Feo, muy feo: Gorosito se calentó y complicó más el momento

Por LEONARDO PELUSO

Feo día el de ayer en River. Los jugadores referentes fueron saliendo del vestuario para hablar con la prensa y anunciaron que charlarían en conferencia junto al entrenador. Pipo Gorosito entonces apuró su salida con cara larga, fue a buscar a Paulo Ferrari, Oscar Ahumada, Danilo Gerlo y Radamel Falcao, que charlaban juntos y se metieron todos en la sala de prensa. Ya habían anunciado que la idea era respaldar al entrenador, desmentir versiones y decir que estaban todos juntos para tirar hacia adelante. Ninguno estaba enojado, todos estaban preocupados y la idea era aclarar. No pudieron, por lo contrario todo se oscureció.

Se sentaron en fila, Pipo agarró el micrófono, con los ojos enfurecidos y dijo, "¿ya estamos?, bueno... Castillo, te escuchamos". Nadie entendía bien que pasaba, los jugadores se miraron y Pipo le apuntó al periodista que según él había escrito y dicho que en el plantel había diferencias (nota que también escribió este diario). Allí insistió, "Dale, preguntale a los muchachos que están acá si tenemos diferencias y esas cosas". Seguidamente se dio una charla que ni lo jugadores, ni la gente de prensa, ni uno de los directivos que estaba allí estaba al tanto que se iba a dar.

ACUSACIONES Y MENTIRAS

Pipo acusó de mentiroso varias veces al periodista y le exigió en tono amenazante y de muy malos modos que diga quien le había contado esas cosas. "Decí los nombres, porque acá estamos todos juntos y no hay peleas ni esas miserias y mentiras que se dicen. Quién te dijo eso, decímelo en la cara, mirándome a los ojos, hay que terminar con eso de preservar las fuentes", reclamó un Pipo furioso y con temperatura en alza. La respuesta fue obvia, "las fuentes no se revelan y nadie dijo que estuvieran peleados".

Pero Pipo ya estaba muy caliente y la siguió, personalizó su charla con el periodista de Clarín y la Red a quien le siguió diciendo mentiroso, mientras nadie entendía nada. Los mismos jugadores se miraban como diciendo, "no vinimos para eso". Asombrados y sin emitir sonido se hacían señas mientras Pipo hablaba enojado y reiteraba, "esto es un problema futbolístico, no busquen en otro lado, no hay cosas raras, no hay que buscar escándalo. Esto es porque se juega mal, a veces bien y nada más y acá vinieron los muchachos a respaldar lo que digo. Hablemos de eso".

Ante la reflexión de otros periodistas sobre lo equivocado de sus dicho, Pipo dijo "basta, dos preguntas más y listo". El asombro por el escándalo era tremendo. Gerlo habría los ojos como si le estuviesen cobrando un penal. Falcao hacía señas y le hablaba por la espalda de Pipo a Ahumada. Ferrari a un costado miraba el piso. Los cuatros nunca se imaginaron que Pipo iba a ir con los tapones de punta. La idea era otra. "No queríamos generar este escándalo, ni avalar lo que dijo Pipo, sólo fuimos a apoyar al DT y a desmentir versiones, nada más", confiaron preocupados y sabiendo que estaban en el mismo lodo sin haberlo querido.


LA CHARLA PREVIA

El tema había estado en el plantel en la charla previa al entrenamiento cuando Pipo como si fuera un tema trascendental les dijo si había leído las notas donde se hablaba de diferencias en el plantel. Nadie estaba muy al tanto y Pipo insistió, "¿alguno tiene problemas conmigo o no le gusta algo, que lo diga?". Todos dijeron no, porque al fin de cuentas no hay nada grave por estallar, y la cosa siguió.

Luego los grandes que se sintieron metidos en el lío eligieron ir a una conferencia. Ahumada y Ferrari por ser capitanes y Gerlo y Falcao porque se pelearon en la cancha de Huracán. Pipo les pidió que vayan a la conferencia a aclarar y ellos fueron con la sensata idea de bajar los decibeles y no alentar más fuego. Pero Pipo tenía otra idea en mente, estaba caliente, enojado y quería descargar su furia. Sin saberlo, los jugadores se vieron sentados en la misma escandalosa escena que no hace otra cosa que subirle el volumen a esta historia de fracasos deportivos.