Cómo reaccionar en caso de que nuestra mascota sufra algún accidente

Muchos platenses toman a sus mascotas como a un integrante más de su familia, por lo que juegan un papel muy importante en el hogar. Es por ello que cuando sufren algún inconveniente que pone en riesgo su vida, la situación se puede convertir en una verdadera tragedia.

Por ejemplo, cómo reaccionar cuando sufren un atropello en la calle, ya que la gran mayoría de las mascotas, en especial los perros, disfrutan mucho los paseos matutinos y vespertinos. Es por eso que en su afán de disfrutar y en medio de un importante grado de exaltación, cruzan la calle de forma desprevenida y pueden terminar siendo lastimados por algún automovilista que no advirtió el paso del animal.

Especialistas aconsejan no dejarse llevar por el impacto y volcarse a la calle a rescatarla sin percatarse del tránsito. Ello podría causarnos lesiones y no ayudaría a la mascota. Otro de los tips es amarrar o envolver la boca del animal con una cuerda ya que el perro o el gato atropellado relacionan la mano amiga, que busca brindarle ayuda, con la mano que lo lesionó y optará por atacar a quien se le acerque debido a que se encuentra en shock por el dolor. Si la mascota queda postrada hay que ubicarla en una tabla y con algún tipo de cinta (ya sea de papel o adhesiva) envolverlo en la camilla para evitar que se haga más daño a sí mismo.

Por otro lado, si la mascota cae de una altura importante y está inconsciente se le debe abrir la boca para limpiar los fluidos y evitar que se ahogue. Mientras que si se presenta una hemorragia se debe inmediatamente realizar un torniquete, que puede ser con algo plástico o de tela. Si es en una extremidad se le realiza varios centímetros arriba de donde está la hemorragia y se debe soltar cada 3 minutos y volver a realizar. Esta acción ayudará a oxigenar la zona. Si es en el pecho se debe hacer presión con fuerza con una toalla, pero por ningún motivo se debe aplicar ningún tipo de sustancia.

Asimismo, también es clave saber cómo reaccionar frente a un presunto envenenamiento. Los expertos sostienen que las intoxicaciones por productos químicos pueden resultar letales para las mascotas e infortunadamente se presentan muy a menudo, ya sea de forma accidental o porque manos inescrupulosas tienden a atentar contra los animales. Las sustancias con que más se envenenan los animales son los raticidas que pueden ser de tres tipos: veneno en forma de pepas que tienen un efecto anticoagulante y causa muerte por hemorragia varios días después (en caso de ser consumida accidentalmente por la mascota debe acercarla lo más urgente posible al veterinario); venenos que se mezclan con comida para atraer a los ratones, que tiene un efecto casi inmediato por lo que al ser consumido el animal empieza a babear y a tener diarrea (para atender está emergencia es clave limpiar la boca del animal para intentar que respire mejor); y aquel veneno que mezcla residuos tóxicos, donde las posibilidades de sobrevivir son apenas del 10%, por lo cual se debe actuar rápidamente (en primer lugar se limpia la boca, se envuelve en una manta para que no vea la luz y le produzca fotofobia, y se va rápidamente al veterinario).

Otro episodio dramático puede ser el ahogamiento por inmersión. Especialmente los cachorros suelen ser inquietos en su proceso de descubrir el mundo y es así que pueden llegar a caer en una pileta. Para estos casos se aconseja actuar rápidamente y una vez que se logre sacar a la mascota del agua se debe iniciar un masaje cardiaco para comprimir el tórax y tratar de forzar al líquido de salir de los pulmones. Una vez realizado este proceso por dos minutos de forma enérgica, debe dirigirse rápidamente a la clínica. En caso de no saber realizar un masaje cardiaco se puede optar por tomar al animal por las patas traseras y sacudirlo boca bajo para intentar eliminar el agua de las vías aéreas.

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Las quemaduras son otro punto a tener en cuenta. Si es producto de agua hirviendo, lo primero que se debe hacer es aplicar hielo o agua helada en una toalla y envolver al animal en ella, esto con el fin de reducir la temperatura e hidratar la zona. Sin embargo si el producto con que resultó quemado es un agente químico se debe tener mucho cuidado al intentar retirarlo porque uno mismo puede resultar lesionado.

También puede ocurrir que el perro o el gato se pelee con otro animal y sufra heridas que queden a la vista. Si la lesión es leve, lo aconsejable es lavar muy bien con agua y jabón para desinfectar la zona y así evitar complicaciones ya que aunque la herida se vea pequeña puede ser muy profunda. Si se presenta hemorragia se debe acudir al veterinario debido a que los dientes de los animales causan desgarre bajo la piel que puede ser muy serio.