Cumpleaños a la mexicana

Sergio Rotman se considera “un tipo afortunado”. El saxofonista argentino ha encontrado en su banda, Los Fabulosos Cadillacs, una especie de familia disfuncional que goza de un lugar privilegiado en la escena latina del rock.

A 30 años de la creación del grupo, el músico también puede presumir de tener entre sus filas a dos de los compositores más importantes de la música latina contemporánea: el cantante Gabriel Fernández “Vicentico” y el bajista Flavio Cianciarulo, y de haber vivido en carne propia la etapa más subterránea de la escena musical en la región, cuando él y sus compañeros actuaban en boliches casi vacíos.

Pero la historia de la agrupación originaria de Buenos Aires ha cambiado radicalmente desde sus primeros años, cuando tocaba en el garaje de la casa de Cianciarulo: Los Fabulosos Cadillacs celebrarán sus tres décadas de trayectoria con un concierto en el Foro Sol de la Ciudad de México, donde esperan reunir a más de 50 mil personas, al tiempo que han comenzado la preproducción de lo que será su nuevo álbum previsto para 2016.

“Los Cadillacs me han dejado una familia! ¡Somos mucho más que amigos! Hemos desarrollado una relación entre nosotros y nos ha pasado prácticamente de todo”, revela Rotman: “nos conocemos desde que éramos chicos y vivíamos con la familia. Empezamos a tocar como una banda ‘underground’ en los 80, con el gobierno militar todavía presente, no en actividad, pero sí con una fuerte presencia. Fuimos parte de la presión política que sufría Argentina en esos años, así que llegar hasta aquí y vivir todo esto es mucho más de lo que uno pudiera soñar”.

El grupo, también integrado por el trompetista Daniel Lozano, el tecladista Mario Siperman y el baterista Fernando Ricciardi, llegó por primera vez a tierras aztecas en la década de 1990 y desde entonces entabló una relación amorosa muy fuerte con ese país, donde ha protagonizado conciertos memorables y donde Cianciarulo conoció a su esposa y la madre de sus hijos.

De hecho, el primer bar en México donde el conjunto rockero se presentó en 1991 fue el mítico Río Rita, en Tijuana, donde reunió apenas a 50 personas.

“El regalo más grande que me ha dado México fue llegar aquí no como un producto de la compañía discográfica, ni como los grandes hacedores de éxitos, sino como una banda del movimiento ‘underground’. Haber partido de ese rincón mugriento, y muchas veces odiado que es el ‘underground’, eso es para mí el mayor regalo porque sabes que tu éxito es real y tangible”, apunta Rotman, también líder de Cienfuegos.

A finales de 2001, Los Fabulosos Cadillacs optaron por darse un receso que duró seis años. Y México también fue testigo del inicio de su gira de reencuentro “Satánico Pop Tour”. Rotman, autor de “Siguiendo la Luna”, una de las canciones más conocidas de Los Cadillacs, también recordó que cuando él y sus compañeros preparaban el lanzamiento de su disco de 1993 “Vasos vacíos”, el más importante de su discografía, los entonces directivos de su casa disquera consideraban que se trataba de un grupo de moda y no le auguraban muchos años de vida.

“Obviamente cuando salió ‘Matador’, la cosa cambió. ¡Haber partido del movimiento underground del rock and roll en Latinoamérica es sin duda nuestro mayor logro!”, afirma el músico de 52 años. Tras cerrar en México su gira “La música salvará al mundo 2015”, que comenzó en Chile en mayo pasado, los Cadllacs continuarán trabajando en su nueva producción discográfica, titulada “La salvación”, según ha compartido en las redes sociales el bajista Flavio Cianciarulo.

“Definitivamente 2016 traerá un disco nuevo de Los Cadillacs”, admite Rotman.

Con 12 álbumes grabados, Los Fabulosos Cadillacs son una de las bandas más importantes de la escena del rock en Latinoamérica. Sus canciones, que incluyen títulos como “Manuel Santillán, El León” y “Yo te avisé”, han retratado la obra y las luchas sociales de importantes personajes como el escritor uruguayo Eduardo Galeano, el revolucionario argentino Ernesto Che Guevara y el cantautor chileno Víctor Jara.