Cerveza: curiosidades de la bebida preferida de la Ciudad

Podría parecer que la historia de la cerveza es muy reciente porque su auge se dio hace unos años. Sin embargo, no hay nada más lejos de la realidad que eso. La disciplina científica conocida como biotecnología comenzó con la producción de los primeros alimentos fermentados, como el pan, el vino o la propia cerveza hace miles de años, cuando la ciencia no era tal y estos productos se realizaban artesanalmente.

Estos tres alimentos son fabricados por el mismo microorganismo: la levadura Saccharomyces cerevisiae. De hecho, este minúsculo bichito es usado de forma común en los laboratorios, ya que muchos de los estudios en genética han sido realizados gracias a este organismo vivo. Resulta curioso pensar que, si se estudia la historia de esta levadura, también se puede comprender buena parte de la historia de la civilización.

Entre todas las cosas que se conocen de la cerveza, hay algunos datos que son poco populares y acá se los contamos.

Bebida milenaria: la primera mención a la cerveza tiene unos 6.000 años, en Mesopotamia. Pero fueron los babilonios quienes la llevaron a un nivel superior. Era tan importante que el castigo para quien la elaboraba de mala calidad era morir ahogado en ella.

También en Babilonia era tradición que, después de las bodas, el padre de la novia agasajara con hidromiel (cerveza con miel) al novio. Sumado a que su calendario se basaba en las fases de la luna, tenemos el origen del concepto “luna de miel”.

Sistema de pago en Egipto: durante la construcción de las pirámides egipcias, los obreros recibían parte de su pago en forma de cerveza, unos cuatro litros al día. Esto los mantenía contentos y evitaba, a su vez, que se rebelaran ante sus superiores. Esa compensación se denominaba kash, que siglos después dio origen a la palabra inglesa cash -dinero en efectivo-.

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Recompensa para los vikingos: en el Valhalla, el paraíso que esperaba a los vikingos tras la muerte, éstos pensaban que les esperaba una cabra gigante que les surtiría eternamente de cerveza.

Mujeres expertas: actualmente, la cerveza es una bebida consumida tanto por hombres como por mujeres, pero en sus orígenes las únicas expertas es hacerla eran las mujeres. En el antiguo Perú, por ejemplo, las mujeres de clase noble eran las únicas encargadas de elaborarla. Incluso durante el siglo XIX se creía que el consumo de la cerveza era beneficioso para una buena lactancia materna.

Una espuma voluminosa es signo de que la cerveza es de buena calidad

Más segura que el agua: más del 90% de la cerveza es agua. Durante mucho tiempo la gente prefería beber cerveza porque era más segura que el agua que muchas veces no estaba filtrada y podía estar contaminada.

El despacho más antiguo del mundo: la cervecería más antigua del mundo es la Brauerei Weihenstephan, un monasterio situado en Freising, a 50 km de Múnich (Alemania), fundado en el año 725. Queda constancia, que en ella se cultiva lúpulo desde el año 768, pero no fue hasta el año 1.040 que le concedieron su acta de apertura, obteniendo de manera oficial los fueros necesarios para elaborar y servir cerveza; naciendo así esta cervecería, la cual está directamente relacionada con la ley de pureza de la cerveza.

A lo largo de su historia la abadía de Weihenstephaner, ha sido abatida por guerras, terremotos e incendios, pero siempre ha sabido resurgir de sus cenizas, hasta reinventarse; pues actualmente es la sede de la Facultad de Cerveza, Alimentos y Lácteos de la Universidad de Múnich.

La Snake Venom es la cerveza más fuerte del mundo con un porcentaje de alcohol de 67.5 por ciento

La más fuerte: Snake Venom es la cerveza más fuerte del mundo con un porcentaje de alcohol de 67.5 por ciento. Fue lanzada en 2013 por la cervecería escocesa Brewmeister. Este curioso brebaje se destila con malta tostada en turba y levaduras de champán y ale y la cerveza se congela varias veces durante la fermentación para que mantenga su fuerza.

Un festival: el Oktoberfest de Múnich es la fiesta popular más grande de Alemania y la cita que mayor número de amantes de la cerveza congrega. Con más de doscientos años de historia, a ella acuden más de seis millones de personas al año.

La espuma es signo de calidad: a pesar de las diversas creencias sobre la espuma de la cerveza, lo cierto es que una espuma voluminosa es signo de una cerveza de buena calidad. Es más, la espuma no debería desaparecer en ningún momento, ni siquiera al terminar el vaso.

Por qué no champú: la cerveza tiene propiedades que rizan el pelo, debido a los activos de la levadura y la cebada, ya que aportan una gran cantidad de minerales que refuerzan la queratina e hidratan el cabello, otorgándole un sorprendente brillo. También es de destacar que los expertos recomiendan la levadura de cerveza para paliar la caída del pelo.

El color de las botellas: la cerveza embotellada generalmente viene en botellas de tres colores diferentes: transparente, verde y marrón. Si la cerveza toma un color oscuro antes de beberla significa que se estropeó debido a una reacción que ocurre entre la luz, el lúpulo y un químico llamado flavina. Se sabe que eso ocurre desde al menos 1875, pero solo se sabe el motivo desde 2001: cuanta más luz entre en la botella, más rápido se producirá la reacción y mayor será la probabilidad de que se estropee.

Por esta razón, la mayoría de los cerveceros eligen botellas marrones para su cerveza. El vidrio marrón bloquea la mayor parte de la luz para que no entre en la botella y arruine la cerveza, y esa es su mejor opción.

En la construcción de las pirámides egipcias, los obreros recibían parte de su pago en cerveza

Las botellas verdes también son muy habituales, pero por una razón de pura necesidad. Durante la Segunda Guerra Mundial, la demanda de vidrio marrón aumentó. Las cervecerías que habían estado usando vidrio marrón necesitaban encontrar otra alternativa, y la opción de usar vidrio transparente no era viable porque podría llevarles a la ruina. Así pues, comenzaron a usar botellas verdes y para algunos, se convirtieron en parte de su marca.

Originalmente, las botellas verdes antiguas no ofrecían mucha más protección que las transparentes, pero la mayoría de las actuales están tratadas con un protector frente a rayos UV que evita que el contenido se estropee.