Trasplantes en el país: pese a la suba de cifras, alertan que el sistema sigue en deuda

Desde hace más de seis meses el caso Isidro Gastaldi, el niño de Tandil que espera por un trasplante urgente de corazón y que permanece internado desde el año pasado en el hospital Italiano en la Ciudad de Buenos Aires, tomó trascendencia nacional y los pedidos desesperados de sus papás fueron acompañados e involucraron famosos deportistas.

De hecho, días atrás el pequeño tandilense de apenas cuatro años que cautivó a todos con su lucha, que se viralizó en redes sociales a través de la cuenta “Un Corazón para Isi”, disfrutó junto a sus padres, Laura y Sebastián, un momento conmovedor junto al tenista Juan Martín del Potro, que compartió en su cuenta de Instagram el emotivo encuentro. Este caso que tomó estado público y hasta trascendió las fronteras, sirve de punta de lanza como disparador para reflejar y plantear la situación de trasplantes en el país desde varias aristas.

Por ejemplo, el caso de Isidro evidenció la falta de donantes pediátricos en Argentina. De acuerdo a los datos oficiales del Incucai (Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante), actualmente hay 7.500 personas en lista de espera para recibir un órgano o tejido y cerca de 200 son niños y adolescentes, de los cuales cerca de la mitad tienen menos de 10 años.

Según el organismo, en lo que va de 2022 se llevaron a cabo un total de 334 trasplantes pediátricos; 287 de tejidos y 47 de órganos. Nueve menores de 10 años recibieron un trasplante renal, ocho uno hepático, y un pequeño recibió un corazón. Además, 22 niños y adolescentes de 10 a 19 años fueron también trasplantados.

De un promedio de 1.500 trasplantes que se realizan por año en el país, hay una lista de espera de 7.500 personas. La demanda supera ampliamente a la oferta y, pese a los avances de los últimos años, todavía queda mucho por hacer en esta materia.

SECUELAS DE LA PANDEMIA

Después de un 2019 que fue el año récord en donación durante 2020 se redujeron a la mitad debido a múltiples factores relacionados a la pandemia.

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“Lo que nos ha demostrado el Congreso Argentino de Trasplantes, que terminó hace una semana, y los datos recientes del Incucai es que la actividad cayó en un 50%, pero no a cero, como en otros lugares”, sostiene Alejandro Bertolotti, jefe del Departamento de Trasplantes del Hospital Universitario de la Fundación Favaloro, en la ciudad de Buenos Aires.

LA LEY JUSTINA, RETRASO EN LA IMPLEMENTACIÓN Y DEUDAS

Desde la sanción histórica de la Ley Justina en 2018, todo ciudadano mayor de edad es por defecto donante a menos de que hayan dejado constancia expresa en vida de lo contrario.

Más allá de las estadísticas, especialistas y profesionales de la salud coinciden y alertan en algunas situaciones que consideran determinantes, primero para plantear algunos puntos críticos en la materia, que a partir de allí, llevarían indudablemente a evolucionar en las cifras.

Puntualmente en dos ejes claves: por un lado en la concientización en todo lo que respecta a la donación y al mismo tiempo un fortalecimiento en el sistema que desarrolle y agilice toda la cadena de un proceso de donación y trasplante.

Roberto Tanús es Médico Nefrólogo recibido en la Universidad Nacional de Córdoba y fue presidente de las Sociedades Argentina y de América Latina y del Caribe de Trasplante. Actualmente se desempeña como miembro del Comité de Bioética del INCUCAI y del Consejo Asesor de Profesionales de la misma institución. El reconocido profesional resalta la importancia de crear conciencia acerca de la importancia de ser donante y remarca puntualmente una situación: “En el sistema sanitario, ya sea público y privado, hay un rol clave en hospitales, clínicas y sanatorios que aún falta desarrollar y avanzar, y que forma parte de la Ley Justina. Se trata de la figura del coordinador hospitalario, que cumple la función clave en todo el proceso”.

