Nueva y rara especie de animal marino

Especial para EL DIA de National Geographic

Un grupo de extraños animales con forma de hongo descubiertos en la década de 1980 en las profundidades del mar que baña las costas de Australia finalmente recibieron un nombre: Dendrogramma. Estos organismos son tan únicos que llevarían a reorganizar las ramas más antiguas del árbol genealógico animal.

Estos seres, descriptos por primera vez en la publicación científica PLOS ONE, no pueden ser clasificados en ningún grupo animal existente, aunque se asemejan a algunas especies extinguidas hace ya mucho tiempo. “Es una sorpresa muy interesante y plantea muchos interrogantes”, dice Simon Conway Morris, un biólogo de la Universidad de Cambridge que estudia la evolución animal.

Leonid Moroz, trabaja como neurobiólogo en el Laboratorio Whitney de Biociencia Marina de St. Augustine, Florida, y opina que si las nuevas especies resultan descendientes de animales primitivos, el descubrimiento podría “redefinir completamente el árbol de la vida, e incluso nuestra idea acerca de la evolución de los animales. Habría que reescribir los libros de zoología”.

Recientemente los científicos han discutido las posiciones de los animales en la base del árbol genealógico, y los nuevos seres serían candidatos a ocupar una de las ramas más antiguas.

Si los nuevos animales están directamente relacionados con organismos antiguos, el descubrimiento podría asemejarse al hallazgo del pez llamado celacanto- que se creía extinguido- en la costa de Sudáfrica en 1938. El nuevo descubrimiento también pone de manifiesto cuántos ambientes submarinos siguen sin ser explorados.

Los pequeños animales, que miden dos centímetros estando vivos, son translúcidos y se parecen a los hongos con sombrero. Pero la semejanza termina ahí. Lo que en el Dendrogramma se asemeja al tronco de un hongo tiene en realidad una boca en la base que conduce al canal digestivo que se abre repetidamente una vez que llega a un disco semejante a un sombrero de hongo. El estilo de vida del animal es tan misterioso como su aspecto. Ninguno de los especímenes muestra señales de haber sido arrancado de algún lugar, lo cual sugiere que son independientes y que no viven adheridos a otra superficie o entre sí.

Pero los organismos no parecen poder nadar ya que su disco parece inflexible y carecen de otro medio de propulsión evidente. Como la boca es pequeña y simple, se alimentarían atrapando microbios en moco segregado por los lóbulos que rodean la boca. El biólogo Jean Just, experto en crustáceos, descubrió estas criaturas en 1986 en una muestra tomada en aguas profundas de la costa de Australia. En los casi treinta años que pasaron desde entonces, Just no volvió a encontrar más animales de estos. Y tras consultar a muchos expertos, sigue sin hallar ningún registro o recuerdo de algo ni remotamente similar.

“Me sigue sorprendiendo que nadie haya dicho al menos que había visto cosas semejantes aunque no lo hayan publicado”, agrega Just.

Cuando se sacó a los animales de las profundidades del océano, se los conservó en formol y luego en etanol, por lo que su análisis genético es difícil, o imposible. Just y sus colaboradores esperan encontrar más especímenes para hacer un análisis de ADN, aunque durante un viaje posterior a la zona no se logró encontrar ninguno. Sin información genética es difícil saber de qué manera se relaciona la nueva especie con otros animales.

Pero en base a la forma física, Just opina que podrían representar una rama muy antigua de la vida animal.

Los Dendrogramma muestran similitudes generales con los ctenóforos y los cnidarios, entre los que se encuentran las medusas, los corales y las anémonas marinas.