Marita Verón, un horror que quedará impune

SUSANA TRIMARCO, LA MAMÁ DE MARITA VERÓN. AL CONOCER LA DECISIÓN DEL TRIBUNAL, SE RETIRÓ CON UNA INOCULTABLE INDIGNACIÓN

Con cuatro horas de demora, anoche se conoció lo que prácticamente nadie quería escuchar: los 13 acusados del secuestro de Marita Verón, ocurrido en 2002 en Tucumán, fueron absueltos por la Justicia de esa provincia.

El fallo, de la Sala II de la Cámara en lo Penal, integrado por los jueces Alberto Piedrabuena, Emilio Herrera Molina, y Eduardo Romero, provocó la inmediata reacción de Susana Trimarco, madre de la víctima, quien, rodeada por sus abogados y colaboradores más cercanos, se retiró de la sala de audiencias con una visible indignación a cuestas.

El griterío se hizo ensordecedor y los insultos no tardaron en castigar a imputados y jueces.

Todos fueron blanco de durísimas críticas. Los primeros por ser considerados “responsables” del secuestro y desaparición de Marita Verón, previo paso por La Rioja, y los segundos “por burlarse de toda la sociedad” con el veredicto, según graficó una testigo que asistió al debate, donde se puso al descubierto el horror que esconde la trata de personas.

LA ULTIMA PALABRA

Ayer, los imputados que hablaron antes de conocerse el veredicto absolutorio fueron María Azucena Márquez, Irma Lidia Medina y sus hijos, Gonzalo y José “Chenga” Gómez, quienes, al igual que el resto de los imputados, reafirmaron su declaración de inocencia e insistieron en que sólo tenían whiskerías.

Mientras que, los demás sospechosos, Pascual Andrada, Humberto Derobertis, Carlos Luna, Mariana Bustos, Daniela Milhein, Alejandro González, Víctor Rivero, María Rivero y Cinthia Gaitán, ejercieron ese derecho la semana pasada.

En los alegatos, la fiscalía había pedido penas de 25 años de prisión para siete imputados, y 12 años y medio para los seis restantes.

La querella, por su parte, solicitó 25 años de prisión para ocho acusados, y entre 23 años y medio y 24 años para los otros cinco.

En ese momento, hubo coincidencia en reclamar las penas más altas para tres de los cuatro tucumanos: María Jesús y Víctor Rivero -acusados respectivamente de haber ordenado y ejecutado el secuestro de la joven el 3 de abril de 2002, en un remise Cinco Estrellas-; y Daniela Milhein, quien la habría tenido cautiva en su casa.

También atribuyeron mayores responsabilidades a los riojanos Lidia “Liliana” Medina y a sus hijos Gonzalo y Fernando “Chenga” Gómez, quienes, según otras víctimas de trata, la explotaron en sus tres prostíbulos.

Anoche, Trimarco adelantó que espera, en un nuevo juicio, sentar en el banquillo de los acusados a Rubén “La Chancha” Alé, dueño de la agencia de remises Cinco Estrellas, a quien acusa de ser uno de los autores intelectuales del secuestro.

“Hay otras 12 personas que deberán ser juzgadas. Y no vamos a parar. Iremos por todos. Por esos 12 y por los que acaban de absolver estos jueces corruptos”, remarcó.

Por último, cabe destacar que el defensor oficial Hernán Molina defendió la actuación del tribunal que absolvió a los 13 imputados, al afirmar que “la Justicia actuó con rectitud. No había elementos probatorios para una condena”.

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