Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
Toda la semana |CORONA SIN DUEÑO

Grecia: una dinastía con vaivenes que ¿terminó?

El fallecimiento del Rey Constantino II hace unas semanas pareciera ponerle punto final a una casa real que se caracterizó por el exilio desde su “creación”

Grecia: una dinastía con vaivenes que ¿terminó?

Constantino de Grecia y Ana María de Dinamarca con sus 5 hijos: Pablo, Felipe, Teodora, Nicolás y Alexia

VIRGINIA BLONDEAU
Por VIRGINIA BLONDEAU

19 de Febrero de 2023 | 09:37
Edición impresa

El rey ha muerto ¿viva el rey? En el caso que hoy nos ocupa la famosa frase lleva signos de interrogación porque, con el fallecimiento de Constantino II de Grecia, todo hace pensar que se termina una dinastía reinante.

Aunque desde 1967 que ya no estaba en el trono de Grecia, sus “colegas” de la realeza siempre lo consideraron un par.

El último rey de los helenos murió en Atenas el 10 de enero pasado y todas las casas reales europeas, reinantes y no reinantes, se acercaron hasta la capital griega a consolar a su viuda, la reina Ana María, y a sus hijos y nietos. No faltó nadie porque Tino no solo era un hombre querido sino que además tenía lazos por sangre, por matrimonio o por afinidad con casi todos los monarcas.

Sofía y Constantino I, reyes de Grecia

“El cuñadísimo” le decían en España porque su hermana mayor, Sofía, se había casado en 1962 con quien trece años después se convertiría en rey de España. Juan Carlos, además de cuñado, fue su amigo íntimo y el financista que le sacó las papas del fuego cuando tuvo que huir de Grecia por la revolución. También era cuñado de la reina Margarita II de Dinamarca ya que se casó, en 1964, con su hermana más joven. La elección de Constantino no obedecía solo a que Ana María era hermosa sino que los unían fuertes lazos dinásticos ya que la familia real griega era, en realidad, danesa.

Pero también con la familia real británica forjó Tino una gran amistad. Su abuela era nieta de la reina Victoria, su tío era padre del duque de Edimburgo y el actual rey de Inglaterra, Carlos, su amigo. A tal punto que lo nombró padrino del príncipe Guillermo.

Federica y Pablo I reyes de Grecia

Sus funciones en el Comité Olímpico Internacional lo unieron al príncipe Alberto de Mónaco, al Gran Duque Enrique de Luxemburgo y a los monarcas de Noruega y de los Países Bajos. Todos ellos lo invitaron a las mesas de cada banquete y les hicieron un lugar privilegiado en bodas y funerales.

Vivir en Londres y sin apremios económicos puede ser el sueño de muchos pero el deseo de Constantino y Ana María siempre fue trasladarse a Atenas. Durante el exilio demandó al gobierno griego para que les sean restituidas sus propiedades o, en su defecto, 550 millones de euros como indemnización. Se tuvo que conformar con solo cuatro millones. También pidió que se le restituyera la ciudadanía y en este tira y afloje, salió ganando. El gobierno le exigía, para que vuelva a ser griego, lo único que Constantino no tenía: un apellido. Los reyes griegos provenían de los Glücksburg daneses quienes, por considerar que el apellido era demasiado alemán, decidieron no usarlo más y pasar a ser simplemente “de Dinamarca”. Cuando comienzan a reinar en Grecia el primer rey decide continuar con la tradición y pasa a ser Jorge I de Grecia, rey de los helenos.

Nunca ningún gobierno logró convencerlo de pasar a ser el señor Glücksburg y sin apellido no podían darle el documento. Finalmente, en 2013, cuando logró el pasaporte como Constantino de Grecia pudo concretar su sueño de establecerse allí.

Dada la inestabilidad del país, es un hecho fortuito que Constantino haya llegado a reinar en Grecia, la gran potencia de la antigüedad que fue dominada por los romanos y que formó parte, ya en la era cristiana, del imperio bizantino y del imperio otomano. Se independizó recién en 1827 y le llevó años acomodarse.

