No pudieron llevar a tribunales al acusado de un crimen en Romero

Un joven con una captura vigente por los delitos de tenencia ilegal de arma de guerra y tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil, en concurso ideal entre sí, por orden del Juzgado Correccional III de La Plata, quedó en el ojo de la tormenta por otra causa reciente: la del asesinato de Antonella Melina Tito (27), en Melchor Romero.

Según fuentes judiciales, ayer debía ser llevado a la sede de ese organismo para cumplir con las diligencias de rigor. Sin embargo, “su estado era deplorable. Al parecer, había consumido mucho y no se podía mantener parado”, indicó un funcionario en contacto con este diario.

Si bien no lo dijo con precisión, su alusión fue clara y refirió a una ingesta de drogas.

En paralelo, mientras se ultiman detalles de ese expediente viejo, se está armado en su contra la imputación del homicidio. En eso trabajaba al cierre de esta edición el fiscal Juan Mennucci.

De hecho, se presume que el contexto del homicidio, en el que tendría una participación activa, también estaría atravesado por ese terrible flagelo.

Sobre ese punto, voceros de la pesquisa indicaron que el escenario del crimen, en la calle 527 bis entre 163 y 164, ya había sido blanco de allanamientos por narcomenudeo. Estaba marcado como un búnker, aunque ahora ya no existe, porque los vecinos se encargaron de prenderlo fuego.

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¿Qué hacía la víctima en ese lugar? Todo es materia de análisis. ¿Qué relación la unía a la persona que supuestamente acabó con su vida?, también.

Por el momento, las fuentes sindicaron que se han reunido elementos de cargo suficiente para fundar un pedido de detención.

La autopsia del cuerpo de Tito fue contundente en cuanto a la causal de muerte: “Traumatismo encefalocraneano grave secundario a pasaje de proyectil de arma de fuego en cráneo”.

“El disparo fue de arriba hacia abajo y de adelante hacia atrás”, refirió el informe forense al que tuvo acceso este diario.

En ese sentido, no se descarta que le hayan disparado cuando estaba sentada y sin posibilidad de defenderse.

“Ingresa por canto interno de ojo derecho, ingresa a fosa cerebral anterior, generando fractura de techo de órbita y silla turca, atravesando lóbulos cerebrales finalizando en cara superior de hemisferio cerebeloso derecho, donde se encuentra el proyectil alojado”, agregó.

En las redes sociales, como suele ocurrir, hubo un gran impacto entre sus seres queridos.

Una amiga de la joven asesinada la definió como “bella y pequeña gigante, que batalló con su adicción, que fue madre y padre al mismo tiempo, quien estuvo en las buenas y en las malas”.

“Que dios te tenga en la gloria amiga mía. Nunca voy a olvidar las charlas y mates de tarde compartidos. Qué triste noticia. Anto no caigo, amiga. Volá alto y cuidá de todos los que quedan con ese gran vacío. Hasta siempre...”, destacó.

También se supo de una cruzada para poder cubrir los gastos de su sepelio.

El contexto del hecho refiere a una vulnerabilidad absoluta, desde todo punto de vista. Una chica que ya era madre, situaciones de dependencia y necesidades insatisfechas.

Al sospechoso, trascendió, lo capturaron en 166 entre 527 bis y 528, a pocos metros de donde apareció la chica sin vida.

Estaba en una casilla desvencijada, que usaba para dormir y guarecerse, aunque el escondite no evitó su detención, que concretaron efectivos de la seccional decimocuarta.