Valiosa nominación de dos argentinos al “Nobel” educativo

Mientras en este año que termina se batió el récord de paros docentes desde 2002 -llegándose a un total de 26 en el distrito bonaerense- y la crisis también afecta a la órbita educativa nacional, dos maestros argentinos quedaron elegidos entre los 50 semifinalistas aspirantes a ganar el Global Teacher Prize 2019, un premio considerado como “el Nobel de la Educación” que otorga cada año un millón de dólares al ganador.

Si bien existen obvias diferencias entre un caso particular y un fenómeno de características colectivas, es también cierto que del primer ejemplo pueden surgir conclusiones motivadoras, al margen del orgullo que debe sentir la sociedad argentina por estos dos maestros seleccionados entre 10 mil maestros y profesores de 179 países del mundo, que se presentaron este año al prestigioso concurso de la Fundación Varkey para valorar la excelencia en educación.

Tal como se informó en la edición de EL DIA de ayer, fueron una maestra rosarina de Historia y un profesor de una Escuela Técnica de Temperley los que llegaron a la semifinal del Global Teacher Prizer.

A la mujer, que se desempeña en escuelas ubicada en contextos sociales desfavorables, se la postuló por haber desarrollado una innovadora estrategia para poner freno al desinterés y el fracaso escolar. Se dijo así que a falta de libros y otros materiales de apoyo, esta apasionada maestra que estuvo trabajando en España, para potenciar sus clases aprovechó el hecho de que todos su alumnos contaran con un teléfono celular. De esta forma comenzó a incorporar paulatinamente contenidos digitales, con los que mejorar el desempeño de los chicos, lo que redujo las tasas de deserción escolar.

En el caso del profesor de Temperley, la distinción de haber quedado entre los mejores docentes del mundo se debió a su propuesta de involucrar a los alumnos en la creación de una radio donde pudieran tratar diversos temas, como la educación sexual, el acoso escolar o las problemáticas barriales.

Si bien al principio también disponía de pocos materiales y recursos, los alumnos y docentes contaban la formación necesaria y decidieron construir ellos mismos la radio que, tras obtener un premio económico, comenzó a crecer. La emisoras de la escuela funciona hoy las 24 horas durante todo el año, y se ha convertido tanto en un medio de comunicación de los proyectos de la escuela y los intereses de los alumnos, así como en un espacio de interacción con la comunidad de Temperley.

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Se trata de historias similares, en las que ambos docentes superaron las limitaciones y la escasez de recursos que hoy, lamentablemente, caracterizan al sistema educativo, pero que pudieron salvarlas debido a la capacitación e imaginación desplegada por los alumnos, convenientemente preparados para volcarlas en iniciativas que mejorarán su desarrollo intelectual.

Mientras tanto, también ayer, se publicó en EL DIA un informe sobre los días de huelga concretados por los docentes en 2018, confrontándose también con los datos existentes desde 2002. Asimismo, se dijo en ese informe que “de los últimos 20 años, sólo tres tuvieron un inicio de clases normal, en tiempo y forma. Una situación intolerable que todos deben apuntar a cortar de raíz”. ¿Qué ocurrirá el año venidero? ¿Una reiteración de las huelgas salvajes y la misma incapacidad gubernamental para resolver el conflicto docente?

Es de esperar que el ejemplo de estos dos esforzados y talentosos maestros argentinos sirva para corregir el rumbo de un sistema educativo, extraviado y en perpetuo conflicto.