En la misma sintonía, el Dr. Clemente Raimondi, Profesor Titular de la Cátedra de Trasplantes de la Facultad de Medicina de la UNLP sostiene: “Coincidimos con varios médicos que el Sistema de Procuración en Argentina -que está compuesto por múltiples instituciones que trabajan articuladamente para completar el proceso desde la donación al trasplante- hoy está en deuda. Mejorar todo esos procesos es determinante”.

Específicamente, los coordinadores hospitalarios de trasplantes son profesionales con la formación adecuada en todos los temas técnicos, científicos, jurídicos y administrativos de un proceso de donación-trasplante. Su función comienza con la detección del potencial donante y finaliza con la donación efectiva de órganos para trasplante; se distribuyen en los hospitales de mayor complejidad del país, de acuerdo a los lineamientos del Programa Federal de Procuración.

EN CIFRAS

De acuerdo a los datos oficiales, a junio del 2022 en Argentina hubo 1.439 trasplantes de órganos y córneas. Del total, 773 pacientes recibieron un trasplante de órganos, y además, se realizaron 666 trasplantes de córneas. En 2021, hubo 3.181 trasplantes de órganos y córneas, un 40% más que en 2020, un año marcado por la pandemia del coronavirus.

Si bien tras la puesta en práctica de la Ley de Trasplante de Órganos, Tejidos y Células llevó a que 2019 fuera el año récord desde que se tiene registro en la tasa de trasplantes, que fue de 20 por cada millón de habitantes, con un total de 4.510 intervenciones, según el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai), a nivel mundial esa cifra es baja.

A modo de comparación, España tiene una tasa de 40 donantes por cada millón de habitantes, más del doble del promedio en la Unión Europea (UE), lo que convierte al país en líder mundial en trasplantes. Los especialistas afirman que el logro de ese país es gracias a su sistema de salud coordinado a una extensa red de Coordinadores Hospitalarios de Trasplante.

Abrazo

Según la OMS, en el mundo se realizan al año alrededor de 140.000 trasplantes de órganos, en su mayoría trasplantes renales, lo que representa menos del 10% de la lista de espera mundial.

De acuerdo con los datos actualizados del Incucai, 7.347 personas necesitan un trasplante para salvar su vida.

“En Argentina trasplantamos relativamente mucho más: de esos 7.300 pacientes en lista de espera, probablemente al cabo de este año habremos trasplantados 2.000 pacientes, es decir más del 25%”, resaltó el presidente del Incucai, pero señaló que esa cifra “representa un desafío que el sistema de salud tiene que mejorar”.

POLÉMICA POR VENTAS

Si bien hace semanas atrás se coló en la agenda mediática la polémica por algunos dichos del diputado nacional Javier Milei, actualmente el comercio de órganos se encuentra prohibido por la Ley de Trasplantes.

En este sentido, la legislación argentina, como en todos los países del mundo en que se desarrollan trasplantes, regula minuciosamente toda la actividad de donación y trasplante, de tal manera de ofrecer una garantía de transparencia y trazabilidad de todos los procesos, generando la confianza de la sociedad.

En este sentido, la legislación argentina prohíbe expresamente la comercialización de órganos. Esto se fundamenta en los siguientes principios:

- La posibilidad de la compra venta y de poner precio a un órgano o a una parte del cuerpo transforma al ser humano de sujeto en objeto y vulnera los Derechos Humanos y la dignidad humana, consagrada en las Declaraciones de Derechos Humanos.

- Se vulneraría el principio de justicia como equidad, y consagraría las condiciones de inequidad ya que el supuesto “vendedor” lo haría por necesidad y el “comprador” lo haría por sus posibilidades económicas.

- Además, el ejercicio de la autonomía se sustenta en la libertad para la toma de decisiones. En este sentido queda claro que la decisión de vender un órgano basado en las necesidades económicas implica coacción y no puede considerarse autónoma.

Lo cierto es que en Argentina el Incucai nunca ha merecido objeciones y su funcionamiento es absolutamente transparente.

2019 fue el año récord desde que se tiene registro en la tasa de trasplantes

La legislación argentina regula minuciosamente toda la actividad de donación y trasplante