Capturas de tiburones en la bahía San Blas

A esta altura del año podemos decir que tuvimos una temporada de pesca bastante buena, engrosando a todas las actividades ya sea pejerrey, corvinas, mochuelos, bogas a principio de año, la de variada de mar en pesca de altura y costera; pero falta terminar con una pesca donde en un solo lugar suelen asegurar a estas piezas: San Blas.

A pesar de la altura de la temporada que como sabemos recién en diciembre se afirman, ya salieron varios guías en busca de los escualos en la Bahía; uno de ellos que según los dichos de los lugareños es el que más pescó de los que habitan San Blas en la pesca deportiva, es Gustavo Carranza.

Bahía San Blas, tiene una costa muy particular, islas, islotes, bancos mar adentro que suelen ser interminables que con la bajamar se anegan, que para llegar a mar adentro debemos recorrer algo más de 40 km. A estas rías que se producen al ingresar agua con la creciente entran innumerables especies muchas de productos de alimentación de otras especies como son los cornalitos, camarones que alimentan a las grandes corvinas y a las pescadillas para nombrar algunas. Y el último en ingresar es el tiburón en sus distintas especies como bacotas, escalandrunes y gatopardos, y los cazones en su plenitud en estos momentos para retirarse a fines de diciembre.

SALIDA

Habíamos concertado una salida con Gustavo Carranza con su nueva embarcación la Yamila para más de 12 personas que para esta pesca resulta muy cómoda.

Ya frente a Prefectura nos estaba esperando Gustavo con un grupo de pescadores del Gran Buenos Aires, a los cuales nosotros acompañamos. Temprano en la mañana el tiempo se presentó con vientos del sector norte. Salimos rumbo al canal Culebra donde además de practicar esta pesca el cazón estaría muy activo también.

Para llegar al Culebra debemos cruzar los bajos de la isla Gamma, después la isla Flamenco que una vez superada doblamos a la derecha para llegar al fin al canal Culebra, el recorrido es de casi 60 km, nos comentaba Gustavo.

Lo ideal es siempre llegar cuando está la parada de agua, que es cuando el tiburón suele tener mayor actividad para comer; la misma estaría para las 11 aproximadamente, nosotros llegamos una hora antes, la idea del guía era hacer pescar algunos cazones a los demás pescadores.

En el momento de armar los equipos de pesca Gustavo no quiso arriesgar colocando elementos más livianos, sobretodo en las líneas de cazón con las de tiburón, colocando todo para tiburón. Las cañas tiburoneras de 80 libras, con reel cargado con nailon del 100, con anzuelos 12/0 y para carnadas se llevó lisas, algunas caballas, y también calamar, un surtido bastante bueno.

CEBA

Comenzó a trozar las primeras caballas encarnando para el cazón y con la intención de ir cebando el sector para cuando se acercaran los "tiburcios".

Lanzó la primera línea en forma perpendicular y el resto en forma de abanico para evitar futuros enredos; rápidamente comenzó a chillar una de las cañas, unos de los muchachos se levantó tomándola en mano y con dos cañazos firmes dejo la caña en alto, para comenzar a traer lentamente. El primer cazón estaba arriba, pesaba 12 kilos fácilmente.

Sin terminar de comentar el primer pique llegó el segundo, en menos de una hora se habían logrado más de diez piques consecutivos, algo impensado.

Cuando comenzó a mermar el pique de cazones el guía pidió levantar todas las cañas del agua para cambiar las carnadas por trozos de lisas, que él mismo se encargo de encarnar entrando el anzuelo por la cabeza, esta vez dejaría solamente unas cuatro en el agua, ya que las corridas del tiburón son largas.

Siempre es conveniente pescar la variada debajo de la embarcación, esto seduce mucho a los tiburones mientras esperamos el pique, en esta oportunidad no lo realizamos ya con la pesca de cazones fue suficiente. Aquí se suelen pescar muy buenas corvinas rubias.

TIBURONES

Entre tantas conversaciones, llegó el primer pique esta vez tomó la caña el guía para no errar el pinchazo que de ser de tiburón hay que tener bastante experiencia en la misma, también podía ser un cazón grande merodeando el lugar, pero no al clavar firmemente Gustavo ya anticipaba que la lucha del primer pescador iba ser con un tiburón.

Con todos sus años Gustavo en esta pesca, recién cuando el escualo tomó velocidad en busca de distancia pasó la caña, dándole el consejo que lo deje pelar lo más que pueda "al primero hay que tardar en sacarlo, los demás vienen solos", ese fue el comentario.

Valiente el primer pescador soportó de pie el embate del tiburón, llevándolo de una borda a otra hasta dejarlo exhausto y tomó la posta otro, trayéndolo sin tantos miramientos, se mostró en la superficie entre un par de olas, enseguida Gustavo se ratificó "me equivoque pensé que como peleaba era un bacota" sin embargo era un escalandrún que peleó más de lo acostumbrado.

A la media hora apareció un muevo pique, con una llevada larga y a tirones semejante a la de un bacota, tomó nuevamente la caña el guía y clavó. El tiburón en su corrida comenzó a venirse para la lancha, e inmediatamente el guía dio la orden de levantar las demás cañas.

Enseguida tomamos las demás cañas para evitar un seguro enredo que sería tremendo, con tanta suerte que en la recogida en una de las cañas tomó otro tiburón, que de no ser por su compañero que lo ayudó pudo haber perdido el equipo, lo había tomado desprevenido.

LUCHA

Ahora la lucha sería con dos tiburones, ambos pescadores estaban atentos a las indicaciones del guía que siempre pedía tener control sobre la línea tensionándola constantemente.

Después de casi media hora se dejó ver el primero, era un tiburón gatopardo, que a esta altura del año se suelen acardumar en la bahía, mientras a éste se lo acercaba a la embarcación, al otro se lo mantenía a unos 40 metros de la embarcación.

Con mucha maestría Gustavo primero a uno y luego al otro tiburón que también fue un gatopardo los subió a la embarcación que después de las sesiones de fotos fueron devueltos al agua.

Sin lugar a dudas, sin estar en plena temporada de tiburones, y jugarnos a pescar algunos tuvimos un día realmente fantástico primero con un escalandrún y luego con el doblete de gatopardo.

Guía de pesca Gustavo Carranza, teléfono (02920) 499258.