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Toda la semana |UNA EXPERIENCIA EN BICICLETA

Viaje y docencia: clases de geografía sobre dos ruedas

Un docente platense recorre el país mostrando los paisajes y las culturas de cada pueblo en contenidos virtuales que sube a las redes sociales

Viaje y docencia: clases de geografía sobre dos ruedas

El docente de geografía lleva todo su equipaje en la bicicleta, la misma que usaba en la plata para ir de colegio en colegio a dar clases

María Laura López Silva

María Laura López Silva
llopezsilva@eldia.com

5 de Diciembre de 2021 | 08:17
Edición impresa

Unir tres pasiones, disfrutar de la vida y buscar nuevos desafíos. No se trata del argumento de una comedia de aventuras sino del presente de un profesor platense que, como a todos, la pandemia le hizo replantearse varias cosas.

Nicolás Santángelo (27) es profesor de Geografía y hasta hace tres meses daba clases en siete secundarias distintas de la ciudad. Pero decidió dar un giro de 180 grados y pedalear una nueva experiencia que conjugara su profesión y la pasión por los viajes y la bicicleta. Ahora recorre el país en dos ruedas compartiendo sus experiencias por redes sociales en donde describe paisajes, culturas y por supuesto, le da mucha importancia a los eventos geográficos.

“Hace 5 años que ejerzo como decente y de alguna manera, por el mismo estudio de la geografía y la curiosidad personal, me empezó a gustar eso de viajar”, cuanta Nico desde Pituil, un pueblito de 800 habitantes de La Rioja donde estaba parando en el momento de la entrevista.

Este docente, que hasta su primera travesía nunca había armado una carpa, se largó de mochilero en sus primeras experiencias: “empecé viajando a dedo fui hasta Neuquén, Salta, Brasil, Chile, por ejemplo”, recuerda. Hasta marzo de 2020 aprovechaba sus vacaciones para conocer nuevos lugares de esa manera, pero con la llegada de la pandemia se dio cuenta que iba a ser imposible que alguien quisiera compartir vehículo con un extraño que levantara en la ruta: “lo mas sano era viajar solo al aire libre. Y para eso era ideal mi bicicleta, la misma que usaba para ir de colegio en colegio a dar clases. El primero de enero empecé a pedalear desde Mar del Plata y llegué en 20 días a Villa La Angostura”.

Nicolás volvió a La Plata, comenzó el ciclo lectivo y a medida que pasaban los meses crecía en su cabeza la idea de cortar con la rutina. Fue así que renunció a algunos cargos, obtuvo licencias en otros y el 14 de septiembre salió desde nuestra ciudad con destino a Mendoza “para enganchar ahí la ruta 40 y encarar hacia el norte hasta La Quiaca”.

Está cerca de cumplir el objetivo y a la expectativa de pasar las Fiestas de un modo distinto: “espero hacerme amigos antes del 23 de diciembre y poder compartir Nochebuena con gente nueva”, dice.

Paisajes inolvidables e irrepetibles, algo que destaca Santángelo de su viaje

ENSEÑAR LO QUE SE APRENDE

“En este viaje mantengo al tanto a las personas que me siguen, voy subiendo contenidos a mis redes sociales y hago videos de YouTube -Pedalenado Territorios es su nombre en redes socials- contando mi día, desde qué como hasta dónde duermo, además de contar cosas de geografía. Me contacto con gente de los lugares para reflejar experiencias positivas y constructivas que las personas generan para hacer de su vida un lugar mejor. Participé de actividades a favor del medio ambiente contra la megaminería y también de cosas pequeñas que hace gente común pero que son muy positivas, me meto a ver de qué se trata… mi propuesta de viaje no es solamente que la persona que me siga sepa como viajar, sino que aprenda un poco más sobre las costumbres del lugar, la tonada de la gente y la cuestión ambiental que es la que me interesa. Voy anotando todo en una libretita, hago mis registros y todos los jueves armo un video, lleva su tiempo unir las tomas con la música, más en el celular”, explica.

También como docente, se contacta con otros colegas y organiza talleres de Cartografía Orientada, inspirados en actividades de Extensión Universitaria de la UNLP, en distintas escuelas. “Es una forma de seguir ejerciendo, enseñando y aprendiendo. Porque te llegan los conocimientos de la gente con la que trabajás. Hay referencias espaciales y de ubicación típicas del lugar como acá que dice que `el sol sale por el cerro Velasco y se pone por el Famatina´. Los talleres son todos distintos y eso me permite aprender muchísimo”, destaca.

“Me fui de San Juan hablaba como sanjuanino, te llevás la historias del lugar y de la gente”

 

“Siempre tuve las redes sociales en privado para no tener de seguidores a mis alumnos. Ahora las abrí en esta travesía, y algunos estudiantes me siguen y comentan sobre cosas que vimos en clase. De alguna manera, la docencia y la comunicación están muy cerca”, dice Santángelo que ni bien comenzó con esta expedición tuvo que replantearse cómo seguir: “se me rompió el celular ni bien salí de La Plata y entonces decidí comprarme uno bueno para hacer los videos. La mitad de los ahorros que tenía destinados en el viaje se me fueron en eso, pero lo vi como la forma de comunicarle a la gente lo que observo gracias a la formación docente que he tenido, y puedo contar cosas y que se viralicen. Se conjugan en esta etapa de mi vida las tres cosas que mas me gustan: los viajes, la docencia y la geografía”.

“En la bici voy mejor que en auto. Siento olores, freno, toco las plantas, la tierra...”

