Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
Opinión |Editorial

Ningún reclamo vecinal justifica actos de violencia

Ningún reclamo vecinal justifica actos de violencia
21 de Marzo de 2019 | 02:50
Edición impresa

Las columnas de este diario fueron siempre receptoras del pluralismo de las ideas y, a la vez, transmisoras de las protestas y demandas vecinales, originadas muchas veces en omisiones y faltas de respuesta del Estado. Bien se conoce que, de este responsable ejercicio por parte de la sociedad para peticionar ante las autoridades, correspondido por el de informar libremente a la población, suelen surgir correcciones que van perfeccionando la calidad de vida de la Ciudad y de las propias instituciones públicas que se nutren de esos reclamos.

Pero de ninguna manera ello permite suponer que los tumultos, amenazas y actos de violencia protagonizados por grupos que se oponen a determinadas políticas o medidas públicas, puedan formar parte de algún tipo de funcionamiento de las instituciones democráticas. Por el contrario, se está en esos casos ante graves errores de apreciación por parte de quienes realizan ese tipo de manifestaciones, propias, en cambio, de una sociedad autoritaria, incivilizada o caótica.

Este es el caso que, lamentablemente, se encuentra planteado a partir de los graves incidentes registrados por las amenazas y destrozos realizados en el obrador de 1 y 32, instalado allí como paso previo a la construcción del paso bajo nivel de las vías del ferrocarril que se proyecta desde el ministerio de Transporte de la Nación. Como se sabe, anteanoche hubo otra protesta y ese contexto quedó detenido un vecino que es de Arturo Seguí, según se informó.

Por lo pronto, resulta llamativo que un vecindario tranquilo y progresista como lo ha demostrado ser el de Tolosa, que durante mucho tiempo ha basado en argumentaciones técnicas su posición a favor de la entrada en trinchera del tren a La Plata –y que, por consiguiente, se opone a la realización de una obra que, como la del paso bajo nivel de los automóviles implicaría, al menos por muchos años, la no realización del soterramiento de la traza ferroviaria- haya contado entre sus filas con un pequeño grupo que, hace pocas jornadas, protagonizó un ataque vandálico contra el obrador, que desnaturaliza la civilidad del planteo.

Alambres por el piso, derribo de postes y del cerco perimetral, lonas completamente dañadas sobre las que se pintaron leyendas amenazantes, en las que, inclusive, se decía claramente que iban a ser destruidas las maquinarias para impedir el inicio de los trabajos, formaron parte de las irracionales e inexcusables actitudes de quienes las protagonizaron. Asimismo, no puede dejar de advertirse que una de las personas detenidas por estos actos vandálicos vive en la localidad de Arturo Seguí, es decir, a unos veinte kilómetros del lugar, algo que autoriza a presumir que podrían participar de esta protesta activistas sólo interesadas en causar desórdenes.

Este diario detalló en diversas oportunidades que, quienes se oponen a la obra, aducen que se perderá una gran superficie verde con 75 frondosos árboles y, sobre todo, que la Ciudad seguirá dividida por las vías en superficie, así como que la habilitación del paso bajo nivel podrá repercutir en forma negativa sobre el centro comercial de calle 2, en Tolosa.

Pero, como se ha dicho, protestar no autoriza a nadie a poner en riesgo las pautas básicas de una convivencia civilizada. Si bien es verdad que el país vive desde 1983 en un sistema democrático y republicano, entre cuyas características principales figura la del respeto a los derechos y garantías elementales que la Constitución resguarda como bienes supremos, también es cierto que aparecen, en forma intermitente y aislada, episodios que sólo pueden inscribirse en los capítulos más regresivos de nuestra historia.

Actitudes totalitarias como las aquí descriptas, que no reparan en el libre juego de la democracia, merecen el más enérgico repudio. El país vivió una lamentable experiencia en épocas anteriores, se lograron acuerdos políticos básicos para salir de esa penumbra y resulta ahora, por consiguiente, primordial que todos los sectores se esmeren por respetar la vida institucional, sin atentar contra los derechos de nadie.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$120/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2250

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$160/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3450

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$120.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $2250.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla