En cuatro años pasaron muchas cosas y todas avisaban este final de la Selección

Por MARTÍN CABRERA
LAUTARO SEGURA
deportes@eldia.com

A nadie debería sorprenderle el presente de la Selección. Hace rato que el fútbol argentino se viene equivocando en sus decisiones. Cuatro entrenadores, tres presidentes y ningún proyecto. De todo pasó entre 2014 y 2018. Vean.

El primer cambio significativo se produjo con la salida de Alejandro Sabella. Luego de llegar a la final del mundial de Brasil 2014. El 27 de julio de ese año, unas semanas después de regresar a Buenos Aires, le dijo a Julio Grondona que no quería renovar contrato.

Nunca se supieron los motivos, pero el desgaste que le produjo estar al frente de la Selección, con ya visibles grietas dirigenciales y un plantel no del todo obediente hizo que Pachorra diera un paso al costado. Nunca más volvió a estar al frente de un plantel profesional de fútbol.

En su tiempo al frente de la Selección Sabella le supo dar una impronta al equipo, que volvió a ser competitivo a nivel mundial, que supo adaptar el esquema “más allá de Messi” y por última vez estuvo cerca de las vanguardias.

Un día después del anuncio de Sabella se produjo la muerte de Julio Humberto Grondona, quien llevaba un tiempo enfermo y alejado

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En su lugar se designó a Gerardo Martino. Dos semanas después de la muerte de Don Julio asume el Tata quien dijo “es el lugar anhelado por todos”. Luis Segura, Juan Carlos Crespi, Miguel Silva y José Lemme fueron los dirigentes que lo acompañaron.

De entrada señaló que su idea era continuar lo realizado por Alejandro Sabella, Martino le dio su propia impronta a la Selección. Buscó una mayor tenencia de la pelota con el mismo grupo que había trabajado el cuerpo técnico anterior.

Su primer gran desafío fue la Copa América 2015. Sin brillar, llegó con buen paso hasta la final. Allí se las vio con el local Chile, dirigida por Jorge Sampaoli, que le ganó por penales y tras igualar 0-0 en tiempo reglamentario.

En las eliminatorias 2015 arrancó con una derrota como local ante Ecuador y un empate con Paraguay. Le costó pero promediando el camino se acomodó.

El segundo desafío fue la Copa América del Centenario en Estados Unidos. Ganó con amplitud cinco partidos y en la final se volvió a encontrar con Chile. Ganaron los trasandino 5-4 por penales. Juan Pizzi era el técnico.

Esas dos finales, más los problemas financieros de la AFA y las internas lo obligaron a renunciar. El presidente era Armando Pérez, que nunca lo quiso y le negó los jugadores para ir a los Juegos Olímpicos de Brasil 2016. Además le bocharon a Jorge Pautasso para la sub 20. Ningún jugador salió en su respaldo.

Entonces, apremiado en las Eliminatorias, se nombró a Edgardo Bauza como reemplazante. Su primer objetivo fue convencer a Lionel Messi que volviese a la Selección, a la que había renunciado tras la final perdida en Nueva York. Lo logró.

En Eliminatorias le ganó a Colombia, empató con Uruguay y fue goleado por Brasil. El Patón se equivocó mucho en sus declaraciones y quedó en evidencia su enorme distancia con los jugadores. Duró casi nada: ocho meses. Con el tiempo también se fue el secretario de selecciones que lo había llevado, Marcelo Tinelli.

Entre la llegada y salida de Bauza otro presidente asumió en la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, luego de la votación que terminó 38-38. El Patón no estaba en sus planes y quedó claro porque a los pocos meses le pidió la renuncia. Al frente de la Selección ganó tres partidos, empató dos y perdió tres. Una efectividad del 46% que dejó a la Argentina en zona de repechaje.

El 10 de abril Bauza dejó la Selección. Hasta ese momento nadie imaginaba un ciclo peor. Pero faltaba ver a Jorge Sampaoli en acción.

El nuevo entrenador asumió el 1ro de junio, luego de una tensa negociación con Sevilla, el club donde se encontraba trabajando. La AFA tuvo que pagar una cláusula de rescisión de 1,6 millones de dólares.

Sampaoli tuvo más respaldo del que habían tenido Martino y Bauza. A tal punto que le permitieron modificar toda la estructura del fútbol juvenil. Sebastián Becaccece y Nico Diez asumieron la Sub 20.

Con él al frente la Selección nunca encontró el equipo, se clasificó en la última fecha gracias a la “liviandad” de Ecuador y viajó al Mundial sin arquero definido, defensa y dejando afuera a varios futbolistas con buen presente en Argentina y Europa. Llegó a los tumbos a los octavos de final y quedó eliminada.

EN JUVENILES TAMBIÉN SE HIZO TODO MAL

La base de cualquier seleccionado nacional está en sus juveniles, especialmente la Sub 20, que debe ser utilizada para armar el equipo de la Mayor de los años posteriores. Pero del 2014 para acá las turbulencias de la AFA también golpearon fuerte en este ámbito y por eso se llegó al Mundial de Rusia con una generación de jugadores que fueron formados entre 2005 y 2017.

Aquellos jugadores que fueron sparrings del conjunto albiceleste en el Mundial de Brasil 2014 estuvieron, seis meses más tarde, representando al país en el Sudamericano Sub 20 que se disputó en Uruguay con Humberto Grondona como entrenador. Ese equipo, que contaba con nombres como Ángel Correa, Sebastián Driussi, Giovanni Simeone, entre otros, logró gritar campeón y clasificarse tanto a la Copa del Mundo de la categoría como a los Juegos Olímpicos. Pero a partir del Mundial, que se disputó en Nueva Zelanda, comenzó la debacle: el seleccionado quedó eliminado en fase de grupos y ninguno de los jugadores fue tenido en cuenta después en la Mayor. Esa camada quedó en la nada.

Ya con Grondona afuera del banco de los suplentes hubo un verdadero vacío: no había técnicos en la AFA y se perdieron meses de trabajo. Después de la Copa América Centenario el que iba a hacerse cargo de la Sub 23 olímpica iba a ser Gerardo Martino pero, como muchos clubes no querían darle sus jugadores, se cansó y se fue. Julio Olarticoechea, que estaba al mando del fútbol femenino y era el único DT en ese momento con contrato, fue finalmente quien condujo al equipo en Río. El final no podía haber sido otro: afuera en primera ronda.

La Comisión Normalizadora quiso comenzar de cero y propuso un concurso en donde se recibieron 40 proyectos. ¿Qué pasó? Le dieron el seleccionado Sub 20 a Claudio Úbeda, quien no se había presentado, algo que desató la indignación de aquellos que habían perdido el tiempo en hacerle llegar a la AFA su plan de trabajo. El ex jugador de Racing armó el plantel para el Sudamericano del 2017, en donde la Argentina entró por la venta a un Mundial en donde se despidió en la primera instancia. Pero a pesar de esto, en el mismo dijeron presente nombres como Santiago Ascacibar y Lautaro Martínez que podían ser pensados para Rusia 2018, pero finalmente no fueron tenidos en cuenta por Sampaoli.