 

AUSTERIDAD Y SIMPLEZA

Nicolás se mantiene con los ahorros que le quedaron tras la compra del nuevo teléfono, “me tomé como un desafío, ver qué cosas me conviene hacer para generar un ingreso durante el viaje. Por cómo me gusta viajar y lo que tolero, bajan mucho los gastos. A veces voy a lugares donde ni siquiera hay un camping y armo la carpa donde se puede. Muy seguido la gente te ofrece ayuda. Ahora estoy durmiendo en un boliche desde donde veo los cerros. La gente te da lugares para dormir o algo de comer. Pero no gasto casi en alojamiento ni en combustible. La bici es un medio de transporte que hace bien a la salud y que no contamina el ambiente, es el mas económico y popular que existe en el mundo”, celebra el docente.

El ciclismo es la tendencia que nos dejó la pandemia, donde la venta de bicicletas tuvo un pico máximo inimaginado. Y si bien Nico está de algún modo relacionado con este furor, su vehículo dista mucho de ser de última generación: “viajo en una bici rodado 26, con cuadro de hierro y horquilla fija, no es moderna. Ya pinché mas de 20 veces. Salí confiado, zafé al principio, pero en Mendoza hay mucha roseta y ahí empecé a tener que prestar más atención. Ahora le puse un líquido en la cámara de la rueda para que haga tapón cuando se pincha. Hace una especie de reacción química. Fue la mejor inversión q hice durante el viaje”.

Además se armar contenido para redes sociales, Nicolás da talleres de geografía en otras escuelas que contacta por el camino

Nicolás pedalea entre 60 y 80 kilómetros por día, que a su ritmo son entre 6 y 7 horas de trayecto. Por su experiencia, es el ritmo que mejor le sienta. “Voy entre 10 y 15 kilómetros por hora. A veces las distancias me obligan a hacer un recorrido mayor y me tengo que organizar, 120 km seguidos es lo máximo que hice desde septiembre. En el verano anduve 140 kilómetros, pero para mí no es lo ideal por el peso que llevo y lo que me gusta. Lo importante es siempre andar de día, mas allá de que tengo luces y chaleco reflectivo. No pedaleo todos los días porque viajo con tiempo, intento quedarme en los lugares, pasear. Así conozco lugares a los que no hubiese ido nunca. Está bueno dejarse llevar cuanto te ofrecen recorrer otros sitios. Me fui de Mendoza y hablaba como mendocino, cuando me fui de San Juan hablaba como sanjuanino… te llevás la historias del lugar y de la gente. Soy curioso y pregunto. Si vas apurado, esas cosas no las ves. En la bici ves mejor que desde el auto. Siento olores, freno, toco las plantas, la tierra”, explica.

Para Nico la bicicleta se observa como algo especial que lo asombra: “cuando llego a un lugar pido agua y mucha gente me pregunta si estoy cumpliendo una promesa, el ciclista siempre es ayudado por la gente. Cuando viajaba a dedo muchos me ayudaban pero nunca como ahora que viajo en bici, lo ven como una proeza. Los amigos que me hice ahora me habían cruzado en la ruta y en el pueblo se me acercaron a hablar porque decían que me había esforzado para llegar”.

Un viaje de estas características tiene sus riesgos y por eso este profesor toma recaudos, sobre todo a la hora de andar por la ruta. “Lamentablemente, lo mas peligroso que me ha pasado es que camiones y autos que me han pasado muy cerca. Pero me gusta destacar que la mayoría de la gente es respetuosa y amable. Tiene que ver mucho con la cantidad de tráfico que hay en cada ruta. Ahora los tramos que hago tienen poca circulación y ando tranquilo. Después, en los pueblos dejo la bici desatada con todas mis cosas y no pasa nada”.

Nicolás salió desde la plata en septiembre con destino final la Quiaca

SE ACERCA EL FINAL

En un mes y medio Nicolás estaría llegando a su destino final, y ya está analizando cómo seguirá todo de allí en más. “Tengo 1.100 kilómetros hasta La Quiaca, pero los últimos 600 son de ripio y además unos 400 ya son en la puna, que tiene su cuota de exigencia física, por lo que iré mas lento. Ahora estoy pensado dónde voy a pasar las fiestas, que me van a agarrar en Salta o en Jujuy. Espero hacerme amigo de alguien el 23 de diciembre al menos para pasarlo en compañía. Es un poco contradictorio porque quiero pedalear para avanzar y al mismo tiempo te ofrecen quedarte más días para conocer los lugares. Cuando estoy en la bici extraño socializar y cuando estoy con gente me doy cuenta que me retraso en el viaje. Trato de equilibrarme”.

Una vez que cumpla con la misión del último pueblo por recorrer, el regreso tendrá que ser más rápido sí o sí: “por una cuestión de trabajo debería estar en La Plata a mediados de febrero. No voy a poder volver andando todo el trayecto porque no llegaría a tiempo. La idea es retomar por la ruta 9 de La Quebrada de Humahuaca, y ver de hacer base en un lugar cercano a San Salvador de Jujuy para subirme a algún camión. De mis viajes a dedo me quedaron contactos de camioneros y la idea es ver si puedo coordinar la vuelta de esa forma. Subo la bici a la caja o la mando por encomienda. Igualmente funcionan grupos de Facebook y otras redes como para retornar de manera económica para achicar costos”, planea Nico que ya tiene en su cabeza un nuevo desafío.

“Quisiera volver, trabajar un tiempo y organizar mejor otro viaje que me genere dinero además de contar con los ahorros. Ando con ganas de salir del país hacia el norte del continente. La ruta ya está pensada, esto es un camino de ida. La pandemia vino a sacudir los esquemas que uno creía inmutables. A mi me pasó por este lado”.

 

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