Macri logró imponer a Cambiemos como la principal fuerza del país

Con apenas tres años de vida, Cambiemos se impuso ayer como la principal fuerza política del país. Fue la única que estuvo representada en 23 provincias y, con otro nombre y un socio menos (el radicalismo), en la Capital Federal.

Si los resultados de las Primarias se replicaran e incluso mejoraran en octubre, el Gobierno se habrá asegurado el ingreso al Congreso nacional de diputados y senadores que hoy no tiene y que le asegurarían al presidente Mauricio Macri números más favorables para impulsar las reformas pendientes. Deberá, de todos modos, negociar con el peronismo en sus varias formas porque no tendrá mayorías propias.

Aunque la atención estuvo centrada en la infartante definición de Buenos Aires, con su 37% de peso sobre el padrón nacional, las PASO dejaron como uno de sus saldos principales un evidente avance de Cambiemos en el interior del país.

Con números provisorios, al cierre de esta edición el oficialismo lograba imponerse en 4 de las 5 provincias más grandes, de las que gobierna tres: en Mendoza obtuvo más del 40%; en Capital Federal le sacó casi 30 puntos al segundo, con una Lilita Carrió arrolladora; en Buenos Aires, la pelea con Cristina Kirchner fue voto a voto y en plena madrugada se encaminaba a un empate técnico.

Pero los dos goles del team macrista fueron en Córdoba, una provincia que el peronismo maneja desde 1999 y que en la presidencial de 2015 fue decisiva para entronizar a Macri, donde Cambiemos se imponía anoche por no menos de 15 puntos. Y Santa Fe, un distrito que el Socialismo gobierna desde hace 10 años, también les dejó una victoria que era impensada hace semanas. Fue sin duda decisivo que el radicalismo decidiera romper allí su alianza histórica con el PS. El radical Albor Cantard encabezó la boleta que respaldó la Rosada.

Córdoba, Buenos Aires, Capital, Santa Fe y Mendoza son los 5 distritos con más votantes del país. “Los Cinco Grandes”, como le dicen los políticos. Aún cuando el test de ayer fue una suerte de gran encuesta, y la definición “por los porotos” será en octubre, no son muy numerosos en la historia reciente los casos en que un oficialismo nacional se impuso con holgura en cuatro de ellas al mismo tiempo y peleaba voto a voto en Buenos Aires.

El “mapa amarillo” dejó además otros datos significativos, aún cuando tengan menos volumen político que los triunfos antes mencionados. Cambiemos logró mantenerse victorioso en Jujuy, un lugar que se había vuelto hipersensible por la polémica que generó la detención de Milagro Sala.

También fue el más votado en La Pampa, de histórica tradición justicialista; y en San Luis, manejada casi como una república autónoma por los Rodríguez Saá, que hoy son aliados del kirchnerismo. Esa fue, quizás, la mayor sorpresa. Más que la de Santa Cruz, pago chico de Cristina y que vive una profunda crisis económica y social que no logra encauzar su cuñada Alicia. Allí Eduardo Costa destrozó al Frente para la Victoria.

Al cierre de esta edición, Cambiemos aparecía como la fuerza más votada en Entre Ríos, Corrientes y Neuquén; salía segunda en Formosa, Misiones, La Rioja, Río Negro, Salta, San Juan y Tucumán y se definían paridades en el resto.

Más allá de los números finales de ayer, los gobernadores oficialistas y opositores tendrán por delante poco más de dos meses para redefinir o profundizar sus estrategias electorales de cara a las legislativas de octubre.

Los que no son de Cambiemos buscarán el mejor posicionamiento posible para hacer valer sus diputados y senadores en el Congreso. Y lo más probable es que entre los justicialistas empiecen movimientos casi ajedrecísticos para definir un nuevo liderazgo en un peronismo que, otra vez, aparece fragmentado y perdidoso en la mayoría del país.