Por el temor ante la violencia escolar sin fin, “paro de padres” en la escuela de Favaloro

Habían pasado unos pocos minutos de las 13 y la puerta de acceso a la Escuela 45 se entreabrió. Un grupo de padres que viene denunciando la agresión que sufren sus hijos por parte de alumnos más grandes, se agolpó para pedir que alguna autoridad los atendiera, cuando un alumno de cuarto grado de unos 9 años salió del establecimiento a todo pique hacia la diagonal 79 y estuvo a punto de ser atropellado por un auto. Ese era el clima de descontrol que ayer se respiraba en la escuela que formó a una de las personalidades mas importantes del país, René Favaloro.

Como ya se informó, en las últimas horas salió a la luz la preocupación de padres de alumnos de sexto grado por hechos de violencia que se reiteran desde el año pasado, pero que recrudecieron en los últimos meses. Por eso desde hace dos semanas la mayoría optó por no entrar a clases y ayer sólo ingresaron tres alumnos de sexto B. En la dirección de Escuelas se anticipó que las inspectoras continuarán en la tarea de restablecer la confianza de los padres y que el próximo viernes se nombrará a la nueva directora.

Tanto los padres como sus hijos hablan de palizas que se dan a la vista de todos, de destrozos en el aula, amenazas con armas blancas y hasta del ingreso y consumo de marihuana y alcohol en el patio.

Quienes los tienen en vilo no son mas de tres chicos mayores que ellos cuyos responsables -según denuncian otros padres- aún no se han presentado en el establecimiento educativo.

“Nos dijeron que nos iban a dar puntazos, nos llamaron p.. y cagones, pero no tengo miedo, quiero quedarme acá porque vengo desde primer grado”, resume un nene de 11 años, alumno de sexto grado que lleva dos semanas sin ir al colegio porque su familia teme que le vuelvan a pegar. La última vez lo rodearon entre varios, le dejaron los brazos marcados y sus padres tuvieron que llevarlo al cuerpo médico para luego radicar una denuncia policial.

DESCONTROLADOS

Si bien peleas entre chicos hubo siempre y en todas las épocas, el nivel de violencia y agresión que se vive en esa escuela de barrio Mondongo, ya superó todos los límites, al punto que los padres afirman que hace unos días, mientras ellos mantenían una reunión con las autoridades, los chicos que habitualmente agreden a los mas pequeños los golpearon nuevamente como si se tratara de una represalia.

“Los directivos se esconden, la agresión es constante, a una maestra de segundo grado ayer los alumnos le pegaron un sillazo y hoy - por ayer - ya no vino; nuestros hijos viven amenazados y desde la escuela no se hace nada, por eso hicimos una denuncia en la comisaría Novena y otra penal contra el colegio; es inentendible que para incluir a tres chicos problemáticos, dejen a nuestros hijos fuera de la escuela”, apunta Martín, padre de dos nenes de 8 y 11 años.

Ailín, madre de tres nenas de 11, 8 y 7 años, tampoco está dispuesta a vivir con el corazón en la boca, mientras sus hijas están en la escuela. “A mi hija ya la golpearon y amenazaron, la llevamos al cuerpo médico para que la revisaran; hoy a uno de los chicos problemáticos lo pasaron a la mañana, pero lo que queremos es que los cambien de escuela; sin embargo, como son chicos de la calle, hablan de sus derechos y castigan a los nuestros por tener una familia atrás”, afirma la mujer.

Cuando los chicos hablan de las agresiones dicen que surgen porque sí, sin ninguna lógica, y que entonces no hay forma de que puedan evitarlas.

Incluso hay padres que les aconsejan a sus hijos que se escondan cuando se arma “el tole tole”.

En ese ambiente, el malestar y la intranquilidad invaden a los padres y todos coinciden en que la escuela parece un barco sin capitán y a la deriva. “Que una directora se jubiló, que otra no quiso tomar el cargo, que la maestra de los chicos pidió carpeta y lo mismo hizo la suplente”, frases que denotan la ausencia de un interlocutor que les de la tranquilidad que necesitan para dejar a sus hijos en la escuela.

Todo agravado por lo que cuentan los chicos: “Cuando la señorita V - de la que se preserva el nombre - vio que volaban las sillas, se paró, dijo ´ me voy a tomar unos mates ´y se fue”, cuenta uno de los chicos que hace dos semanas falta a clases porque sus padres tienen temor de que le ocurra algo.

En ese marco, los padres repiten que lo que hacen no es en contra de la escuela, sino a favor de sus hijos y que a esta altura, por el mal clima que viven a diario en clases, no saben ni multiplicar ni dividir, pese a estar en el último año de la primaria.

“Esto está mal desde el año pasado, pero ahora explotó y como venimos a exigir una respuesta nos contestan que si no estamos de acuerdo cambiemos a nuestros hijos de colegio”, asegura Héctor, padre de uno de los chicos agredidos.

Desde la dirección de Escuelas se informó que por la tarde se recibió a los padres y se les anticipó que “se hará un acompañamiento sostenido en el tiempo” para reconstruir la confianza de las familias.

“Ellos se comprometieron a que sus hijos van a continuar en la escuela y las inspectoras continuarán en la escuela hasta que el viernes próximo se nombre a la nueva directora”, dijo el vocero consultado. Por otra parte, se anticipó que se trabajará con el Municipio para formar en la zona un corredor seguro con la Policía local.

Sin embargo, los padres anticiparon que el próximo lunes cortarán la calle a la espera de otras medidas.

“El más problemáticos de los chicos faltó a clases - ayer -, pero desde afuera golpeaba la ventana de dirección y nos amenazaba, cómo podemos esperar que trate a nuestros hijos, por eso no los vamos a mandar a clases hasta que se vaya de la escuela”, dijo la madre de una alumna de sexto B.