En Nueva York suspenden la venta de los populares vapes de cannabis: un negocio millonario que es furor

El estado de Nueva York tomó una medida drástica al suspender la venta de vaporizadores y cigarrillos de cannabis, lo que implicaría en principio una pérdida  económica de mil millones de dólares para esa industria. 

Esta decisión se produce en medio de una investigación en curso sobre la legalidad de los ingredientes utilizados en su producción, según publicó la prensa neoyorkina a partir del acceso a documentos.

La Oficina de Gestión del Cannabis (OCM), el organismo estatal encargado de supervisar la industria del cannabis, emitió una serie de órdenes el pasado 23 de abril, exigiendo a los dispensarios que retiren de sus estanterías una gran parte de los vaporizadores y productos pre enrollados de empresas prominentes como Stiiizy y Mfused, entre otros.

Estos documentos revelan una investigación de la agencia centrada en la presunta práctica ilegal de algunas empresas de introducir cannabis proveniente de cultivadores sin licencia en el mercado legal. 

Esta estrategia, conocida en la industria como "inversión", contraviene las regulaciones estatales y federales, ya que la ley federal prohíbe el transporte de marihuana a través de las fronteras estatales, lo que exige que el cannabis legal se cultive y venda dentro del mismo estado a través de empresas autorizadas.

Según las órdenes de la OCM, los investigadores están examinando el origen del aceite de cannabis utilizado en la fabricación de los vaporizadores y la precisión de las pruebas de laboratorio que certifican la calidad de los productos de Mfused. 

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Tanto Stiiizy, con sede en Los Ángeles, como Mfused, con base en Seattle, figuran entre las marcas de cannabis más importantes de Estados Unidos. 

Sus vaporizadores se encontraban entre los diez productos más vendidos en Nueva York durante el mes de abril, según datos de la empresa de análisis de ventas de cannabis Headset.

Los productos que han sido puestos en cuarentena en los almacenes de las empresas y en las cámaras acorazadas de los dispensarios representan un valor de venta al público superior a los mil millones de euros. 

Esta suspensión pone de manifiesto la determinación de las autoridades de Nueva York por garantizar la transparencia y la legalidad en su mercado de cannabis, así como la protección de los consumidores al asegurar un suministro de productos seguros y de origen controlado. 

La investigación en curso podría tener implicaciones significativas para las empresas involucradas y para el futuro del mercado de cannabis legal en el estado.