 

“La mejor herramienta de un rey de Grecia es una maleta”, acuñó Jorge II

 

Las grandes potencias se daban cuenta de la conveniencia de un Grecia estable y para eso necesitan un rey que la llevara por buen puerto pero que también respondiera a sus intereses. Hicieron un plebiscito que aprobó la monarquía en un 95 por ciento y le ofrecieron el trono un hijo del rey de Dinamarca llamado Guillermo que con sus 17 años la única preparación que tenía era la de algunos meses en la Armada. El chico aceptó pero, convencido de que el proyecto no iba a prosperar, volvió a embarcarse. Un mediodía, en un puerto lejano, compró un sándwich cuya envoltura era una hoja de un periódico de reciente data en el que estaba la noticia de que la asamblea griega había aprobado su candidatura.

Desde 1863 y por 50 años reinó como Jorge I junto a su esposa Olga, rusa de nacimiento. Fue un reinado que se caracterizó por la expansión del territorio y por la proclamación de una constitución que limitaba los poderes del rey. Pasó por períodos de popularidad y otros no tanto. En una de esas horas bajas fue asesinado por un anarquista.

La reina Federica con su hija Sofía

Con Olga tuvo ocho hijos entre los cuales se encontraba quien se convertiría en el padre del duque de Edimburgo, esposo de Isabel II. Pero quien lo sucedió fue el mayor, Constantino quien, en sus campañas militares mientras era el príncipe heredero, había conocido tanto la gloria como el fracaso. No le fue mucho mejor en su reinado ya que tuvo que apechugar primero con la guerra de los Balcanes y luego con la Primera Guerra Mundial. Para colmo a la hora de elegir esposa se enamoró de la hija del káiser alemán Guillermo II quien nunca fue bien aceptada entre los griegos germanófobos. Sofía de Prusia, luego reina de los helenos por matrimonio, era una de las nietas de la reina Victoria. De gran porte, casi masculina, era inteligente y bondadosa. Contra los que todos pensaban, Sossy, como le decían, se sentía mucho más inglesa que alemana pero, por sobre todas las casos, se sentía griega. Nada más llegar a Atenas aprendió el idioma y llegó a manejarlo con fluidez. Se casaron enamorados el 27 de octubre de 1889 y fueron bendecidos por un hijo al año siguiente de la boda cuando aún no habían pasado nueve meses. La reina Victoria no se quedó callada: “¿Qué pudo decir ante este acontecimiento tan desafortunado (y a la vez afortunado) que ha ocurrido tan pronto?” escribió a su nieta.

Seis hijos tuvo en total la pareja que pasó de convertirse en la esperanza griega a ser escupida mientras daba un paseo. Famosa es la frase de Sofía “Hagamos las valijas y huyamos”. Pero se quedaron y Constantino asumió como rey en 1913.

A pesar de las presiones intentó mantenerse neutral durante la guerra hasta que en 1917 fue obligado a abdicar él y su hijo mayor, Jorge. La corona recayó sobre su segundo hijo, Alejandro.

 

Desde 1863 y por 50 años, el danés Jorge I reinó junto a su esposa Olga, rusa de nacimiento

 

Alejandro ni estaba preparado ni tenía ganas de ser rey. Para colmo estaba enamorado y comprometido para casarse con la hija de un militar sin nada de sangre real. Aspasia Manos era una joven hermosa y muy culta pero rechazada por el gobierno y por la propia familia de Alejandro a tal punto que cuando se descubrió que se habían casado en secreto fue obligada a abandonar el país. Finalmente el rey Alejandro la pudo hacer volver. A los pocos meses, mientras descansaban en su casa veraniega, una pelea mucho más trivial a la que los griegos, grandes guerreros, estaban acostumbrados terminó con la vida del rey. Su perro fue atacado por uno de los tantos monos que pululaban por el jardín y en su afán de impedirlo fue mordido por el animal semisalvaje. Días después la herida se infectó. Lo acompañó en su agonía solo su esposa, embarazada de cinco meses, y su anciana abuela Olga. Al resto de la familia se les prohibió la entrada a Grecia.

