Entraron en un autoservicio para robar dinero y bebidas alcohólicas

Los dos delincuentes que en la madrugada de ayer protagonizaron un audaz golpe en un autoservicio cercano a la Plaza Yrigoyen (60 y 19), desafiaron diversos riesgos.

Es que se expusieron a ser descubiertos por vecinos, con los ruidos que provocaron al violentar una cortina de hierro y la puerta de entrada al autoservicio “Súper Colmado”, ubicado en 60 entre 15 y 16.

También a ser sorprendidos en pleno golpe por algún móvil de patrullaje policial por el lugar o bien quedar filmados por las cámaras de seguridad del negocio y otras instaladas en la cuadra.

Sin medir esas consecuencias, por subestimarlas o, simplemente por minimizar la posibilidad de ver truncada su maniobra delictiva, ambos ladrones se salieron con la suya. Y ahora son intensamente buscados por la Policía de la jurisdicción.

“NO PRENDIERON LAS LUCES”

En la tarde de ayer, la propietaria de ese negocio, Romina (36), dio a conocer ante EL DIA los detalles relacionados a lo que, indicó, fue el “primer robo que tengo en el autoservicio desde que lo abrí hace aproximadamente cuatro años”.

De acuerdo a lo que pudo establecer por las imágenes que observó en videos de las cámaras de seguridad “internas y externas” de su comercio, el hecho se inició “a la una y veinte de la mañana” de ayer y duró “pocos minutos”, acotó.

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También reparó en que “los ladrones eran dos, de edades de entre 30 y 40 años”.

Le llamó la atención de esos sujetos que “llegaron hasta el frente del negocio a cara descubierta, pero ni bien ingresaron al local se las cubrieron con capuchas”.

Otra de las observaciones que pudo constatar en base a la filmación que tomó a ambos delincuentes, es que para tratar de garantizarse impunidad, durante el robo, “no prendieron las luces del negocio. Optaron por alumbrarse con la luz de un teléfono celular”.

En el video, quedaron además a la vista las características físicas de los autores de este episodio de inseguridad.

Al respecto, Romina describió que “uno de ellos es peladito y con barba candado, mientras que el otro es morocho y de cara más delgada”.

“SE LLEVARON BASTANTE”

Cuando se la consultó acerca del perjuicio económico que le acarreó el ataque en su autoservicio, informó que “se llevaron bastante plata de la recaudación, principalmente dinero que habíamos dejado preparado para pagarle a varios proveedores”.

La mujer prefirió mantener en reserva el monto de dinero sustraído por los ladrones.

Sin embargo, lejos de conformarse con ese botín, antes de escapar del negocio, lo engrosaron “también con bebidas alcohólicas, especialmente varias latas de cerveza”.

Asimismo, expuso que “fue la única vez que consiguieron robar en mi negocio, porque hace un par de años hubo un intento de meterse también cuando el autoservicio se encontraba cerrado, pero al final no pudieron y huyeron”.

“VINE ENSEGUIDA”

Durante los largos minutos que le dispensó a este diario para referirse al lamentable episodio, Romina contó a su vez que “apenas me enteré de que habían robado en el autoservicio, me vine enseguida y ya estaba mi papá”.

La imagen la estremeció: “Violentaron la cortina de reja de hierro del frente del negocio, lo mismo que la puerta de ingreso, a la que le dañaron la cerradura”.

Ya en el interior del salón, notó que los delincuentes “dejaron la caja registradora abierta y sobre un borde, a punto de caer, debido a sus movimientos apurados para robar la plata que tenía adentro”.

Paralelamente, consignó que “se evidenció también que habían tocado el posnet, entre otras cosas”.

De todo ello tomó nota personal de la Policía Científica que se presentó en el lugar.

En tal sentido, Romina confirmó que “los ladrones dejaron sus huellas dactilares dentro del local, según lo que los peritos pudieron comprobar”.

“VOY A PONER TAMBIÉN ALARMA”

El disgusto por lo sucedido, convenció a la dueña de este comercio sobre la necesidad de dotar de algún otro mecanismo de prevención.

“Voy a hacer instalar un sistema de alarma, apenas me recupere de este episodio”, cerró.