Alertan por el daño al paisaje ribereño que causa el relleno de las costas en Punta Lara

Los sectores de vegetación espontánea con árboles autóctonos, los pajonales y las playas con declive natural que aún bañan el Río de La Plata en territorio ensenadense se eliminarán y reemplazarán por un paseo peatonal elevado con veredas, barandas y fogones, a partir del avance del proyecto que la comuna del distrito ribereño dio en llamar “Parque Costero Punta Lara”.

En las últimas semanas, la llegada en camiones y el posterior vuelco de centenares de toneladas de escombros -a veces con fuerte presencia de basura domiciliaria- a la zona de La Pérgola, cerca de la Comisaría, puso en alerta a los vecinos. La idea del municipio que conduce Mario Secco se demostró controvertida, al punto de ser cuestionada formalmente ante la Justicia y duramente fustigada por ONGs de defensa del medio ambiente.

“Algo de basura siempre se cuela en el traslado de material para relleno” admitieron voceros de la comuna ensenadense: “y lamentablemente hay vecinos que apenas ven un montículo de tierra o escombros, salen corriendo a deshacerse ahí de sus bolsas de residuos domiciliarios”.

“DE ACCESO LIBRE Y EQUIPADA”

Son situaciones que “se van corrigiendo en la medida de los posible”, revelaron las fuentes: “pero no podemos tener un policía al lado de cada montaña de escombros. Lo que hay que destacar es que se creará una superficie recreativa de acceso libre y totalmente equipada, equivalente a 200 plazas, y se protegerá a la gente de las sudestadas”.

Concretamente, el “parque costero” tendrá más de tres kilómetros de longitud, desde la altura del Palacio Piria, junto a Villa del Plata, hasta la pérgola Stella Maris. Incluirá un tramo con tablestacado de 1,7 kilómetros -entre el complejo de ATE y el parador municipal 3-, y una o más bajadas náuticas.

“Se triplicará el espacio de uso público actualmente disponible; habrá parrillas, mesas y bancos, luminarias, una plaza de las Colectividades y miradores peatonales y vehiculares” se adelantó: “también se demarcará un circuito aeróbico, habrá una playa de estacionamiento, un nuevo destacamento de Prefectura, baños públicos, y se procederá a reforestar el paseo con árboles de especies autóctonas”.

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En el municipio apuntado creen que los escombros “remedian” la erosión preexistente

Está creación lleva implícito el signo de una destrucción irreparable; así lo entiende un grupo de vecinos, profesionales y entidades comunitarias ensenadenses. “Antes salía de mi casa y veía el río, donde quedaban algunos rincones de naturaleza” relata un antiguo vecino puntalarense: “ahora llego a la Costanera y tengo enfrente un montón de pilas de escombros, restos de pavimento y tierra mezclada con bolsas de basura. Si creen que con esto van a parar el agua de las sudestadas, no es el camino”.

Para el ex fiscal platense Rubén Sarlo, lo que se promueve es “una aberración que altera la vida de la fauna y el equilibrio ecológico del lugar, porque virtualmente se tapó la playa con elementos de desecho que nada tienen que hacer allí”.

El letrado, que incluyó el tema en una mega-denuncia por contaminación de los cursos de agua regionales, expediente que avanza en la Justicia Federal, sostiene que los espacios naturales que quedaban en las playas de Punta Lara “han sido invadidos por la mano del hombre, en un descontrol de consecuencias ecológicas imprevisibles; se puede ver fácilmente que se ha llevado a cabo una tala indiscriminada de árboles, más la eliminación de juncos propios de la zona, mediante un barrido con palas mecánicas que modifica todo hábitat natural existente”.

En este sentido, un informe ambiental elaborado a fines de 2014 por profesionales de la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) bonaerense evaluó el anteproyecto de Parque Costero, detectando un total de 96 impactos entre los que 63 son negativos (el 65,63 por ciento), 30 positivos (el 31.25%), 2 indefinidos y el restante variable.

Por tal motivo, el estudio recomienda una serie de acciones de mitigación, que en el caso de la biota incluyen acciones como “manejar y mejorar las áreas con forestaciones -exóticas o no- ya que funcionan como núcleos de hábitat y refugio para especies”, y “mantener a resguardo las áreas de pajonales inundables consideradas de significancia, ya que actúan en la protección de la erosión de la costa y como refugio de especies de fauna”.

Estas recomendaciones buscaban el “mantenimiento de la diversidad de una zona de ribera, caracterizada por sectores con relictos de algunos ecosistemas propios como los pajonales inundables”. La colocación de fragmentos de losas de hormigón armado provenientes de repavimentaciones contrastó con esas premisas, y motivó oportunamente a la ONG Nuevo Ambiente a denunciar a funcionarios de Vialidad de la Provincia y el área de Ambiente de Ensenada “incumplimiento del deber de funcionario público”.

En el municipio apuntado, en cambio, creen que los escombros “remedian” la erosión preexistente. “Durante décadas nadie asumió la responsabilidad de controlar el avance de las aguas, hasta que el intendente Mario Secco tomó la decisión de comenzar a trabajar en un importante proyecto de infraestructura” sostuvieron sus voceros: “así fue como se dio inicio al relleno de una gran extensión de terreno y la colocación provisoria de piedras que sirven para delimitar la línea de ribera que se fue perdiendo con el avance sin control del agua. Las piedras serán tapadas y sobre ellas se construirá el Parque Costero para volver a disfrutar del río y la naturaleza”.