Nadal agiganta su leyenda con una nueva conquista en Roland Garros

Los supersticiosos podrían decir que el 13 es el número de la “mala suerte”. Tal vez Rafael Nadal tenga suficientes argumentos para deshacer esta teoría, mucho más después de escribir un nuevo capítulo de su leyenda en Roland Garros. El español conquistó por 13º vez la “Copa de los Mosqueteros”, tras una excepcional actuación frente a Novak Djokovic en la que venció por 6-0, 6-2 y 7-5, en dos horas y 41 minutos.

Al margen de este “partido perfecto” que le posibilitó a Nadal obtener una nueva corona en París, no reside solamente en las trece ocasiones que ha levantado el mismo trofeo. Esta victoria, la número 100 en el polvo de ladrillo del Abierto francés, le permitió a Rafa igualar los 20 Grand Slam de Roger Federer, compartiendo así el récord de todos los tiempos de torneos de esta categoría. A pesar de que el día amaneció bajo la luz de los rayos de sol en París, entrada las primeras horas de la tarde cayeron algunas gotas de lluvia que provocaron que el capítulo número 56 del enfrentamiento entre Nadal y Djokovic se jugará bajo el techo del court principal del complejo de Roland Garros, donde estuvieron presentes los mil espectadores autorizados debido a la pandemia de Coronavirus.

Desde el primer juego, Djokovic se mantuvo fiel a su juego que había recurrido en los partidos anteriores. Sin embargo, Nadal, atento a la estrategia del serbio, fue capaz de contrarrestar para firmar el primer break del encuentro. Disfrutando de los mejores minutos en el torneo, encontró la derecha para atacar y el revés para defenderse abriendo la cancha. El español rápido consiguió enlazar dos quiebres consecutivos para adelantarse 3 a 0.

La reacción de Djokovic no se hizo esperar. En el cuarto juego elevó el nivel y encontró sus tres primeras opciones de quebrar, pero enfrente estaba un Naval inspirado que echó por tierra cualquier intento de remontada. Sin grandes números en el saque hasta entonces (60%), amplió la ventaja (4 a 0). Y a continuación levantó un 40/0 para disponer de otra opción de break. El serbio salvó las dos primeras, pero no la tercera. Nadal cerró con su servicio.

Era la vigésima vez que Nadal rubricó un 6-0 y la primera oportunidad que en una final en París empezaba con un marcador similar desde que Gastón Gaudio venció a Guillermo Coria, en 2004. También sucedió en 1977, cuando Guillermo Vilas superó a Brian Gottfried.

Tras 54 minutos, Djokovic cortó la sequía para sumar el primer punto del juego, aunque tuvo que levantar tres puntos de quiebre. Aún así no encontraba escapatoria al vendaval que le imponían del otro lado de la red. Los intentos de cambios de ritmo no surtían efecto ante un Nadal que era capaz de llegar prácticamente a todo lo que le tiraban y poner siempre una pelota más dentro. Incluso al resto, donde convirtió su cuarto break en doce intentos para ponerse 3 a 1 arriba.

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Ocho de los primeros diez juegos se decidieron tras llegar a “iguales” y el español consiguió ganarlos todos, salvando tres puntos de quiebre. La aparente paridad no se traducía en el marcador. Nadal se mostraba más eficaz en los momentos decisivos y casi sin errores no forzados (solamente cuatro en el segundo set). Su exhibición continuó con otro break más para abrir una brecha aún mayor y poner el 6 a 2.

Nadal siguió disolviendo la confianza de su rival. Un nuevo break (6 de 16) del español le permitió sacar con 3-2 a su favor. Fue entonces cuando Djokovic pudo sacar a relucir su categoría, que ya parecía apagada, para dar vuelta el marcador. “Rugió” como nunca en el partido tras sumar su primer quiebre y adelantarse, a continuación, 4 a 3. Era la primera vez que se ponía adelante.

A estas altura, la lucha se volvió más encarnizada. Ganar cada punto era una batalla por todo o nada y ninguno de los dos podía tomar respiro. Un pequeño detalle podría costar el set. Una derecha larga concedió una ventaja a Nadal con 5 a 5 (30/40) que se confirmó con una doble falta. Era el séptimo break en 18 oportunidades del partido

El español certificó con su saque su centena de partidos ganados en la capital que custodia la Torre Eiffel (100-2) para quedarse con su decimotercera “Copa de los Mosqueteros”.