Barrancas, una laguna ideal para “tirarse de cabeza” a la pesca de lindos matungos

A las 7 partimos con el equipo de pesca junto a Daniel Estévez y “Poroto” Viscay rumbo a la Laguna Barrancas. El día estaba gris y con pronóstico de lluvia, pero lo bueno es que se anunciaban vientos de 12 a 18 km, algo importante porque en este pesquero si no hay movimiento de agua el pique del pejerrey es nulo.

En el camino paramos para aprovisionarnos de unas excelentes mojarras. Nos atendió el señor Julio, a quien invitamos a la salida, pero por razones de trabajo se perdió una de las mejores pescas de su vida.

La carnada que elegimos fue mojarras medianas, ya que el pejerrey de esta laguna es de boca chica, y lo mejor es poner 2 ó 3 mojarras pequeñas al encarnar.

Seguimos hasta la localidad de Lezama y, al llegar a la estación de servicios YPF, doblamos hacia la derecha por la ruta 57. Tras recorrer 11 kilómetros doblamos por el camino que va a Barrancas y luego hicimos otros 6 km de tierra colorada, que estaba en excelente estado pese a las lluvias.

En el ingreso a la laguna hay un gran cartel indicador. El pesquero cuenta con una excelente infraestructura: botes de alquiler, parrillas, mesas y alquiler de motores de 2 y 5 hp, nuevos, con todos los elementos de seguridad para embarcarse. Eso le da al pescador deportivo una gran tranquilidad y comodidad a la familia que lo acompaña.

En el lugar nos esperaba Andrés, el encargado del pesquero, con mate en mano. Tuvimos una charla de más de una hora, mientras el “botero” preparaba la embarcación y el motor.

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Con todo en orden, a las 10 empezamos a navegar; llevamos los equipos ya armados, con cañas de 4,30, multifilamento de 0,14 o nailon del 28 mm y anzuelos números N°2, líneas con boyas de distintos tamaños con colores claros, y bajadas a 10 cm.

Fuimos hacia el norte, ya que el día se presentaba con mucha nubosidad, fuertes vientos del sudeste, y además con algunas lloviznas. Lo ideal es llegar entre las 9 y las 10, porque así la jornada es más placentera y se puede pescar mejor, puesto que el pique se da entre el mediodía y cayendo la tarde.

Lo primero que hicimos fue garetear la zona del centro de la laguna, a 10 cm de profundidad. En esta zona, durante 3 horas de gareteo continuo, obtuvimos hasta las 13 pejerreyes que superaban los 40 cm, muy vigorosos, robustos y que costaba acercarlos a la embarcación. También salieron algunos para devolución.

Luego decidimos almorzar cerca de una barranca, donde había reparo del viento. A las 14 retomamos la pesca, pero esta vez en la zona de los bajos, detrás del embarcadero, una zona de poca profundidad pero donde siempre obtenemos las piezas con mejores portes.

Navegamos más de 35 minutos hasta llegar al sector, a unos 50 metros de la costa. Allí anclamos, ya que el fuerte viento de todo el día nos hacía imposible el garete.

Apenas comenzaban las líneas a garetear, a los 30 metros, ya teníamos piques de pejerreyes con portes que, en algunos casos, superaron los 45 cm. Como es normal en esa laguna, cuando encontrás el pejerrey comenzás a “cañar” y “cañar” uno tras otro.

La cuota la hicimos en 5 horas, con pejerreyes de tamaños excelentes, y a sólo 130 km de nuestra ciudad.