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Deportes |EL EMPATE SIN GOLES TERMINÓ SIENDO UN PREMIO DEMASIADO GRANDE PARA LOS XENEIZES, QUE FUERON UNA SOMBRA

Boca aguantó como pudo ante Vélez y la serie se definirá en la Bombonera

En un partido que levantó en el segundo tiempo, los palos y el arquero salvaron al equipo azul y oro, que casi no pudo llegar al otro arco

Boca aguantó como pudo ante Vélez y la serie se definirá en la Bombonera

Mauro Zárate en acción. Lo insultaron desde que llegó al estadio, pero se la bancó y terminó siendo el mejor atacante de Boca en Liniers / Fotobaires

13 de Mayo de 2019 | 04:32
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La presencia de Mauro Zárate con la camiseta de Boca fue el eje alrededor del cual anoche giró el cruce del equipo Xeneize, en el estadio José Amalfitani de Liniers, como visitante de Vélez, en la serie por cuartos de final de la Copa Superliga que se definirá el jueves en la Bombonera.

Ni bien el conjunto velezano aseguró la clasificación a la presente instancia, con victoria frente a Lanús, su gente comenzó a gritar contra Zárate, y quien fuera ídolo del club hasta aceptar su transferencia a Boca fue cuestionado desde que la delegación visitante entró al estadio.

Cuando la pelota comenzó a rodar, la intensidad expuesta por todos y cada uno conspiró contra el buen juego, y en ese marco, la presión ejercida por el local obligó a que el equipo de Gustavo Alfaro apostara al pelotazo largo, y a la repentización de Zárate como principal arma de ataque.

Les costó llegar en el primer tiempo, y salvo un par de llegadas de bajo riesgo, lo más destacado terminó siendo un tumulto generado a partir de una actitud de Ramón Ábila, una mano de Emmanuel Mas dentro del área propia que Diego Abal dejó pasar, y una segunda falta de Wanchope, cargado con una tarjeta amarilla, que bien pudo costarle la roja de expulsión.

Las buenas intenciones del conjunto velezano que dirige Gabriel Heinze, no pasaron de eso, mientras que lo mostrado por Boca estuvo lejos de lo esperado, empezando porque los medios no encontraron el modo de recuperar la pelota y mucho menos jugarla en forma criteriosa en dirección al arco de enfrente.

Una corrida de Thiago Almada por el medio, que abrió para la izquierda, buscando la llegada de Matías Vargas, resultó la situación que más cerca estuvo de romper el empate sin goles, aunque el Monito no definió de la mejor forma y la chance quedó en la nada.

Poquito, demasiado, para lo que se esperaba de un Vélez-Boca cargado de argumentos, porque frente a frente estaban equipos que garantizan juego ofensivo, y esta vez aparecían empujados por la ilusión de avanzar al tramo final de un torneo en el que varios han quedado en el camino.

Si jugadas de gol, la estadística del primer tiempo dejó ver que mientras Vélez dispuso de la pelota el 67 por ciento del tiempo, Boca lo hizo el 33, y aunque por lo general esa es la característica de esta “versión Alfaro”, que por lo general otorga el protagonismo, para responder con la contundencia de sus individualidades, la imagen transmitida lejos estuvo de ser satisfactoria.

La realidad que frente a Godoy Cruz, el fin de semana por la Copa Supercopa, y contra Paranaense de Brasil, por la Copa Libertadores, durante la semana, Boca debió jugar bajo la lluvia, eso bien pudo haber significado un desgaste físico, aunque teniendo en cuenta la cantidad de figuras con las que dispone el plantel Xeneize, no parece ser una excusa como para salvar la actuación.

En el segundo tiempo, el dominio velezano se hizo más sostenido, frente a un Boca sin reacción, por debajo incluso de lo ofrecido en la etapa anterior. Un cabezazo de Leandro Fernández, conectando un córner de Thiago Almada, que explotó en el travesaño, y una entrada de Pablo Galdames, tras un descuido de Junio Buffarini delante del arco, que tapó Esteban Andrada, resumieron el cuadro de situación.

Recién a los 32 minutos pudo sacar el conjunto Xeneize su primer contragolpe serio, que complicó al fondo que esperaba, y salvó Lucas Hoyos cuando Wanchope lo amenazó tras un pelotazo largo del arquero. En esa corrida, el goleador sintió una molestia y pidió el cambio.

Boca terminó apretado contra su arco, el travesaño lo salvó en un derechazo largo de Nicolás Domínguez, la gente dejó de lado a Zárate, y el empate sin goles dejó abierta la serie para el jueves en la Bombonera.

 

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