Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar

No cede la batalla entre la pastura y el feedlot

18 de Marzo de 2018 | 08:28
Edición impresa

La batalla entre los productores que siguen con el tradicional sistema de pasturas y engorde y los animales de corral subsiste.

Es más el feedlot está ganando por robo y eso trae consecuencias

Lamentablemente para los amantes del asado, conseguir carne de pastoreo en Argentina es cada vez más difícil.

En los últimos años, la soja fue copando la mayoría de las tierras productivas mientras el ganado era confinado a los modernos corrales de engorde, donde —entre otras cosas— permanece prácticamente inmóvil y recibe una alimentación ajena a su naturaleza, a base de granos.

El resultado se ve en el plato: cortes más grasosos y pálidos, menos tiernos y sin el sabor intenso que le dio a nuestros bifes fama mundial.

Pero las diferencias no son sólo estéticas o perceptibles al paladar: la carne de feedlot también resulta menos nutritiva y saludable que la obtenida de ejemplares criados a campo abierto, mientras que su producción conlleva un impacto ambiental superior y, si cabe la comparación, somete a los animales un mayor sufrimiento.

Un fenómeno análogo al que se da entre el salmón de criadero y el salvaje (este último, como te contamos, imposible de conseguir en Argentina)

Una creencia extendida apunta que la carne de pastura se exporta y que para el consumo interno sólo quedan los animales de feedlot pero, el saldo exportable en el país es muy bajo porque se consume casi todo lo que se produce.

Las razones de la baja productividad son dos: pocos animales y faenas a bajo peso. Supongamos que hay 40 millones de vacas: sólo el 60 % produce un ternero por año, y encima la cantidad de carne que provee cada animal es baja porque se faena alrededor de los 300 kilos, cuando en países como los Estados Unidos se espera que ascienda a los 500 kilos. Se justifica en que los ganaderos prefieren faenar a menor peso para venderlo en menos tiempo y contar con flujo de caja, y también en que los consumidores se inclinan por vacas pequeñas porque creen que su carne es más tierna.

Las vacas en el corral comen cereales, fibras suplementos vitamínicos y concentrados proteicos, como la harina de pluma, que se obtiene de las aves. También reciben antibióticos. En cuanto a las hormonas, están prohibidas por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa). En los Estados Unidos, en cambio, les pueden dar implantes.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$120/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2250

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$160/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3450

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$120.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $2250.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla