“Duelo” sentimental: dura hasta dos años y afecta más al hombre

Los psicólogos lo saben bien: el duelo por una ruptura sentimental es una de las situaciones más dolorosas que puede atravesar una persona. No obstante, hay distintas formas de vivirlo, tiempos diferentes para superarlo y hasta claves para atravesarlo de la mejor manera posible.

En los últimos tiempos, varios estudios científicos pusieron en foco a esta etapa. A ellos se suma una variada gama de respuestas que se elaboran para brindar contención a los que lo atraviesan, que van desde el clásico consultorio del psicólogo a los talleres organizados en hospitales - sucede en Buenos Aires, en nosocomios especializados en Salud Mental - para dar respuesta.

De unas y otras iniciativas -a las que habría que sumar una larga lista de libros que aportan claves para atravesar el período- surgen datos a veces sorprendentes.

Algunos de ellos son los que siguen: en el taller “Penas de Amor”, que se dicta en el porteño hospital Pirovano, los psicólogos que allí trabajan hablan de una duración para el duelo amoroso, que en un caso no patológico, puede extenderse entre seis meses y dos años.

Los responsables de ese taller, que en su primera versión comenzó a funcionar hace quince años y en la nueva hace tres, plasmaron en un libro las principales conclusiones de sus experiencia, algunas de ellas igualmente asombrosas. Por caso, que lo que a veces se sufre no es la pérdida del contacto con la ex pareja por la persona en sí, sino por el hecho de ya no estar en pareja y por el miedo a la soledad o la pena por la humillación que representa no seguir siendo elegido por el otro cuando existe una situación de abandono.

Hay más: un estudio realizado recientemente por la Universidad de Bringhamton y el londinense University College of London determinó que, aunque el dolor de la mujer tras una separación es más profundo, ellas se recuperan antes, mientras que el varón tarda mucho más en hacerlo. Y en ocasiones, no se recupera nunca.

Esto no sorprende a psicólogos platenses, que constatan en su experiencia cotidiana algunas de estas conclusiones.

Algo que resulta bastante significativo, cuando se estima que 7 de cada 10 platenses que concurren al psicólogo lo hacen en el marco de una crisis por una ruptura sentimental.

La duración del duelo es variable, pero se ubica generalmente entre los seis meses y los dos años, aunque en ocasiones puede recrudecer ante la aparición de una nueva pareja que lleva a idealizar a la anterior.

También notan que en los hombres se nota más una urgencia por iniciar una relación nueva en la que se tienden a repetir los mismos errores que en la anterior.

En todo caso la recomendación de los especialistas pasa por pasar un tiempo en soledad para recomponerse y “volver a armarse” después de una relación fallida, sobre todo si se trató de una relación larga.

El mencionado estudio de los científicos estadounidenses e ingleses determinó que las mujeres experimentan un mayor dolor inmediatamente después de una separación, pero se recuperan emocionalmente antes que los hombres, quienes simplemente siguen adelante, pero quizás nunca se reponen.

Las diferencias de reacción entre hombres y mujeres tendrían un fundamento biológico.

Y esto sucede porque, explicado en términos sencillos, ”las mujeres evolucionaron para invertir mucho más que un hombre en una relación”, según indica Craig Morris, uno de los responsables del estudio.

Esto hace que las mujeres sean más exigentes a la hora de seleccionar una pareja que los hombres.

Al mismo tiempo, como el hombre evolucionó para llamar la atención de las mujeres, inicialmente la pérdida no le duele tanto. El peso de la pérdida comenzará a sentirse cuando comprenda que debe remplazar lo que ha perdido.

La manera de reaccionar del hombre tiende a ser, asimismo, más autodestructiva, una situación que puede abarcar meses o años e incluir nuevas relaciones sin que se supere.

Se estima que 7 de cada 10 platenses que concurren al psicólogo lo hacen en el marco de una crisis por una separación.

Para el hombre, la forma de demostrar el impacto de la ruptura pasa fundamentalmente por una pérdida general de concentración y una insensibilidad más pronunciada.

En las mujeres, el abanico de “síntomas” es mayor y abarca la pérdida de peso, la disminución de la respuesta inmunológica, las náuseas y los ataques de pánico, entre otras.

Para hombres y mujeres, la alteración del sueño es una consecuencia que experimentan en algún momento del duelo.

Los responsables del estudio también destacaron que la mayoría de las personas, en el siglo XX, experimenta una media de tres rupturas amorosas antes de los 30 años.

Esas rupturas pueden vivirse con distintas intensidades y de distinta forma. Pero siempre, coinciden los especialistas, una ruptura va a generar una disminución en la calidad de vida durante un período de tiempo variable, que en el mejor de los casos sólo se mide en términos de unos pocos meses.