Fue a comprar y luego a robar: en el proceso, apuñaló al dueño del local

Desde la tarde del viernes y hasta cerca del final de esa jornada, un muchacho de 19 años estuvo comprando y bebiendo cerveza junto a amigos en la misma vereda de un kiosco del barrio José Hernández. Nada hacía presagiar entonces lo que pasaría en las primeras horas de ayer.

Esta vez sin acompañantes, primero tocó el timbre del local, que está situado en 134 y 508. Al no ser atendido, decidió entonces ingresar al negocio por la fuerza. Pero provocó tanto ruido para hacerlo, que el propietario del comercio, el mismo que le había vendido las cervezas que el joven consumió con amigos, se despertó de la vivienda que está en la parte posterior del lote.

Y fue hasta el sector del kiosco, donde, según denunció la familia, el adolescente estaba robando “bebidas alcohólicas que estaban en la heladera y además tres teléfonos celulares que dejamos cargando”. Así lo contó ayer a EL DIA Mateo Romero (18), hijo del damnificado de 54 años que terminó herido.

Luego precisó que el incidente ocurrió “a las 5 de la mañana” y que al descubrir su padre en esa maniobra a su cliente “forcejearon hasta que papá logró reducirlo. Después vino la Policía y se llevó detenido al pibe”.

“LE DEJÓ CLAVADO EL CUCHILLO”

Mateo reveló después que mientras su papa peleaba dentro del local con el ladrón, en el fragor de la lucha no advirtió que el intruso “le dejó clavado en el brazo izquierdo un cuchillo tipo Tramontina”.

Recién la víctima se percató de esa circunstancia cuando que terminó sujetando a quien hasta una rato antes era solamente un cliente y vecino del barrio.

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Uno de los frentistas, mientras se desarrollaba la charla de Mateo con este diario, comentó que “a este pibe que se metió a robar lo echaron por ‘chorro’ del barrio Altos de San Lorenzo”.

“Por eso hace dos meses que se vino a este barrio, donde vive junto a su madre y la nueva pareja de ella, que alquilan a una cuadra del kiosco desde hace 6 meses”, reflejó de inmediato.

“Es una vergüenza que mi papá haya tenido que esperar 2 horas en el hospital San Roque con un cuchillo clavado”

Mateo Romero (18) Hijo del comerciante atacado

Consultado sobre la herida que sufrió su padre al ser atacado por el delincuente, Mateo expuso que “la ambulancia del SAME llegó enseguida, igual que la Policía, y lo trasladó al hospital San Roque (de Gonnet)”. Y fue en ese centro asistencial donde su padre debió sortear otra situación extrema.

En tal sentido, el adolescente reprochó que “lo hicieron esperar dos horas para ser atendido. Fue una vergüenza. Y más cuando en ese lapso mi papá tuvo que soportar seguir con el cuchillo clavado en su brazo”.

Reflexionó que “terminó eso siendo una desgracia con suerte, fue porque el cuchillo hizo de tapón como para que no se desangrara”.

“¿Pero qué hubiera pasado si tenía que esperar esas dos horas perdiendo sangre?”, se preguntó sin ocultar su bronca por la traumática experiencia que afrontó su padre.

Mientras el muchacho dialogaba con este diario, el kiosquero estaba próximo a recibir el alta médica. “Falta que se saquen el suero y después lo autorizan a que vuelva a casa”, indicó su hijo.

“ESTABA SÚPER BORRACHO”

En tanto, un familiar del joven, que evitó ser identificado, denunció que el acusado por el violento intento de robo “estaba súper borracho, como lo comprobó además la Policía cuando se lo llevó preso”.

Y enfatizó que “da mucha bronca lo que hizo, porque tanto él como su familia son de comprar en este kiosco. Sin ir más lejos, este mismo pibe estuvo comprando cervezas hasta la noche anterior” al frustrado escruche.

Por otra parte, indicó que el comerciante atacado “en todo momento estuvo lúcido, pese a verse un brazo con el cuchillo clavado, que bien pudo haberle causado un desmayo por la impresión que da algo así”.