El imperio (del pop) contraataca

“Música bailable, tocada por personas divertidas”. A la consigna que decora el lanzamiento de “Bailando chic”, debut discográfico de los platenses Russ en formato largo, habría que agregarle “y convencidas”.

Russ es la criatura contemporánea e inquieta de Agustín Cassano, el “Ruso”, quien dio el paso al frente desde su anterior papel como baterista de Nerdkids para reencarnar en líder desprejuiciado y a la vez “self-conscious”, en pleno uso de las facultades glamorosas y seductoras que fueron moneda corriente para muchos frontmen de los ‘80.

El sonido de Russ, precisamente, se conecta con el resurgimiento del pop bailable que encarnan numerosas bandas actuales -Chromeo, The Whitest Boy Alive, Maroon 5, Miami Horror, Breakbot-, con la misma atención por las enseñanzas rítmicas de Nile Rodgers: el bautismo del disco no deja lugar para dudas.

“Preferimos la canción pop como formato porque da pie, básicamente, a cualquier cosa que uno desee explorar” advierte el cantante: “cada tema es una especie de universo sonoro de tres o cuatro minutos en el que pueden entrar los toques rockabilly de The Smiths o los arreglos de música de cámara de los Beatles, pasando por el funk con armonías jazzeras de Earth, Wind and Fire o Chic”.

Después de la separación de Nerdkids, con ese canto del cisne que fue “Generación pulgar” para el combo de Mister Mön, Soledad Lynn, Aquiles “Paquito” Bianchi Salazar y los hermanos Cassano -Agustín y Pablo- a fines de la década pasada, éstos últimos se lanzaron a la conquista de su propio futuro musical.

“Siempre que algo se termina, tarde o temprano hay un duelo y eso es lo que viví” recuerda Agustín, que empezó a tocar la batería a los 12 años y desde los 14 años formó parte de Nerdkids, con quienes grabó tres discos: “afortunadamente tengo como aliado a mi hermano, que no sólo toca la guitarra conmigo sino me ayuda en la parte de producción artística”.

El tándem Cassano consolidó el proyecto Russ con la llegada de Laura Fumita -bajo-, Dex -coros y percusión- y Nico Dirisio -batería-. En 2012, el grupo editó su primer EP, “#DaleGuey”, con la producción de Ezequiel Araujo y dos canciones -“Seamos” y “Ojalá”- que cuentan con sus correspondientes clips.

“Desde muy chicos nos sentimos identificados con el pop” repasa Russ: “en mi caso, haber descubierto a los Smiths, fue un antes y un después; venía de escuchar punk rock furioso y despertó una sensibilidad que tenía oculta, me abrió la cabeza. Ahí empece una exploración por todo el pop y encontré muchas cosas con las que me identifiqué”.

Esa apertura, considera Cassano, también la experimentó buena parte del público de su generación. “Hoy en día la gente está mucho más abierta de lo que solía ser años atrás, cuando estaba todo más separado por género” dice: “los festivales de ‘rock’ tienen más variedad. Y hay una escena local muy rica, con muchas propuestas. Sin bien hay más expresiones de géneros como el rock o el indie, que están en boga, lo que nos planteamos siempre es no limitarnos y poder mezclarnos con otros estilos”.