Maschwitz: paseo ideal de sábado ó domingo

A 44 kilómetros de Buenos Aires y 104 de La Plata, se encuentra la pintoresca localidad de Ingeniero Maschwitz, una zona residencial del norte del Gran Buenos Aires que, con el correr de los últimos años, se ha transformado en un gran polo gastronómico.

La instalación de restaurantes y bares en Maschwitz no se detiene, y de la mano del desarrollo gastronómico han aparecido también algunos atractivos culturales, representados más que nada por los músicos y espectáculos teatrales callejeros “a la gorra” que se observan más que nada, durante los fines de semana.

Desde la colectora de la Panamericana se observan numerosos restaurantes y bares, pero eso es solamente una muestra del enorme polo gastronómico que se ha conformado en la localidad, a pocas cuadras de la Ruta 9.

El eje en torno al cual se despliega el polo gastronómico de Ingeniero Maschwitz es la Avenida Mendoza.

En esa arteria existen dos galerías con locales comerciales y más que nada gastronómicos, independientemente de los locales emplazados sobre la misma avenida y en las calles laterales.

Una de esas galería es el denominado Mercado de Maschwitz; allí los locales gastronómicos se ubican en la planta baja y los comerciales en el primer piso.

Este complejo enmarcado en un ámbito natural, tiene locales que se caracterizan por tener muebles antiguos restaurados que le dan cierto estilo vintage. Se advierte en el lugar un estilo combinado entre lo rural y los conventillos del barrio porteño de La Boca.

Dos cuadras después se encuentra el Paseo Mendoza, el complejo a partir del cual Maschwitz tomó el gran desarrollo gastronómico que los caracteriza en la actualidad.

En el Paseo Mendoza la atmósfera tiene además un toque bohemio y artístico.

En las jornadas de temperaturas agradables y durante todo el verano, todo la zona gana en colorido y bullicio con las mesas que se disponen sobre las veredas.

La Avenida Mendoza es una de las arterias más importantes de Maschwitz y el Paseo ha sido levantado con chapas y molduras antiguas recicladas, hierros viejos y ventanales, todo con un acertado estilo arquitectónico.

Un paseo corto, para comer bien y conocer un lindo lugar.