Argentina, entre los países con más casos de bullying y ciberbullying

El bullying y el ciberbullying representan formas graves de violencia entre pares que vulneran los derechos de niños, niñas y adolescentes. La gravedad del fenómeno se inscribe además en un contexto alarmante en la Región: en 2024, el suicidio fue la principal causa de muerte violenta en la región, con cinco casos de menores de edad, un dato que reaviva el recuerdo de la tragedia del Colegio Nacional en 2017, cuando la estudiante Lara Tolosa Chaneton se quitó la vida en plena clase.

En Argentina, los datos son alarmantes: según la ONG Bullying Sin Fronteras, el país ocupa el quinto lugar a nivel mundial en casos de acoso escolar y digital, con más de 50.000 episodios reportados en 2023. Las consecuencias de estas prácticas —que incluyen agresiones, burlas, exclusiones y hostigamiento tanto presencial como virtual— afectan la salud mental y emocional de quienes las padecen, generando ansiedad, depresión, aislamiento y, en los casos más severos, ideas suicidas. Expertos advierten que no se trata de “cosas de chicos”, sino de situaciones que requieren una intervención inmediata y responsable de los adultos, tanto en la familia como en las instituciones educativas.

En los entornos digitales, el ciberbullying agrava el daño por su alcance y permanencia. Las agresiones pueden difundirse de manera anónima, viral y sin límites de tiempo, dejando huellas imposibles de borrar. En este contexto, los organismos oficiales promueven herramientas de prevención y asistencia como la línea gratuita 102 y el programa de Convivencia Escolar del Ministerio de Educación. Inspirado en modelos como el programa finlandés Kiva, que redujo en un 90% los casos de acoso, se busca fomentar la empatía, la comunicación y la participación activa de docentes, familias y estudiantes. El desafío es construir entornos escolares y virtuales donde el respeto y la solidaridad reemplacen la indiferencia y el silencio.

Un relevamiento con cifras que preocupan

Un relevamiento del Ministerio Público Tutelar de la Ciudad de Buenos Aires reveló que el 66,2% de los adolescentes entre 12 y 18 años fueron víctimas o conocen a alguien que sufrió bullying, lo que confirma la magnitud del problema en el ámbito escolar. El estudio, realizado en el marco del programa Convivencia Respetuosa entre Pares, también indicó que el 77,2% de las situaciones de acoso ocurren dentro de las escuelas y un 37,8% en redes sociales, reflejando cómo la violencia entre pares se extiende tanto a los espacios educativos como al entorno digital. La encuesta, que alcanzó a 1.380 estudiantes de instituciones públicas y privadas, mostró además que muchos jóvenes eligen no pedir ayuda: un 24,4% afirmó no hablar con nadie sobre lo que padece, mientras que el resto recurre principalmente a la familia, los amigos o la escuela.

El informe advierte que el silencio frente al acoso puede tener consecuencias graves en la salud emocional y social de los adolescentes. Por eso, el organismo promueve estrategias que favorezcan la comunicación y la construcción de vínculos respetuosos dentro de las instituciones.

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