Unas fieras que hicieron saltar a la ciudad de Mendoza y a toda la región cuyana

Demás está decir que a estas alturas, ya es un verdadero clásico de esta capital cuyana recibir al seleccionado argentino de rugby, aunque ayer este estadio, un verdadero templo del deporte nacional, literalmente vibró, latió como en sus mejores ocasiones y fue por culpa de una nueva victoria de Los Pumas…En el mejor torneo del mundo, ante un gigante. El Mundial de fútbol en el 78, los partidos por las eliminatorias, la Copa América, Godoy Cruz y la redonda mendocina en general, están en el ADN y en los cimientos de este imponente coliseo. Pero ayer todo eso se movió para un costado y le dejó lugar a la pasión ovalada y a Los Pumas. Fue sublime. Todo anduvo de maravillas y se sincronizó a la perfección.

El seleccionado argentino de rugby le devolvió el cariño a la gente con una imponente victoria, que sepultó las ínfulas sudafricanas y escribió otra página histórica en los libros de los grandes sucesos vividos en tierra mendocina.

DESDE MUY TEMPRANO SE SINTIÓ ALGO ESPECIAL

Los Pumas arribaron a este estadio más de una hora de antes del kick off y la seriedad de los jugadores al bajar del ómnibus que los trasladó, denotó una concentración extrema. Y esa fue la primera imagen de la tarde que se mostró como preludio de algo, que finalmente terminaría siendo más que especial. La gente, que constantemente los alentó, hizo honor a lo que había dicho el platense Agustín Creevy: “Es muy importante jugar ante nuestra gente” y vaya que lo fue. Porque en todo momento el público alentó y empujó al equipo nacional. Más todavía cuando Sudáfrica presionó y se arrimó en el marcador.

Y fue aún más emocionante, ver en el final del encuentro, con los Springboks metiendo dentro del in goal a Los Pumas, como la gente empezó a saltar y a gritar. N i hablar de las lágrimas del salteño Juan Figallo (volvió a Los Pumas después de tres años), un jugador que milita en el rugby inglés al máximo nivel y que no veía la hora de volver a ponerse la celeste y blanca.

El pitazo del australiano Angus Gardner decretó el 32-19 final y desató la catarata de aplausos que festejaron la tercera victoria en el historial ante los poderosos Springboks, las tres dentro del Rugby Championship. El rugby argentino volvió a sonreír justito un año antes de la máxima cita del deporte ovalado: el Mundial, que se estará llevando a cabo en septiembre del 2019 en Japón.

Ahora se vendrá la complicada gira a Oceanía para enfrentar a los Wallabies y los All Blacks, pero esa…esa será otra historia.

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