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Séptimo Día |EL CASO MELAZO Y LOS “SAQUEOS” HISTÓRICOS AL IOMA COMO EXPONENTES PROVINCIALES

“El sistema de poder está montado para fomentar la corrupción”

Entrevista a Hugo Alconada Mon. Una descripción de la impunidad en la Argentina. El kirchnerismo, Cambiemos y los empresarios en la mira. El rol del Papa Francisco

“El sistema de poder está montado para fomentar la corrupción”

Hugo Alconada Mon /Roberto Acosta

MARCELO ORTALEmarhila2003@yahoo.com.ar

28 de Octubre de 2018 | 08:10
Edición impresa

El sistema argentino de poder “está montado para fomentar la corrupción y garantizar la impunidad del círculo rojo, de la casta que controla las riendas del poder”, dice Hugo Alconada Mon, en su último libro “La raíz de todos los males” (Planeta, 2018), que lidera las ventas desde hace varias semanas en las librerías del país.

El texto no deja en pie a casi nadie. En la primera página arremete: “Los fiscales no investigan, los jueces no juzgan, los organismos de control no controlan, los sindicalistas no representan a sus trabajadores, los empresarios no compiten, la policía no reprime el delito y los periodistas no informan”. Admite luego que hay excepciones muy dignas: “Pero así fue diseñado y así funciona un sistema de corrupción e impunidad, donde reina la hipocresía que premia a los que se adaptan, expulsa o encapsula a los elementos sanos (que son muchos) y castiga a los que intentan rebelarse (que no son tantos)”.

Ahora, en la entrevista, toma un agua saborizada en uno de los bares cercanos al palacio de Tribunales platense. “A pesar de que lo investigué y denuncié, no es que haya estado contra el kirchnerismo. Mi trabajo es profesional y consiste en investigar al poder de turno. Por eso en mi último libro pongo el acento en el sistema, en tratar de revelar lo que está debajo de la superficie…Además, quedarse sólo con el poder político es acotar el problema, por eso hablo de todos los sectores sociales que actúan muchas veces en los sótanos…”

“El mismo operador de la servilleta de Menem es el mismo que se encargó de operar para que se cerrara la causa por enriquecimiento ilícito de los Kirchner y es el mismo que se encargó de apaciguar y neutralizar el escándalo del Correo Argentino para los Macri…Me refiero a Javier Fernández, casi desconocido para todos, es decir a un operador que actuó durante 30 años y con tres gobiernos diferentes…Ese tipo es poder y nadie lo conoce”

Abogado y periodista, trabajó primero unos años en EL DIA e ingresó en 2002 a La Nación en donde se desempeñó como corresponsal en Washington y a su retorno como columnista político. Desde entonces publicó “Los secretos de la valija: del caso Antonini a la petrodiplomacia de Hugo Chávez” (Planeta, 2009); “Las coimas del gigante alemán: la historia secreta de Siemens, los DNI y los gobiernos argentinos hasta los Kirchner” (Planeta 2011); “Boudou, Ciccone y la máquina de hacer billetes” (Planeta 2013) y “La Piñata” (Planeta 2015). Ganador de varios premios nacionales e internacionales, acaba de recibir en los Estados Unidos el prestigioso Moors Cabot.

La gente lo reconoce, los programas políticos y las pantallas lo convocan, pero eso, dice, no lo hace feliz: “Perdí ese gran capital periodístico que es el anonimato…Dejé de ser invisible…ya no puedo filtrarme en algunos lugares” reflexiona. En la charla demostró repentización y seguridad en las repuestas. Se le comentó que esa fama le debe haber multiplicado sus fuentes de información. Luego de pensar unos segundos, “puede ser” admitió.

PING PONG

Es rápido en el ping pong periodístico. Este embate de la Justicia contra la corrupción en el país es inédito, no existen antecedentes similares en la historia…¿es así?: “Yo creo que se mezclan múltiples voluntades, que no es tan claro todo. Hay algunos jueces que quieren ir a fondo. Otros no, quieren algo selectivo y no meterse con empresarios o banqueros. Lo mismo pasa con los fiscales. Dentro del Justicialismo hay gente que no va a meterse para abogar por Cristina en los tribunales, pero sí que están pidiendo clemencia –al igual que varios funcionarios de Cambiemos- para determinados empresarios o banqueros”.

“Está claro que en la Provincia se ha permitido un enorme margen de impunidad”

 

-¿Esto significa que no habrá mani pulite en la Argentina? ¿Hay que desestimar el impulso investigador de la Justicia sobre el poder público en nuestro país?

-No. Creo que el saldo es positivo. Vamos a suponer que ahora alguna causa importante se cayera. Eso va a generar mucha mayor presión social sobre los jueces que están interviniendo. Imaginemos, por ejemplo, que el empresario Roggio se convierta en un arrepentido y que los corruptos de turno empiecen a verlo como un potencial traidor, ¿se van a animar a seguir pidiéndole sobornos? ¿Le pedirán el doble de coima, por si se arrepiente más adelante? El efecto positivo de este embate judicial ya está…

-¿Qué es la corrupción?

-La corrupción es egoísmo. Es una especie de subversión moral que aparece cuando se piensa más en el interés y en el bolsillo personal que en el bien común.

-¿Cómo valora sus investigaciones periodísticas sobre la corrupción?

