Realeza: la previa a la coronación más esperada de la historia

Llegó el día. A pesar de las dudas de la reina, de la traición a Diana, de la BBC y la prensa amarilla. A pesar de Harry, de los republicanos y, sobre todo, a pesar de ellos mismos que hicieron todo mal, Carlos y Camila serán coronados el próximo sábado. Algunos se quejarán porque ganaron los malos, otros dirán que ha triunfado el amor. Pero más allá de todo, nada en este acto es opinable: Carlos Felipe Arturo Jorge, nacido en Londres el 14 de noviembre de 1948, el próximo sábado será ungido rey con todos los honores tal como lo establecen las leyes del Reino Unido. Y, como se viene haciendo desde la Edad Media, su legítima esposa también será coronada. Los ríos de tinta que corrieron en los últimos 20 años asegurando que, fallecida la reina Isabel II, el que asumiría el papel de rey sería el príncipe Guillermo, se han diluido en mares de rumores, habladurías y chismes a los que la corona jamás ha respondido salvo con la evidencia de la constitución y un excelente trabajo de marketing institucional que ha permitido que Carlos y Camila sean hoy aceptados y respetados por la ciudadanía. Lo demás, cartón pintado.

No es novedad que Carlos es rey, dirán los lectores. Lo es desde que murió su madre. Sí, pero el Reino Unido es la única monarquía europea que conserva la ceremonia de coronación. La que, por su complejidad y por guardar un período de luto, no se lleva a cabo en cuanto muere el rey precedente sino unos meses más tarde.

Un cuadro realista de la figura del rey / Web

Justamente hoy se cumple una década de la asunción del Guillermo Alejandro como rey de los Países Bajos. Fue una ceremonia solemne y todos recordamos a Máxima con su vestido-capa azul Klein y su imponente corona de zafiros. Pero a pesar de la solemnidad y de lo hermosa que estaba nuestra compatriota, no fue una coronación. Nadie le puso a nadie una corona en la cabeza sino que Guillermo Alejandro se convirtió en rey porque su madre abdicó y él firmó unos documentos delante de testigos. Trámites muy parecidos, aunque estos aún más austeros, a los que protagonizaron Felipe VI de España y Felipe de Bélgica unos meses después.

Nada se compara con los actos que podremos ver el próximo fin de semana. Y eso que Carlos ha pedido simplificar las cosas. Ni ellos tienen edad para estar parados cinco horas ni la gente tiene paciencia ni las arcas están tan boyantes como para gastar plata sin sentido.

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Las primeras coronaciones de reyes de Inglaterra que están documentadas son las del siglo XI. Los actos comenzaban en la víspera y el nuevo monarca pasaba casi toda la jornada bañándose con un grupo de caballeros privilegiados quienes solían ser condecorados con la Orden de Bath (baño, en inglés). Tengamos en cuenta que por esas épocas bañarse era un acontecimiento reservado para las grandes ocasiones. Seguramente Carlos III se bañará en la tarde del 5 de mayo pero no compartirá la ducha con nadie sino que se preparará para ser el anfitrión en una cena con dignatarios locales y extranjeros que se presentarán ya limpitos y vestidos y que marcará el inicio de los actos.

La primera coronación que se trasmitió por radio fue la de Jorge VI, en 1937

Según ha informado la Casa Real no serán muchos los cambios formales de la coronación en sí. Una ceremonia que comenzó a realizarse en el año 1066 con gran pompa y a la que cada monarca fue complejizando y poniendo su impronta hasta la coronación de Jorge IV en 1821 que fue la más concurrida y opulenta. Jorge, al igual que Carlos, había esperado años a que su padre muriera para asumir el trono. Un padre con el que no tenía buena relación dada la propensión de Jorge a gastar en las cartas más dinero del que disponía. Siempre en rojo, el día que pudo disponer del tesoro, tiró el palacio por la ventana. Casi 5000 personas acudieron la coronación y banquete posterior y para que entraran hasta hubo que tirar paredes de la Abadía de Westminster. También estaban previstos festejos y picnics callejeros pero tuvieron poco éxito porque el rey no era demasiado popular y se le echaba en cara el haber repudiado a su esposa, la reina Carolina.

La carroza del desfile / Web

Desde la coronación de Eduardo I, en 1274, la consorte era coronada el mismo día que el rey. Pero Jorge IV no quiso saber nada. Al contrario de Eduardo I, que amaba a su Leonor de Castilla, y Carlos III, quien desea a Camila a su lado desde que es joven, el rey Jorge sentía repulsión por su esposa al punto de que en la noche de bodas había tenido que emborracharse para cumplir con sus deberes maritales.

