Más comprometida, Cristina pidió la nulidad de la causa y recusó al juez y al fiscal

En medio de un operativo de seguridad de magnitud, la ex presidenta Cristina Kirchner pidió hoy la nulidad de la causa conocida como "los cuadernos de la corrupción" y recusó al juez y al fiscal que intervienen en el caso, durante su visita de esta mañana a Tribunales, donde había sido citada por Claudio Bonadio.

La ex mandataria quedó más comprometida en esa investigación en función de los sucesivos testimonios que fueron brindando varios de los empresarios implicados, quienes de a uno fueron llegando a un acuerdo con el fiscal para actuar como "imputado colaborador" y así verse beneficiados en una eventual condena.

A través de una carta publicada en su perfil en Facebook, Cristina dijo que su citación obedece a la "decisión política del Poder Judicial -en su más alta expresión- en coordinación con el Poder Ejecutivo y los medios hegemónicos, para ungir a Bonadío como brazo de persecución contra mi persona".

"Hoy, Bonadío vuelve a citarme a indagatoria acusándome de ser la jefa de una nueva asociación ilícita. Esta vez con los principales empresarios de la construcción. Ya voy por la cuarta organización delictiva. Eso sí, siempre soy la jefa", continúa el texto, en el que carga también contra el Presidente al señalar que "Mauricio Macri, hijo de Franco, primo hermano de Ángelo Calcaterra, hermano del alma de Nicolás “Nicky” Caputo, todos ellos socios entre sí y de otros empresarios en materia de energía y obra pública. Todos emblemáticos integrantes de la “Patria Contratista” surgida durante la última dictadura militar y consolidada durante la década de los ’80 y los ‘90. Además, resulta absurdo que dichos empresarios intenten aparecer como víctimas de ese proceso o esas prácticas".

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En ese sentido, el que más la implicó fue el empresario Carlos Wagner, ex titular de la Cámara de la Construcción, quien vinculó directamente a Cristina con los pagos irregulares denunciados por el ex chofer de Oscar Centeno. Wagner aseguró que Cristina sabía de los pagos irregulares que recolectaba el ex funcionario del ministerio de Planificación Roberto Baratta.

Según un informe periodístico, Wagner aseguró que parte de las ganancias que las empresas conseguían gracias a los contratos millonarios con las distintas obras pública volvían a los Kirchner a modo de coimas para poder continuar formando parte de ese cartel de beneficiados.

Según esa información obtenida a pesar de que está vigente el secreto de sumario, Wagner dijo que Cristina estaba al tanto de todo lo que pasaba y hasta sabía al detalle la cantidad que era recaudada mediante estos procedimientos ilegales.

Como se recordará, Wagner pasó el viernes cuatro horas declarando ante el juez Bonadio y ya había admitido que tanto él como otros empresario pagaban coimas para acceder a distintas obras de construcción. Sin embargo, ahora la reconstrucción de esas declaraciones habría permitido confirmar que era la propia Cristina la estaba al tanto de los cobros que realizaba tanto Baratta como otros miembros cercanos a la cúpula de poder K.

De acuerdo a esta versión, que los investigadores consideran verosímil, las empresas constructoras que ganaron licitaciones durante la era K estaban adjudicadas de antemano y todos los participantes de esos procesos lo sabían.