-En la mayoría, fracasé. Porque siempre uno termina dándose contra una pared y, además, por la falta de repercusión social y judicial…

-¿En la causa Ciccone también cree que fracasó?

-No, en el caso Boudou todo cerró bien. Creo que fue el único caso positivo.

-Usted parece más bien escéptico sobre las investigaciones judiciales que se siguen por corrupción en el país

-Mire, le doy este dato. Por las investigaciones que hice entre marzo de 2009 y 2015 fui citado por algún juzgado, en ese período, en cuatro oportunidades. A partir del retiro del kirchnerismo del gobierno, por esos mismos expedientes fui citado cuarenta y cuatro veces por jueces que me piden documentación y otros datos. ¿Cómo, ahora me los piden? Esto significa que, cuando el kirchnerismo era gobierno, los jueces no se le animaban. ¿Qué es eso sino corrupción?

-¿Qué ocurre con los imputados en las causas por corrupción?

-El 25 por ciento fue sobreseído, el 9 por ciento se encuentra con una falta de mérito para procesar, el 5 por ciento se benefició con una prescripción y otro 54 por ciento sigue en un limbo a la espera de definiciones. En cuanto al tiempo que insume la tramitación de las causas, se detectaron 50 investigaciones con más de diez años de antigüedad; de ellas, 12 las mantenía el juez Oyarbide en su juzgado. Y unas diez superan los quince años.

-¿Qué opina de la causa Melazo y otras que son propias de la Justicia provincial?

-Acá está claro que se ha permitido un enorme margen de impunidad, tanta impunidad que animó a mucha gente a tirarse a la pileta de la corrupción. ¿Cómo es posible que en la Provincia ningún funcionario del IOMA en las últimas décadas haya tenido problemas con la Justicia? Todos saben que lo de IOMA fue un saqueo sin fin. Yo digo, en el ámbito nacional ¿dónde estuvo el Consejo de la Magistratura que permitió que Oyarbide hiciera sus oyarbidiadas? Y acá en Provincia, ¿dónde estuvieron los organismos de control interno, dónde la Procuración, para frenar a Melazo? También fallaron totalmente en Provincia los organismos de control del Poder Ejecutivo. Y ahora vuelvo a Nación para ofrecerle este dato: la Oficina Anticorrupción, en una de sus dos sedes, durante la época de Kirchner no tenía Internet. Tenían que ir a un bar de la esquina para contar con internet. Cualquier teléfono celular tiene más poder de captación que lo que disponía la famosa Oficina Anticorrupción.

Añadió que en la Provincia, entre 2011 y 2017 no existieron condenas por enriquecimiento ilícito, uso de información reservada, admisión u ofrecimiento de dádivas, prevaricato ni denegación o retardo de justicia. “¿Acaso la provincia de Buenos Aires disfrutó de un sexenio de oro en su administración pública y no nos dimos cuenta?”

“Entre 2011 y 2017 en la Provincia no hubo ninguna condena por corrupción”

 

-¿Quién es Bolsonaro en Brasil, además de que podrá ser presidente de esa república en un corto plazo?

-Bolsonaro es como Berlusconi. Es el efecto no buscado de la lucha contra la corrupción. El fiscal de la mano pulite, Antonio Di Pietro me dijo una vez: “Salimos de Guatemala con la tangentópolis y terminamos en Guatepeor con Berlusconi”. El problema de Brasil –como afirma mi colega Carlos Pagni- es que es un espejo que nos adelanta un par de años a los argentinos.

-¿Podrá entonces la Argentina salir de este atolladero, sin entrar en otro desbarajuste? ¿Adónde nos llevan tantas causas judiciales como las que existen hoy?

-No hay fórmulas mágicas, no hay reformas maravillosas. Se necesita, mínimo, una generación para avanzar sólidamente. Tanto Di Pietro como los fiscales de Brasil, Sergio Moro y Deltan Dallagnol, este último fiscal del Lava Jato, como asimismo el fiscal peruano José Ugaz que investigó a Fujimori, por cuerda separada coincidieron en decirme: “La única y mejor forma de combatir a la corrupción es cuando la sociedad dice basta”. Otro gran pensador social, Robert Klitgaard sostiene que “un buen programa anticorrupción tiene que empezar por freir un par de peces grandes. Y lo mejor es que esos peces grandes sean del partido gobernante, porque sólo así le mostrará a la sociedad que se está combatiendo en serio a la corrupción y no a políticos o ex funcionarios que son de la oposición.

FRANCISCO

-No son pocas las personas –inclusive muchas que son católicas- que le atribuyen al Papa Francisco actitudes que habrían venido colaborando para profundizar la famosa grieta que divide a los argentinos. ¿Cuál es su posición respecto a Francisco?

-Me gusta. Creo que es un intento por volver a los preceptos iniciales del Evangelio, en el sentido de volver a los pobres. Está haciendo mucho más de lo que se sabe por la pedofilia dentro de la Iglesia, para democratizar a América latina y también hace mucho más de lo que se sabe en la Argentina por debajo de la superficie.

-¿Cree en el periodismo militante?

-El periodismo militante es un oxímoron, es decir una contradicción en sí misma. Si hacés periodismo no podés hacer propaganda política. Sí creo que se puede como periodista militar en ideales –tales como los derechos humanos o el medio ambiente- que son objetivos universales, no parciales o partidarios.

 

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Hugo Alconada Mon /Roberto Acosta

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