La vida siempre da revancha. Al quedarse Grecia sin rey, el pueblo griego votó por el regreso de Constantino I, padre de Alejandro. Esta opción ganó con el 98 por ciento de los votos pero a los dos años los griegos cambiaron de idea y tuvo que abdicar. Esta vez a favor de su hijo mayor que comenzó a reinar en 1922 como Jorge II.

Constantino II de Grecia

A Jorge no le fue mejor. Como todos, empezó bien el reinado pero a los dos años lo mandaron al exilio. Durante los más de 10 años que pasó afuera, Grecia tuvo 92 gobernantes así que buscando la estabilidad lo hicieron regresar para derrocarlo nuevamente seis años después. Cinco años estuvo en Londres hasta que lo convocaron de nuevo en 1946. Antes de dejar definitivamente este mundo, al año siguiente, acuñó la frase que mejor describe a la dinastía: “La mejor herramienta de un rey de Grecia es una maleta”.

Lo sucedió su hermano quien tomó el nombre de Pablo I aunque su familia lo llamaba simplemente Palo. Se había casado con la princesa Federica de Hannover, una joven muy decidida que nunca les gustó a los griegos por considerarla demasiado entrometida en cuestiones de estado. Cuando Palo se casó con ella tenía ya casi 40 años y una vida intensa en la que no habían faltado relaciones íntimas con hombres y mujeres. Sin embargo con Federica formó un matrimonio armónico que dio como resultado tres hijos: Sofía, Constantino e Irene.

Fue, dentro de todo, un período estable pero tuvo que soportar a su esposa y al primer ministro dándole órdenes permanentemente y casi siempre contrapuestas. Federica era caprichosa, intensa y altanera, pero muy seductora. Y el rey la adoraba.

Uno de los últimos grandes acontecimientos que presidió Pablo I fue, en 1962, la boda de su hija mayor, Sofía, con el entonces príncipe Juan Carlos de España. Dos años después, fallecería y lo sucedería su único varón, Constantino, recientemente fallecido.

Federica, su viuda, pasó grandes períodos en la India y en España. Falleció en Madrid en 1981. Cabeza dura como era, decidió hacerse una cirugía estética un fin de semana en que toda la familia real se había ido a esquiar. Complicaciones con la anestesia le provocaron un infarto masivo.

Pero volviendo al comienzo del reinado de Constantino II, digamos que aunque comenzó con buen pie, la alegría solo duró tres años y en 1967 tuvo que exilarse.

Después de todo lo que contamos a nuestros lectores, podrán inferir que el regreso de la monarquía a Grecia es totalmente inviable. Y no sólo porque los griegos no quieran saber nada sino porque el hijo mayor de Constantino no tiene el más mínimo interés.

Pablo de Grecia y Marie Chantal

Pablo, quien ha heredado los derechos dinásticos, nació en Grecia en 1967 pero vivió en Londres casi toda su vida. Primo y gran amigo del rey Felipe VI de España, se casó en 1995 con Marie Chantal Miller, hija de uno de los hombres más ricos de Europa, dueño de los duty-free de los aeropuertos internacionales. Formaron un matrimonio estable y feliz y tienen cinco hijos mucho más cercanos a las redes sociales, la moda y el buen vivir que a la inestable política griega. Van cada año de vacaciones a las playas del Egeo pero su mundo está en las grandes capitales del mundo en las que parecen moverse como si fueran sus dueños. Marie Chantal es muy cercana a la reina Sofía y fue la única en ponerse públicamente de su parte en una pelea pública que ésta tuvo con su nuera Letizia. “Por fin vemos su verdadera cara” puso en Instagram refiriéndose a la actual reina. El tiempo apaciguó las aguas y en el funeral de Constantino las vimos juntas y sonriendo.

Ana María y Constantino tuvieron en total cinco hijos. Nicolás, el tercero, fue el único que se afincó en Grecia pero nada hace pensar que tenga ambiciones monárquicas.

El rey ha muerto. Pero no habrá nuevo rey.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$120/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2250

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$160/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3450

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$120.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $2250.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla