Pablo, el vecino que salió con su generador a abastecer de energía a los damnificados

El apagón, esa pesadilla que pareció interminable para los vecinos de la zona Norte de la Región, permitió conocer historias de solidaridad como la de un hombre que salió con su generador a abastecer de energía a los vecinos que no tienen agua corriente para que al menos pudieran encender los motores y cargar sus tanques, o la de la cafetería de una estación de servicio de Camino Centenario que además de multiplicar los enchufes para los cargadores, por la noche se convirtió para muchos padres con niños pequeños en una especie de jardín de infantes donde sus hijos pudieron jugar un rato y matar algunas horas sin luz.

Pablo Genzelis vive en barrio Savoia y, aunque no lo afectó el corte de luz, decidió publicar en una página de Facebook que aquel vecino que necesitara encender los bombeadores para llenar sus tanques él los auxiliaría con su generador de manera gratuita.

“Yo no tuve problemas, pero cuando vi las complicaciones de tanta gente de City Bell decidí con mi amigo Bautista publicar la propuesta en una página de vecinos de City Bell que hay en Internet y salir a ayudarlos con el generador”, dijo el vecino.

El lunes a primera hora le puso combustible al equipo y con las direcciones de las personas en su poder se armó un itinerario para llevarles un rato de electricidad. La zona recorrida fue barrio Martín Fierro, las calles 132 de 455 a 440.

Entre las 9 y hasta 19.30 asistieron a unas 40 familias; como la demanda fue creciendo el martes anticiparon la salida a las 7 y 30 y recorrieron distintas zonas hasta las 20.30 cuando volvían casi sin aliento, pero con la satisfacción de saber que al menos los vecinos afectados por el corte de luz tenían agua para las actividades esenciales del hogar.

“En todas partes nos querían pagar, pero no aceptamos de ninguna manera; nosotros no somos de ningún partido político, ni de ninguna religión y pudimos ayudar a la gente, nos extraña cómo no se vieron candidatos de ninguna fuerza solidarizándose con el problema de los vecinos”, agregó Genzelis, mientras ponía en orden el generador para visitar una familia que necesitaba del generador para hacerle nebulizaciones a un pequeño.

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En cada lugar por el que pasaron estos dos vecinos los quisieron retribuir ya sea con dinero, con mate y hasta con alguna comida; pero solo aceptaron el martes algunas colaboraciones de los vecinos hasta cubrir el gasto del combustible que requirió el generador. Se estima que el gasto fue de unos mil pesos.

“Hoy a la mañana - por ayer - también le dimos energía a varias casas que seguían sin luz, ayudar no cuesta nada cuando uno puede, lamentablemente otros personas públicas que podrían haber colaborado no aparecieron”, concluyó Genzelis.

En Villa Elisa las zonas que permanecieron mas tiempo sin luz fueron los barrios Triángulo y Jardín y muchas familias con niños pequeños que estaban a oscuras decidieron ir a pasar unas horas a la cafetería de la estación de servicio que está en Camino Centenario, frente de la plaza, para que sus hijos jugaran un rato.

“Fue un caos de padres y niños, el lugar parecía un jardín de infantes, pero al menos los chicos se entretuvieron unas horas jugando con los teléfonos o entre ellos”, contó el responsable de ese comercio.

En ese lugar también se habilitaron varios enchufes para que los vecinos pudieran ir a cargar sus teléfonos celulares.