“Prefiero fingir demencia y seguir”. Esta frase se transformó en un habitué, sobre todo entre los jóvenes. De hecho, más de un adulto se queda perplejo al escuchar esta frase que pronuncian los adolescentes, como si fuera una especie de lunfardo. Pero no, en realidad hablan de lo que muchos conocen como una “ignorancia deliberada”: es decir, cuando las personas eligen desconocer un tema, en general, para resguardarse y, al mismo tiempo, cuidar su salud mental. ¿Pero qué es lo que está en riesgo?
“Se debe tener en cuenta que hay conocimientos o noticias que pueden producir un malestar y hasta pueden ser nocivos mentalmente. Por eso hoy se habla mucho de una frase, ‘fingir demencia’, que es ignorar algo que se sabe o a veces no querer conocerlo, entenderlo o comprenderlo”, introdujo sobre el tema el psicólogo platense y profesor de la Facultad de Psicología de la UNLP, Juan Manuel “Mel” Gregorini, en diálogo con EL DIA.
“La ignorancia fomenta el aislamiento social ya que las personas pueden evitar a aquellos que piensan diferente”
Nicolás Irureta
Médico especialista jerarquizado en neurología y profesor de la UNLP
Tal como se desprende de sus dichos, el terapeuta de la Ciudad refirió el impacto que tiene en la salud mental el hecho de conocer lo que sucede en la realidad. Evitar noticias, preferir irse de una conversación, salir de un grupo de WhatsApp o ‘participar’ -ni siquiera testimonialmente- de un diálogo son algunas de las decisiones, en efecto, que toman los platenses para evadirse...
“Hay una sobreinformación, un bombardeo, en donde lo que pasó ayer ya es ‘noticia vieja’. Eso produce angustia y se toma la decisión de protegerse, al decir ‘esto no existe’ y, así, aislarse. Es una elección de no saber, pero el no saber no hace que deje de existir. Genera, sobre todo, una ruptura del lazo social y produce un confrontamiento. El hecho de que la gente no esté informada es algo que perjudica cotidianamente e influye sobre lo que, después, se opina o sobre la realidad en la que vive”, explicitó, en contacto con este medio, la licenciada en Psicología recibida en la UNLP y vecina de la Ciudad, Ana Laura Llull Visotsky.
También en diálogo con este diario, el doctor Nicolás Irureta, médico especialista jerarquizado en neurología, profesor de la UNLP, miembro de la Fundación Dr. César R. Burry de La Plata, inició: “Las personas pueden elegir no saber cierta información en diversos contextos culturales o sociales”.
“Por ejemplo -ilustró el neurólogo-, es en cuestiones políticas o religiosas en donde las personas suelen ignorar información que vayan en contra de sus propias creencias o que las desafíe. En lo que tiene que ver con la salud o la alimentación, muchos grupos suelen ignorar evidencias medicas científicas formalmente aceptadas y comprobadas ya que son contrarias a su estilo de vida alternativo, lo cual sumado la desinformación que muchas veces promueven las redes sociales, pueden generan en los individuos conductas que sean peligrosas para su salud. En contextos educativos a veces también puede haber ignorancia deliberada evitando tratar ciertos temas que generen controversia. En situaciones de crisis como lo fue la pandemia, las personas pueden optar ignorar la información protegiéndose así de la ansiedad y el estrés que genera esta información”.
Sobre este punto, la psicóloga explicitó: “En la pandemia, con el tema de las vacunas, la consecuencia de ‘fingir demencia’ o ignorar un tema genera que la gente elija no informarse. En el caso de la salud mental, muchos eligen protegerse para poder sostener sus creencias personales y no entrar en contradicciones. Realmente hay gente a la que no le interesa más que ‘su cotidiano’ y estar inmerso en una realidad ‘paralela’”.
Consiste en la acción de las personas que eligen desconocer un tema para “irse” de la realidad
Para la profesional del área, “existe demasiada estimulación cuando y entonces la gente elige preservarse. Se emparenta a cuando se siente que algo agota. Hay mayores eventos que bombardean de información , como por ejemplo, en las elecciones done hay personas que se sienten saturadas, colapsan y eligen apartarse de las noticias”.
UNA VISTA HACIA EL IMPACTO SOCIOCULTURAL
Sobre el tema de la “ignorancia deliberada” o -como él mismo citó- “fingir demencia”, el psicólogo platense “Mel” Gregorini reconoció que “los contextos culturales o sociales en los que se da la ignorancia ‘deliberada’ generalmente es en las clases media y media alta”.
La licenciada en Psicología recibida en la UNLP, Ana Laura Llull Visotsky, opinó que el impacto de la ignorancia se traduce en “la formación de creencias colectivas o la polarización social”. “Se crean falsas opiniones, fragmentaciones, y en caso de personas que se dedican a temas sensibles, generan una desinformación que se exterioriza”, aportó.
“Hay conocimientos o noticias que pueden producir un malestar y hasta resultan nocivos”
Juan Manuel “Mel” Gregorini
Psicólogo platense y profesor de la Facultad de Psicología de la UNLP
Por su lado, el Dr. Nicolás Irureta reparó en que “puede afectar la confianza de las personas ya que, si una persona se percibe como que evita discutir ciertos temas o ignorando hechos evidentes, otros pueden cuestionar su sinceridad o integridad. Otra manera en la que puede afectar es alimentando estereotipos y prejuicios”.
“La ignorancia deliberada fomenta el aislamiento social ya que las personas pueden evitar a aquellos que piensan diferente, lo cual predispone al sujeto a enfermedades mentales y neurológicas. También puede generar dificultades en la comunicación, crear divisiones sociales, violencia”, agregó el neurólogo.
A su momento, el terapeuta de la Ciudad explicó que el impacto de ‘fingir demencia’ “es grande”. “¿Pero realmente se puede ignorar todo, se puede no saber cómo que existen algunas cosas en realidad?”, se preguntó “Mel”. Ante esto, su respuesta fue clara: “No, porque cuanto más conscientes somos, tenemos mejor calidad de vida tanto psíquica, emocional y social”.
“En cuanto a la salud, la ignorancia deliberada puede generar falta de empatía o entendimiento sobre diversas enfermedades sobre todo mentales, o a veces diagnósticos tardíos debido a la necesidad de las personas de quedarse en su zona de confort evitando situaciones de estrés. O generando olas de desinformación que hagan que las personas tengan información errónea”, sintetizó, en tanto, Irureta.
“Muchos eligen protegerse para poder sostener sus creencias personales y no entrar en contradicciones”
Ana Laura Llull Visotsky
Licenciada en Psicología recibida en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP)
Para concluir, Gregorini explicó que “fingir demencia o ignorar cosas deliberadamente va a traer un impacto colectivo muy grande y va marginar a la gente que decida no saber lo que sucede”.
Respecto a la decisión de ignorar para preservar la salud, la psicóloga manifestó que “muchas veces hay personas que deciden ‘apagarse’ porque en algún momento del día se acaba la energía y prefiere prestar atención a otras cosas, pero ciando se instala como algo cotidiano, como la decisión de no informarse creyendo que se está mejor, eso es preocupante”.
Para comentar suscribite haciendo click aquí