Cuando muere Jorge, asume el trono su hermano como Guillermo IV quien ni siquiera quería ser coronado. Ni a él ni a su esposa, la reina Adelaida, les interesaba el boato, no pensaban gastar ni un peso en un banquete y mucho menos propiciar fiestas en la calle. Él tenía casi 70 años y no le daba el cuerpo para hacer caminando “la procesión del rey” que consiste en caminar de Buckingham a Westminster ida y vuelta, acompañados de escoltas y soldados. Así que tomó la decisión de hacerlo a bordo del Gold State Coach, un carruaje de madera íntegramente recubierto en láminas de pan de oro adornado con personajes de la mitología clásica. Lo usaron todos los monarcas posteriores y se ha anunciado que Carlos y Camila también recorrerán las calles de Londres en él luego de la Coronación.

Un excelente trabajo de marketing institucional ha permitido que sean aceptados

Después de la sucesión de reyes maduros y poco atractivos no es de extrañar que la coronación de la joven reina Victoria, en 1838, haya suscitado tanta expectativa. Las calles de Londres estaban desbordadas y la situación no fue mucho mejor dentro de la abadía. El problema fue que los nuevos lores que colaboraban en la corte de Victoria no se habían tomado el trabajo de organizar el ceremonial ni de decirle a la reina lo que tenía que hacer. El arzobispo estaba totalmente perdido, incluso dicen que borracho. Equivocó la secuencia de la ceremonia y le puso a Victoria el anillo de la coronación en el dedo equivocado, lastimándola. Es de esperar que en esta ocasión se haya tenido en cuenta que el rey Carlos III sufre de dactilitis por lo que sus dedos suelen estar bastante hinchados.

El momento más hilarante se vivió cuando lord Rolle, de 82 años, se adelantó para rendirle homenaje. Según describió la misma reina en su diario “al intentar subir los escalones para saludarme él se cayó y rodó hacia abajo. Luego trató subir los escalones nuevamente”. En este punto Victoria se adelantó para que el anciano pudiera besarle la mano y no hubo que lamentar víctimas.

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Las cuatro diferencias entre Carlos III y sus antepasados

La primera coronación que se trasmitió por radio fue la de Jorge VI, en 1937. Fue una decisión muy controvertida ya que el rey era tartamudo, una condición difícil de disimular a la hora de decir un discurso por radio. Sin embargo salió airoso con la ayuda de su esposa, la reina Isabel, y de su logopeda que lo asistió en todo momento.

Cuando en 1953 fue coronada su hija, Isabel II, comenzaba la televisión. Y fue una verdadera revolución que pudiera verse prácticamente toda la ceremonia en directo. Una decisión semejante significa horas de organización milimétrica y ensayos pero la joven reina asumió el reto y si hubo fallas, nunca se notaron. Todo estuvo a cargo del príncipe Felipe, marido de Isabel, quien en un principio y debido al sentimiento machista de la época, no quería arrodillarse y jurar obediencia y vasallaje a su esposa. A regañadientes, fue luego el primero en hacerlo.

Los sellos del monarca / Web

¿Qué podemos esperar de la coronación de Carlos y Camila? Quienes deseen seguir los acontecimientos podrán hacerlo a través de la BBC. La ceremonia comenzará a las 7 de la mañana hora de Argentina y el momento más importante será cuando Carlos reciba las regalías: las espadas, el orbe, el cetro, el anillo y, finalmente, la corona de San Eduardo, la joya más importante de la casa real que se usa desde 1661 para coronar al nuevo monarca. De todos estos símbolos el más antiguo es la cuchara de oro con la que se realiza la unción. Es una joya de la Edad Media que contendrá el aceite bendecido y que Carlos ha pedido que provenga de los olivos de Jerusalén, donde está enterrada su abuela.

Queda la expectativa de qué llevarán puesto ese día Carlos y Camila aunque se descuenta que las capas de armiño ceremoniales lucirán sobre sus hombros. Sí se sabe que Camila ha creído innecesario que se confeccione una corona nueva como es costumbre en el caso de las reinas consortes de modo que ya se ha adaptado para ella la corona que llevó en su día la reina María, bisabuela de Carlos.

La nueva moneda de Carlos III / Web

Los actos no se limitan al sábado sino que el domingo 7 será el gran almuerzo de la coronación, una celebración ciudadana organizada en cada vecindario y cada pueblo de Inglaterra con la ayuda de las organizaciones benéficas de las que Carlos y Camila son patrones. La estrella principal es la Coronation quiche, una tarta de verduras sencilla cuya receta se ha difundido. El lunes están previstas una serie de acciones con voluntarios de todo el Reino Unido para reafirmar el mensaje y sentido de toda la coronación de Carlos III: una celebración solidaria y amable más allá de la solemnidad del acto en sí.

Esperamos con ansias ver este acontecimiento único que contará con la presencia de reyes y reinas, príncipes y princesas y otras celebridades del mundo entero. Cada detalle será analizado y miles de videos y fotos serán capturados y podrán verse en los medios y redes. Lo que nunca sabremos es el sentimiento que albergan los corazones de Carlos y Camila. Han recorrido un largo camino de aciertos y desaciertos pero con una tenacidad irrenunciable que los hace merecedores del honor de ser coronados. Ojalá sientan que ha valido la pena.

Las calles de Londres se visten de gala en vísperas del gran evento / Web