó a Fernando Burlando.